La central obrera subrayó que existe “predisposición a llevar adelante las acciones necesarias” frente a la posible reforma
Los principales sindicatos del país volvieron a marcar su rechazo a la reforma laboral impulsada por el Gobierno nacional y advirtieron que, de avanzar la iniciativa, habrá medidas de fuerza. La Confederación General del Trabajo (CGT) se reunió este martes en su histórica sede de Azopardo con legisladores del movimiento obrero y ratificó una postura unificada: “Resguardaremos los derechos laborales en la protesta, la Justicia y el Congreso”.
Tras el encuentro, en el que participaron las máximas autoridades cegetistas y dirigentes como Sergio Palazzo, Vanesa Siley, Mario “Paco” Manrique, Hugo Yasky y Hugo Moyano (h), la central obrera subrayó que existe “predisposición a llevar adelante las acciones necesarias” frente a la posible reforma.
Unidad sindical frente al proyecto oficial
Según detalló la CGT, el encuentro permitió acordar una postura común ante una iniciativa que consideran regresiva. “Se planteó una postura en unidad frente a la reforma laboral, con mirada proactiva y alternativas que contemplen los cambios del mundo del trabajo, pero con incorporación de derechos”, remarcó la conducción.
El mapa gremial coincide en que lo que se conoció del borrador oficial “abarata el trabajo”, debilita la negociación colectiva, facilita despidos y reduce la capacidad de acción sindical.
Críticas a la reforma: precarización, debilitamiento sindical y más informalidad
Entre las objeciones, los gremios remarcan:
Precarización laboral: El referente de la Uocra en la CGT, Gerardo Martínez, ya denunció ante la OIT que la reforma “es precarizadora”. Cuestionan la flexibilización de convenios y la posibilidad de acuerdos por empresa que “debilitan la estructura sindical”.
Jornada extendida y banco de horas: ATE advierte que se podría habilitar jornadas de hasta 12 horas, pago de indemnizaciones en cuotas y bancos de horas que reemplazarían el pago de extras.
Salarios ligados a productividad: Para ATE, los llamados “salarios dinámicos” fomentan desigualdad y “premian la docilidad más que el esfuerzo”.
Menor rol del Estado: Los gremios señalan que el Gobierno busca “trasladar al sector privado funciones de control y protección laboral”, en paralelo a recortes en el Estado y degradación del Ministerio de Trabajo.
Un informe interno de la CGT alerta que la desregulación podría aumentar la rotación laboral, reducir la estabilidad y fomentar el trabajo no registrado, por la caída de inspecciones.
La propuesta alternativa de la CTA
Por su parte, la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) presentó un documento propio con diez lineamientos para transformar las relaciones laborales ampliando derechos y no recortándolos.
“El argumento de generar empleo y reducir la informalidad oculta un programa que busca abaratar el trabajo, limitar la acción sindical y reducir el costo del despido”, señala el trabajo del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPYPP), que sostiene que las reformas flexibilizadoras “no crean empleo y profundizan desigualdades”.
La central plantea, entre otros puntos, una mirada que vincule empleo y modelo de desarrollo: no es lo mismo un crecimiento basado en mercado interno e industria que uno apoyado en endeudamiento, valorización financiera o extractivismo, señala el documento.
Un escenario marcado por la tensión
Mientras el Gobierno todavía no presentó formalmente el proyecto, las centrales obreras ya anticiparon que la respuesta será en la calle, en los tribunales y en el Congreso. Con el clima sindical en alerta y sin puentes de diálogo sólidos, crece la tensión política en torno a uno de los debates más sensibles del país: el futuro del trabajo.
Fuente: NA