El Gran Premio de Las Vegas de Fórmula 1 empezó caótico y terminó con un cimbronazo cuatro horas después del festejo en el podio por parte de Max Verstappen, Lando Norris y George Russell. La largada accidentada que afectó a varios pilotos no terminó siendo lo más ruidoso de la antepenúltima fecha de la temporada, sino lo que sucedió en los escritorios: la Federación Internacional del Automóvil declasificó a los McLaren de Norris y Oscar Piastri, que habían resultado segundo y cuarto, y ahora el Mundial de Pilotos está al rojo vivo.
A su vez, la de Las Vegas fue una noche de padecimiento también para Franco Colapinto, cuyo Alpine no se salió de las reglas pero fue afectado por un golpe ajeno en la partida, tuvo el peor ritmo de la carrera y terminó último entre los que cruzaron la meta. Finalmente, concluyó 15º, en el mismo puesto que ocupó en la partida, pero por tres abandonos y por la marginación reglamentaria a los McLaren. A la escudería inglesa, fundada en 1966 y la segunda entre las más exitosas de los 75 años de Fórmula 1, nunca le habían sido desclasificados ambos autos en una fecha.
¿Qué sucedió con los coches naranjas? FIA, la entidad fiscalizadora de la Fórmula 1, informó que verificó que ambos McLaren incumplían con el grosor mínimo del bloque posterior de deslizamiento. Esa porción del coche, que sirve para despejar del asfalto al piso del auto y evitar el efecto suelo –éste otorga más sujeción y, por ende, permite transitar a más velocidad–, debe medir al menos 9 milímetros de espesor. No fue el caso.
Las autoridades técnicas convocaron a declarar a Norris y a Piastri por separado y a un representante del equipo por cada vehículo. Y una vez hecho el descargo de los involucrados, procedió a desclasificar al inglés y al australiano. Por consiguiente, Lando perdió los 18 puntos del segundo puesto, y Oscar, los 12 del cuarto. Naturalmente, el panorama en el Mundial de Conductores cambió de forma drástica.
Después de la ceremonia del podio y antes de la sanción a los McLaren, Norris sumaba 408 unidades, Piastri acumulaba 378 y Verstappen poseía 366. Con 58 en disputa por piloto en las últimas dos fechas, el panorama era muy favorable al británico, que tenía buenas posibilidades de coronarse en el próximo gran premio, el de Qatar, del fin de semana venidero. Pero con la marginación de ambos coches papayas en Las Vegas, ahora Verstappen es una amenaza gigantesca: Norris tiene 390 puntos, y Piastri y el neerlandés están igualados en 366. La diferencia es de 24 unidades, sobre las mencionadas 58 por distribuir.
Además, el Mundial transita un tramo en el que Verstappen aparece más fuerte conductiva y psíquicamente que Lando y Oscar. Desde la pausa del verano boreal el tetracampeón es quien más puntos consiguió y llega con un gran envión a la definición, que ocurrirá en Losail o en Abu Dhabi, la semana siguiente. A los McLaren, que se sabían no favoritos en Las Vegas, les quedaría una ventaja: en principio el autódromo qatarí, que alojará una carrera sprint y entregará 33 unidades como máximo por piloto, es más favorable a los vehículos de Woking.
En el caso de Colapinto el avance fue del 17º al 15º, sin incidencia en el certamen. Apenas una leve mejora estadística luego de una competencia en la que nada fue bien. Ni siquiera la única parada en los boxes, en la que Alpine volvió a mostrar una de sus debilidades: los 4 segundos de tardanza fueron casi el doble que lo que insume una buena detención. Nada que cambiara la carrera para el argentino, por cierto, pero sí una molestia más en una noche que fue de total padecimiento.
Desde el comienzo sufrió Franco. En la primera curva fue empujado por su ex compañero Alexander Albon, cuyo Williams entró pasado de velocidad. El contacto desde atrás dañó el difusor del A525 y eso le provocó una pérdida de carga aerodinámica para los 50 giros en el circuito callejero. Y la carga aerodinámica era especialmente valiosa en una pista que, por su tipo de pavimento y la baja temperatura, no ofrecía adherencia. Tortuoso fue el andar del bonaerense, muy lento en la hora y media que duró la competencia. “Es bueno seguir dando todas las vueltas, es bueno seguir completando las carreras a pesar de tener daños, pero da bronca no haber sido competitivo”, manifestó decepcionado.
Fuente: La Nación