El tenista nacionalizado monegasco venció a su primo Arthur Rinderknech en tres sets y consiguió su primer título individual. Con la consagración recibirá el mismo dinero que ganó en toda su carrera como profesional.
El monegasco Valentin Vacherot, 204º jugador mundial y procedente de la fase previa, se convirtió este domingo en el jugador peor clasificado en ganar un Masters 1000 al vencer en Shanghái a su primo francés Arthur Rinderknech (54º).
Vacherot, de 26 años, se impuso en una sorprendente final con un marcador de 4-6, 6-3 y 6-3, levantando su primer título de esta categoría y la primera copa ATP de su carrera.
Este logro histórico marca un hito en el tenis profesional, al ser el tenista con el ranking más bajo en conquistar un torneo de la serie Masters 1000, superando cualquier expectativa al inicio del campeonato.
Vacherot venía de dar el gran golpe en semifinales de este certamen al derrotar en sets corridos al serbio Novak Djokovic (4°) por 6-3 y 6-4.
Increíble, pero real. En una final digna de película, el monegasco Valentin Vacherot, actual 204 del ranking mundial, derrotó a su primo Arthur Rinderknech por 4-6, 6-3 y 6-3 y se consagró campeón del Masters 1000 de Shanghai, consiguiendo el primer título individual de su carrera profesional.
El triunfo de Vacherot no solo rompió todos los pronósticos, sino que también marcó un hito histórico: nunca antes un jugador con un ranking tan bajo había ganado un Masters 1000. Su hazaña se volvió aún más impresionante al recordar que en semifinales había eliminado nada menos que a Novak Djokovic, y lo hizo en sets corridos.
La final tuvo un condimento especial: además del parentesco, Vacherot y Rinderknech compartieron años de universidad en Texas A&M, donde forjaron una amistad que ahora tuvo su capítulo más emotivo sobre el cemento chino. El abrazo final entre los primos resumió la mezcla de sorpresa, orgullo y emoción que dominó la jornada.
Para Vacherot, este título representa un salto deportivo y económico monumental. Solo por coronarse en Shanghai, ganará lo mismo que había acumulado en toda su carrera, además de sumar puntos que lo catapultarán más de cien posiciones en el ranking ATP.
Rinderknech, por su parte, también vivió una semana soñada. Tras vencer a Daniil Medvedev en semifinales, quedó a un paso de su primer gran título, aunque se fue con una sonrisa: perdió ante su primo y amigo de toda la vida.
Lo ocurrido en Shanghai quedará grabado en la historia del tenis moderno. Dos familiares convertidos en rivales, un torneo de elite y un campeón inesperado. Valentin Vacherot escribió una historia de superación y magia deportiva, demostrando que, en el tenis, los sueños también se cumplen.
Fuente: Diario PAnroama - NA