25/03/2024

Ante la falta de poder adquisitivo, los consumidores no convalidan los aumentos de precios. La demanda migra entre canales de venta.


El impacto de la pérdida del poder adquisitivo en el consumo masivo comenzó a reflejarse no solo en el freno a los aumentos de precios sino también en la rotación de la mercadería. En efecto, en el sector comercial advierten que son cada vez más los productos que se vencen en las góndolas por la caída de las ventas.


Este proceso tensiona desde hace algunas semanas la relación entre los mayoristas y los comercios de cercanía que reclaman más visibilidad e información de las fechas de caducidad.


Mientras tanto, los consumidores vuelven a migrar hacia los negocios de proximidad porque realizan compras más frecuentes pero más chicas para cuidar el bolsillo.


Este proceso quedó plasmado en una reunión que mantuvieron el secretario de Comercio, Pablo Lavigne; el subsecretario de Defensa del Consumidor y Lealtad Comercial, Fernando Blanco Muiño, y el vicepresidente de la Confederación General Almacenera Nacional, Fernando Savore.


Una continuidad de las rondas de encuentros que había comenzado con empresas productoras y supermercados, en las que también participó el ministro de Economía, Luis Caputo.


“Savore nos dijo que hay clara tendencia a la baja de precios durante marzo y sin problemas de disponibilidad de productos. Además, nos alertó sobre los productos con fecha de vencimiento inminente que no se informa al momento de la venta”, publicó Muiño a través de su cuenta oficial de X.


Vencidos en oferta


En diálogo con Infobae, el almacenero explicó: “Los mayoristas acopiaron mercadería a finales del año pasado ante la incertidumbre sobre lo que iba a pasar con el dólar. Ahora se les hizo un cuello de botella y buscan sacarse de encima la mercadería. Pedimos que se informe más claramente cuando los productos ofertados están cerca del vencimiento”.


Desde un mayorista con fuerte presencia en el conurbano bonaerense destacaron al mismo medio que aceleraron las promociones y las ofertas en productos, en busca de mayor rotación.


“Sobra la mercadería”


“Los de cercanía con los vencimientos puede suceder, en el caso de frescos puede ser, después hay artículos de almacén o limpieza que tienen más margen. Nosotros metimos más promociones para mejorar las ventas”, dijeron.


“Las gaseosas y bebidas alcohólicas tuvieron un freno importante porque la gente gasta menos en eso y más en mercadería de primera necesidad. Ahí tenemos algunos descuentos por cantidad. Siempre privilegiamos las compras por bultos. Las ventas estuvieron frenadas en el comienzo del año y recién ahora que se terminaron las vacaciones vemos un leve repunte”, comentó un distribuidor.


En ese sentido, Savore sostuvo que durante el primer bimestre el desplome de las ventas en los almacenes rondó el 20% respecto al mismo período del año anterior y que en marzo desaceleró la caída.


“Los aumentos de precios se frenaron un poco, aunque siempre hay alguna empresa que se quiere exceder. El tema es que ahora sobra la mercadería y todos se ponen a competir”, consideró.


Menos unidades


Los datos de consumo masivo que releva la consultora Scentia muestran fuertes caídas en las ventas de supermercados y una leve contracción en autoservicios independientes. Eso refleja que la demanda viró desde el canal moderno al tradicional, lo contrario a lo que sucedía el año pasado cuando los consumidores privilegiaban los productos incluidos en el programa Precios Justos que estaban presentes en los grandes centros de venta.


De todos modos, el consumo masivo retrocedió casi 4% a nivel nacional en ese mismo lapso y la tendencia no parece que vaya a mejorar.


Mercadería importada


La vuelta de los consumidores a los almacenes de barrio tiene que ver con el impacto de la pérdida del poder adquisitivo en los ingresos. Es que hay una mayor frecuencia de compra y una menor cantidad de unidades por ticket, con el objetivo de cuidar más el bolsillo.


En este contexto, el Gobierno acelera la mayor flexibilización de las importaciones para productos de la canasta básica.


El viernes el Banco Central publicó la comunicación que permite a los importadores de estos ítems a pagar en 30 días de plazo. Este lunes la AFIP suspendió por 20 días corridos la percepción de Impuestos a las Ganancias y del IVA, medida que va en ese mismo sentido.


Los supermercados consideran que la mayor afluencia de productos importados se notará en las góndolas dentro de un plazo de uno o dos meses, por cuestiones de negocio y logística. La mayor cantidad de mercaderías, deslizaron, podría venir desde Brasil por su cercanía y escala de producción.


Apriete y promesas


En paralelo, el ministro Luis Caputo apuesta a que las empresas dejen de lado las promociones “2×1” o “3×2” y bajen los precios en sus listas. Una discusión más de nivel que de variación de precios. El funcionario aseguró en las reuniones que mantuvo durante las últimas semanas con supermercados y empresas de consumo masivo que no habrá una devaluación brusca en el tipo de cambio oficial.


La expectativa de que se mantenga el ritmo de avance del 2% mensual en el dólar oficial es clave para que los precios no se recalienten y el Gobierno pueda sostener la desaceleración de la inflación desde el 25,5% de diciembre pasado, cuando hubo un salto del 118%. El descenso llegó hasta el 13,2% en febrero pero marzo augura la posibilidad de que la racha se termine por la estacionalidad propia del mes.


De todos modos, las compañías productoras ahora no solo tienen en cuenta el proceso de cobertura sino a qué precios pueden vender sus productos en un contexto de fuerte caída del consumo.


Los empresarios esperan que la merma se sienta al menos hasta junio y apuestan a un segundo semestre de “repunte”. Pero saben que la clave será lo que suceda con el programa macroeconómico del Gobierno y la capacidad de compra de los consumidores.


 


 


Fuente: Primera Edición

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