16/03/2024

Guillermo Francos empezó a reunir a los dialoguistas. El Gobierno quiere recuperar la centralidad en el Congreso frente a la amenaza del DNU en Diputados.


El Gobierno insiste nuevamente con la ley ómnibus en el Congreso. Esta vez, después del fracaso a principio de año, parece haber cambiado la estrategia de negociación con los bloques dialoguistas para poder garantizar su aprobación. Allí aparece el miedo al DNU y la posibilidad de que cualquier paso en falso genere el rechazo de la Cámara de Diputados al mega decreto y este pierda validez.


La estrategia del oficialismo será presentar el proyecto de la ley ómnibus recién a fines de la semana que viene o la próxima, mientras terminan de corregir algunas cosas del borrador que el jueves por la tarde giraron al Congreso. Uno de los puntos a corregir tiene que ver con el impuesto a las Ganancias.


"Pedí que se mantengan algunas exenciones para que se haga más digerible, como la de los médicos y enfermeros que hagan horas extras", señaló a MDZ un diputado del PRO que el viernes estuvo en la Casa Rosada analizando la letra chica. Desde los bloques dialoguistas valoran que no hay "intragables" como el aumento de retenciones o reforma jubilatoria.


En este escenario el ministro de Interior, Guillermo Francos, recibió en la Casa Rosada a representantes del bloque PRO, de la UCR y de Hacemos Coalición Federal. A diferencia del intento fallido, esta vez los diputados fueron a Balcarce 50 y no al revés. En estos encuentros también estuvo el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y el asesor presidencial Santiago Caputo, que eligió no salir en las fotos.


El Gobierno quiere mandar el proyecto al Congreso con todos los acuerdos previos ya realizados. "Se van a tomar unos días más para cerrar todo y después lo van a mandar", deslizó otro legislador que habló con Francos y Caputo este viernes. La intención es que pase nuevamente por comisiones, que haya informativas, pero que no se negocie en paralelo. Y mucho menos que vayan al recinto sin los votos asegurados.


La oposición dialoguista también valoró que el borrador del nuevo proyecto también parte de la base de acuerdos que habían alcanzado durante el debate previo. También hay algunos que piden que se sumen algunos puntos clave del DNU, como la derogación de la Ley de Alquileres o la reforma laboral, frenada en la Justicia.


"Se excluyen las disposiciones sobre deuda pública que habíamos cuestionado: reforma a la ley de administración financiera respecto de la reestructuración de deudas, y eliminación de la autorización del Congreso para emitir deuda en moneda extranjera o bajo legislación o jurisdicción extranjera", puntualizó una fuente de la UCR.


También valoró que "se reducen a cuatro las emergencias (administrativa, económica, financiera y energética) por el plazo de un año y sin prórroga". "Se reformula la delegación de facultades legislativas en materia de reforma del Estado, circunscribiendo mayormente a los organismos centralizados y descentralizados (no a los autárquicos) y a los fondos fiduciarios", agregó.


El oficialismo va a mantener como tema central en su agenda parlamentaria la nueva ley ómnibus. Sin embargo, la oposición irá con la suya, que implica el tratamiento de una nueva fórmula jubilatoria en la comisión de Previsión y Seguridad Social. Ahí también está la sanción de una ley que garantice los giros del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), y claro el DNU.


Para esto último, el Gobierno buscará cerrar un acuerdo con los gobernadores para que no le volteen el decreto de necesidad y urgencia. El apoyo de estos ahora tiene otro precio porque el rechazo que fijó el Senado al decreto 70/23 deja al Gobierno al borde de un precipicio.


Así en el mejor de los escenario, la Casa Rosada quiere llegar al Pacto de Mayo con el DNU pendiente de ser tratado en Diputados y al menos con una media sanción de la ley ómnibus.


 


 


Fuente: MDZ

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