14/02/2024

En pacientes pediátricos los cuadros más frecuente son las leucemias y los tumores cerebrales. Los signos de alarma y la importancia de contar con acompañamiento psicoemocional


Desde 2002, cada 15 de febrero se realiza una jornada conmemorativa por el Día Internacional del Cáncer Infantil. En esta fecha, se busca concientizar a la comunidad sobre la importancia de la detección temprana y el acceso a los tratamientos adecuados para que cada paciente pueda superar la enfermedad. Si bien en Misiones se registran entre 200 y 300 consultas mensuales, se detectan alrededor de 50 casos anuales. En tanto que la incidencia de cáncer pediátrico en Argentina es aproximadamente de 140 nuevos casos por cada un millón de niños entre 0 y 14 años por año, según datos del ROHA (Registro onco-pediátrico argentino).


“El cáncer infantil más frecuente en la provincia son las leucemias. Le siguen los tumores cerebrales, en tercer lugar los tumores de huesos y músculos y, por último, los tumores abdominales. Misiones tiene una probabilidad de 50 casos al año. Entre los diagnósticos del último trimestre del 2023 y principios de este año, tenemos a 15 pacientes en tratamiento”, precisó a El Territorio el jefe del Servicio de Hematooncología del Hospital Pediátrico Dr. Fernando Barreyro, Fernando Aníbal González Villán.


A diferencia de lo que sucede con la población adulta, el cáncer infantil no se puede prevenir ni detectar mediante estudios de pesquisa o chequeos. En ese sentido, señaló que “el rango etario generalmente comienza al primer año de vida, pero los que están en tratamiento son de 4 o 5 años y pre adolescentes de 13 y 14 años, en menor cantidad de casos tenemos a adolescentes de 16 años”. “Tenemos entre 200 y 250 consultas al mes, algunos meses hay 300. Aunque tenemos una agenda estipulada, si llega alguna derivación es atendida en el momento”, dijo.


El hemato oncólogo infantil hizo hincapié en que siempre se debe hacer la consulta con el pediatra de cabecera y estar al día con los controles estipulados. “El pediatra es el que conoce al niño desde chiquito y, si nota algún cambio, va a hacer el pedido de estudios”, remarcó. Entre los signos de alarma a prestar atención, especificó “fiebres que no ceden, decaimiento, dolores de cabeza, vómitos en chorros que generalmente aparecen en la mañana, dificultades para caminar, manchas o hematomas en el cuerpo en lugares no habituales -como el glúteo, la axila, la espalda o la panza-, o petequias, que son como picaduras de mosquito pero aparecen en mucha cantidad”.


“También pueden aparecer los ganglios que aumentan de tamaño muy rápido y no responden a los antibióticos. Y lo más común en tumores renales es sentir un bulto en la panza”, agregó. Asimismo, tuvo en cuenta que en pediatría el tratamiento es diferente al de los pacientes adultos. “Todos los protocolos que hacemos son avalados a nivel internacional. La leucemia implica quimioterapia por dos años, aproximadamente. El linfoma de Hodgkin tiene una tasa de curación de más del 90% y, dependiendo de qué tan avanzado esté, el tratamiento puede durar más o menos seis meses con seguimientos posteriores”, indicó.



Sin embargo, el médico aclaró que los tumores del sistema nervioso central requieren, en su mayoría, de radioterapia, un servicio que no está disponible en la provincia, por lo que los casos son derivados. “Son pocos los radioterapeutas pediátricos que hay y el único centro público es el Hospital Garrahan en Buenos Aires, después están los privados”, explicó. El Servicio de Hematooncología del Hospital Pediátrico está conformado por el hemato oncólogo infantil Fernando Aníbal González Villán, la hematóloga infantil Sandra Borchichi, la pediatra clínica oncológica Laishi Rodríguez, el traumatólogo especializado en ortopedia oncológica Álvaro Otero García, una técnica extraccionista, cirujanos, enfermeros oncológicos y dos secretarias capacitadas en la temática.


“Al final de cada tratamiento tocamos la campana para que todos se enteren que un paciente terminó la quimioterapia y festejamos el esfuerzo realizado”, destacó el profesional. A su vez, sostuvo que mañana en Posadas se llevará adelante un homenaje en la plaza San Martín, de 9 a 11, entre pacientes y los integrantes de la Asociación Civil Creación con el dorado como color insignia en lazos. Esa simbología fue elegida en 1997 por un grupo de padres de niños con cáncer en Estados Unidos, para concientizar y con el fin de minimizar las muertes y discapacidades debidas al cáncer infantil. Se eligió el color del oro, ya que éste es un metal muy preciado; y como el oro, los niños son invaluables.


 


Fuente: El Territorio

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