07/01/2024

Entrevista a Oscar López, especialista en enfermedades infecciosas. El médico se refiere al impacto de la enfermedad en niños y los signos de alarma de un caso grave. Destaca que hay cuadros que no presentan síntomas o bien, muy pocos, por lo cual hay un subregistro del brote en curso


El brote de dengue que atraviesa el país, siendo la región NEA la zona que concentra la mayor cantidad de casos, dirige la mirada -con preocupación- hacia los más chicos. Según datos de la última semana, en Misiones, de los 27 internados a causa de la enfermedad, uno era recién nacido y otros seis eran niños.



En ese escenario, el pediatra e infectólogo, Oscar López (65), dialogó con ConCiencia, un espacio de El Territorio destinado a temas de salud, sobre los mitos y verdades del virus transmitido por el mosquito Aedes aegypti, que está causando estragos en los barrios de Posadas y cuya circulación viral autóctona llega a trece departamentos de la provincia.



López se desempeña en el Servicio de Infectología del Hospital de Pediátrico 'Fernando Barreyro' del Parque de la Salud, es especialista en Enfermedades Infecciosas, magíster en Salud Pública y Enfermedades Transmisibles. Su presente lo encuentra analizando el siguiente paso en su carrera: la jubilación; e inevitablemente esa decisión conlleva a un balance de lo realizado. Por ejemplo, fue cofundador del servicio de Terapia Intensiva en el Pediátrico.



Con 40 años de ejercicio en el ámbito de la salud y la experiencia de haber dado batalla en los últimos brotes, el galeno se distingue por sus aportes a la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), en la redacción de un capítulo específico sobre dengue. Se define como un hombre de ciencia y también de fe, pues tiene como objeto irremplazable en su bolsillo un denario, vaya adonde vaya.



¿Cuál es el impacto del dengue en los niños?



Es una enfermedad que está preocupando bastante en esta etapa del año, en esta temporada. Tengo 40 años de médico y de infectólogo pediatra, así que la comunidad pediátrica es de la que más puedo hablar, pero la realidad es que está siendo el brote de dengue más importante de los últimos años. Afecta significativamente al niño que está en brazos de su mamá en el caso del niño pequeño y la mamá no sabe qué es lo que tiene. Si el niño verdaderamente está con síntomas que alarman, como  fiebre de 38 o 39 grados, además no sabe decirnos ‘me duele’, las conversaciones con los papás son significativas y para el pediatra es todo un desafío.



Sobre todo en el niño menor de 3 meses con fiebre, quizás el médico le sugiera ‘no sabemos bien qué es lo que tiene, pero hay que internarlo porque esa sería una de las conductas más adecuadas y tomarle las muestras para dengue o para otra infección e iniciar el tratamiento que corresponde’. La otra cuestión en los chicos es cómo afecta a los niños más grandes que ya pueden expresar su malestar.



¿Qué síntomas hay que tener en cuenta, dado que en algunos casos no se presenta el 100% de la sintomatología, o bien sólo tienen fiebre o quizás el paciente tiene dolor de vista pero no cuadro febril?



La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el dengue como un cuadro febril de 38 a 39 grados de cinco a siete días de evolución, más dolor de cabeza, dolor retro ocular (detrás de los ojos), dolor de las articulaciones y dice explícitamente sin cuadro respiratorio. Esto yo me atreví a cuestionarlo, en el año 2016, en un Congreso Nacional de Pediatría al decir que habría que evaluarlo porque nosotros hemos tenido casos de dengue en junio -de ese año- y hemos tenido casos de niños con cuadros respiratorios. Hay algunos estudios hechos en Colombia, por ejemplo, que mencionan que ellos veían muchas faringitis en los pequeños con dengue, por lo tanto lo del cuadro respiratorio debería ser una excepción, o sea, puede presentarse al niño con un cuadro de dengue y con un cuadro respiratorio. Esto lo recalco mucho cuando hacemos capacitación a los médicos, porque decimos está con fiebre, dolor de cabeza, pero tiene moco, entonces no debe ser un dengue. ¡Ojo! porque puede sí ser dengue, hemos tenido un caso de un niño internado en la terapia intensiva en junio del año 2021 en plena pandemia y pensamos que era un post Covid-19, después pensamos que era otra infección grave y terminó siendo un dengue grave y con un cuadro respiratorio.



¿A qué debemos estar atentos para evitar que se agrave el cuadro?



A los síntomas de inicio de la enfermedad, debemos estar atentos a los síntomas de alarma. Es una enfermedad dinámica, pero cuando nosotros analizamos a ese niño o analizamos la historia de ese niño nos damos cuenta que pasaron algunos episodios que nos pueden decir 'esto es un signo de alarma', como por ejemplo: dolor abdominal -el niño más grande va a referir que le duele mucho a la pancita incluso espontáneamente-, diarrea, vómitos. Esos son los más comunes que hemos visto los últimos días; está descripto el sangrado mínimo, aunque son los casos menos comunes, no es el dengue hemorrágico.



¿Hay casos asintomáticos?



Hay algo que nosotros llamamos oligosintomáticos, es de poco, es decir pocos síntomas. Pero en realidad es importante que esa persona, aun con pocos síntomas, piense que está cursando un dengue porque debe evitar que lo piquen los mosquitos porque esa persona tiene el virus en la sangre y vienen otros mosquitos, lo pican, se infecta e infecta a otros humanos.



El mosquito chupa el virus de esta persona, lo procesa en el organismo y después se lo transmite a otras personas.



Además, están los casos asintomáticos. Por cada caso de dengue que nosotros diagnosticamos se dice que hay cuatro a seis casos dando vueltas que no se diagnosticaron porque no tuvieron síntomas, porque fueron muy pocos síntomas o porque tuvieron algunos síntomas que no ocasionaron que tuviera alguna consulta. Es decir, por cada caso registrado, hay más de 130.000 casos en el país. En este momento debemos pensar en multiplicarlo por cuatro, teniendo en cuenta los que no se diagnostican por los motivos ya expuestos.



¿Es importante testear siempre?



Es importante testear para confirmar o descartar que la persona tenga dengue sobre todo al principio. También es importante testear periódicamente por una cuestión de evaluar qué serotipo está circulando, si el DEN-1 o el DEN-2; más que tenemos Paraguay con el serotipo 3 y Brasil con el 3 y el 4, entonces para eso es importante testear. Ahora, no es de extrema urgencia para el paciente, lo que digo yo siempre: no tengo que ir a demandar urgente el pedido del análisis, porque si yo vivo en una casa con una familia de cinco personas y todas tienen dengue, seguramente puedo tener la enfermedad.



¿Se cura el dengue?



No existe ningún remedio para matar a ese virus y aclaro esto porque lamentablemente existe en la provincia un médico que dice que cura el dengue con un determinado remedio; no hay ninguna evidencia científica de lo que se dice. El tratamiento es para los síntomas.



¿Qué cosas no deberíamos hacer los padres?



No inyectar nada, dar antibióticos, ni dar la gaseosa conocida -esa del numerito- ni energizantes. Solamente debo administrarle agua mineral, puede ser algún jugo de fruta, pero preferiblemente agua mineral. La cantidad de agua depende del peso del niño; por ejemplo para que tengamos una idea, un niño de 10 kilos más o menos debe beber un litro de agua durante las primeras 24 horas. Pero lo ideal es consultar con el pediatra.



Debe orinar tres o cuatro veces por día y las orinas deben ser claras. Esto me está diciendo que estoy dándole bien el líquido, debe tener una dieta liviana porque si yo le doy de comer un choripán, -por decirte algo- y ese choripán le cae mal a la panza y empieza con dolor de panza con vómito y diarrea, no voy a saber si fue por el choripán o es un signo de alarma. Debe hacer reposo, un reposo relativo porque el dengue entre las cosas que tiene es que baja las plaquetas, las plaquetas son las encargadas de la coagulación en la sangre y a lo mejor un golpe mínimo tonto, que a veces no me producía nada, como tengo mala coagulación de la sangre puede generarme una gran hemorragia, entonces debo estar atento a eso en el tratamiento.




Por Griselda Acuña
interior@elterritorio.com.ar


 


 


Fuente: El Territorio



 

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