05/01/2024

El comediante reconocido por su personaje “Rulo Espínola” fue descubierto sin signos vitales poco después de las 20 de este jueves en Posadas


El actor comediante, licenciado en Comunicación Social y actual subsecretario de Discapacidad del Ministerio de Desarrollo Social provincial, Fernando Raúl Rosa, de 41 años, fue hallado sin vida este jueves por la noche, poco después de las 20, en un departamento de la avenida Aguado a cien metros de Tambor de Tacuarí.


Fernando Raúl Rosa nació el 21 de enero de 1982 en Posadas. Hijo de Buky Rosa y María Celeste Benítez, era humorista, actor, director de teatro y licenciado en Comunicación Social.  “Rulo Espínola”, personaje ficticio de su autoría, concentraba la idiosincrasia regional en un monólogo divertido y ameno.


Hombre tranquilo y de recursos humildes pero rico en picardía y simpatía, Fernando se ganó el cariño y reconocimiento de los espectadores que lo vieron en distintos escenarios de la provincia. Fue reconocido como el “Premio Revelación” del Festival de la Música Nacional del Litoral 2015.


De chico, Fernando quería ser muchas cosas: bombero, policía y también médico. “En realidad no era consciente de lo que quería”. Pero, lo que nunca imaginó es que de grande sería un gran humorista.


Creció jugando entre las butacas y los telones de los teatros más conocidos de Posadas. Su padre, el director y actor, Buki Rosa siempre lo llevaba a los ensayos y a las obras “porque no tenía dónde dejarme”, recordó Fernando, entre risas, en una charla con PRIMERA EDICIÓN allá por noviembre del 2019. Y así fue ingresando “inconscientemente a este mundo que va de la mano de papá, desde siempre”.


El humor estuvo en Fernando desde muy chiquito. “Tuve una infancia difícil, nací con un problema físico, una patología que me llevó a pasar por trece cirugías para que hoy pueda estar parado y pueda caminar”, había afirmado.  “No apoyaba los talones, me tuvieron que hacer operaciones correctivas. Y eso me llevó a estar en lugares donde necesariamente el humor tiene que entrar, sino se hace muy difícil y reírte de vos mismos hace que las cosas se vean menos complicadas”.


También había contado que en su infancia “la palabra bullying no existía. Pero, los chicos no lo hacen de malos, ellos preguntan y se ríen por como uno camina. Y ahí tenés dos posibilidades; te quedás en el lugar de la víctima o te reís de vos mismo. Y al reírte desactivás al otro, porque se da cuenta que ya no te molesta”.


Hoy el teatro y el humor misionero están de luto, por la pérdida de un ser que dio muchísimo a su público, su familia y sus amigos.



Fuente: Primera Edición - El Territorio

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