21/04/2018

Un hombre de 37 años que iba a hacer de testigo en el juicio de la banda narco Los Monos fue asesinado a tiros en la puerta de su casa por un grupo de sicarios, que arribaron al domicilio en dos vehículos y abrieron fuego con una ametralladora.


Los sicarios también dispararon contra su esposa y su nene de 8 años, pero lograron salir con vida.


Rosario vive una seguidilla de muertes relacionadas con quienes tengan que ver con los narcos. El lunes, en la localidad de Granadero Baigorria, fueron ejecutados tres individuos adentro de un auto. Uno de ellos, Ezequiel “Parásito” Fernández, también estaba ligado a Los Monos. Se encontraba prófugo de la Justicia desde el año pasado, cuando se comprobó su participación en un secuestro extorsivo planificado desde la cárcel por Ariel “Guille” Cantero, uno de los líderes de esta organización.


Cristian Reynoso, acribillado la tarde de este jueves en el barrio Saladillo, fue uno de los testigos presentados por los abogados defensores en la reconstrucción del crimen de Diego “Tarta” Demarre, el dueño de Infinity Night, boliche en el que en 2013 fue asesinado Claudio "El Pájaro" Cantero.


Según contaron vecinos del pasaje King, una calle de no más de tres cuadras que desemboca en Dinamarca, Reynoso caminaba por allí rumbo a su casa cuando de pronto una moto dobló por la esquina de King y la cortada Moliere. Alguien le gritó algo y el hombre, acorralado, intentó correr. Pero no alcanzó a escapar: una ráfaga de ametralladora comenzó a contarle los pasos y las huellas de los disparos quedaron en el asfalto de King como tatuajes. Un segundo después apareció un vehículo de apoyo que también encerró a la víctima.


La corrida con la que el hombre quiso escaparle a la muerte no llegó a 50 metros. En esos pocos segundos que lo separaban de su casa, donde tenía habilitado un kiosco, pudo ver a Joana S. y al niño que según vecinos "estaban tomando mate en la puerta, como otro montón de gente que estaba en la calle".


Mientras Joana y Dilan se tiraban al piso, de la moto bajó quien iba como acompañante "con una metralleta" y del auto que servía de apoyo descendieron dos hombres. Así, los múltiples testigos vieron que eran tres personas las que tiraban contra Reynoso. No pretendieron rematarlo, sino que unos segundos después subieron a los vehículos y huyeron por Dinamarca en dirección a avenida del Rosario para perderse entre las cortadas y el acceso sur.


"Como cohetes"


"Fueron como treinta balas, no sé, era una detrás de otra. Como cohetes", dijo una vecina que aún estaba nerviosa ya entrada la noche.


Reynoso quedó tendido sobre unas cubiertas de camión que están en la puerta del kiosco. "El muchacho estaba herido y se quería levantar pero no podía", dijo otra vecina. Según fuentes de la investigación el niño recibió una bala en el pie derecho mientras que Joana resultó herida de un tiro en su pómulo izquierdo.


Los pesquisas pudieron establecer que los dos hombres que fueron en persecución de la víctima se trasladaban en una moto de 125 centímetros cúbicos color rojo y que el auto que sirvió de apoyo y del cual también dispararon era un Fiat Siena blanco.


Un testigo declaró que del auto se bajó una persona mientras el conductor mostraba a los vecinos, a través de la ventanilla, un arma de fuego tipo ametralladora. Y que luego con ese arma efectuó una serie de disparos sobre la vivienda y sobre Reynoso.


En el barrio fue todo corridas y persianas bajas. Joana intentaba entrar con el niño a la casa y gritaba por ayuda. Finalmente unos vecinos los cargaron en el auto de Reynoso y los trasladaron a los hospitales.


Anoche en la puerta del Provincial había familiares de las víctimas en total silencio. "Parece que pasaron dos en moto y balearon la casa. No sabemos nada más", fue lo único que atinaron a decir, además de comentar que Joana estaba en el quirófano.


"Nada raro"


En ese sector de la zona sur, en los confines del barrio Saladillo, los tiros no son novedad. Un vecino que pudo ver las vainas servidas arriesgó que eran "calibre 40 y 9 milímetros". En la misma sintonía, otro que vio a los tiradores aseguró que "tenían una metra, una 9 y una 40. Le dieron con todo y habrán estado menos de un minuto", una eternidad.


Según señalaron algunos vecinos Reynoso vivía allí junto a Joana y el niño desde hacía unos cuatro meses y en el barrio nadie expresó quejas de ellos. "Es una familia común y en el kiosco vendían cervezas, golosinas. Nada raro".


Sin embargo, la casa baleada no tenía buena fama anteriormente. "Ellos llegaron y arreglaron todo. Pintaron y revocaron y pusieron el negocio, pero antes ahí se vendían drogas. Por ahí se confundieron los que tiraron", se animaron algunos a contar en voz baja.


La investigación del violento episodio ocurrido en jurisdicción de la comisaría 11ª quedó en manos de la fiscal de Homicidios Marisol Fabbro, quien ordenó las pericias de rigor en el lugar y el relevamiento de cámaras de vigilancia con el objeto de obtener información sobre los homicidas. Asimismo dio intervención al Gabinete Criminalístico de la PDI para el levantamiento de rastros.


En ese contexto trascendió que entre el pasaje King y la puerta de la casa se levantaron más de cuarenta vainas servidas calibre 9 milímetros que "se enviaron a peritar", señalaron voceros de Fiscalía que no descartaron la posibilidad de que hayan sido disparadas por una ametralladora.


73 homicidios. Se registraron en lo que va del año en el departamento Rosario. A esta altura del año pasado se contaban 49.


Imputaron al anestesista del terror: habría abusado de 34 niños


La Justicia de Mendoza imputó por abuso sexual de seis niños al anestesista Jorge Maddio, aunque se detectaron videos que muestran que en realidad habría incurrido en al menos un total de 34 vejaciones.


Así lo confirmó en conferencia de prensa el fiscal adjunto Jorge Nazar, quien aseguró que esa es la cantidad de videos en los que se puede ver en los que el médico abusa de por medio de tocamientos a menores de edad mientras se encuentran anestesiados.


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Nazar, en conferencia de prensa, explicó que con el análisis de los dispositivos de Maddio, quien se encuentra detenido desde el mes pasado, "la causa ha avanzado", aunque puede hacerlo en mayor medida.


Es así que Maddio, de 56 años, que ya estaba acusado de "producción de pornografía infantil" en dos casos, pasó a sumar nueve hechos por ese delito, y a ser acusado de seis en "abuso sexual gravemente ultrajante".


El funcionario sostuvo que para avanzar en la causa, que está a cargo del fiscal Alejandro Iturbide, se contactó a los familiares que aparecen en las filmaciones, aunque por el momento sólo los padres de seis menores decidieron continuar el camino legal para acusar al anestesista.


Según explicó, en los dispositivos analizados hasta el momento, se detectaron 3,8 millones de archivos de imágenes de pornografía infantil, 34 de las cuales eran protagonizadas por el propio Maddio, mientras se advierte que aún resta revisar otros dispositivos que se les secuestraron al médico, como ser PCs.


"Se le ha exhibido los videos a los padres y seis decidieron instigar acciones penales", contó el fiscal.


La mayoría de los casos de abuso sexual filmados, 33 de ellas con niñas como víctima, se dieron en el Hospital Notti, de la ciudad de Mendoza, aunque también hay casos en la Clínica Francesa y en Centro Oftalmológico.


En tanto, Maddio permanecía internado en el Hospital El Sauce bajo custodia policial, luego de sufrir un colapso psiquiátrico con ataques de pánico cuando lo imputaron por pornografía infantil a fines de marzo.


 


 


Fuente: La Capital - Télam

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