20/04/2018

En las últimas horas, la Policía de Córdoba desbarató a una banda que utilizaba disfraces de mecánicos para cometer una insólita estafa en la vía pública.


Según se investiga, los delincuentes estaban organizados en roles que cumplían de manera precisa y que tenía como objetivo que un automovilista creyera que tenía su vehículo roto y así generar un falso arreglo. Tan absurdo como real.


¿Cómo operaban? En un semáforo, casi siempre en el Centro o en barrio General Paz, de la ciudad de Córdoba, al desprevenido conductor un peatón "casual" le hacía señas como si tuviera un visible desperfecto mecánico.


A la cuadra siguiente, otro peatón "casual" volvía a hacerle señas al mismo conductor.


 Y hasta un tercero también le indicaba que una rueda estaba a punto de salirse.


Así, el conductor terminaba por frenar, momento en que, oh casualidad, aparecía en la vereda una persona vestida con el mameluco de mecánico que decía que acababa de salir de trabajar y podía ayudarlo.


Recién en ese momento, comenzaba la parte crucial de la estafa.


“La verdad es que uno se sorprende por las nuevas modalidades para asaltar a la gente”, indicó el comisario inspector Martín Pinto, jefe del Cuerpo de Vigilancia Especial, al portal Vía País Córdoba.


“El mecánico trucho se le acerca al conductor, como si lo hubiera visto por casualidad, y le ofrece ayuda. Simula entonces revisar el auto y saca la rueda con las propias herramientas de auxilio que hay en el vehículo. Lo que la víctima no sabe es que, entre sus ropas, el mecánico lleva repuestos rotos y le hace creer al conductor que los acaba de sacar del vehículo“, relató Pinto.


En ese momento, aparecía otro integrante más de la banda, que decía ser el dueño de un taller de la zona que acaba de cerrar, pero de manera gentil se ofrecía a ir hasta su negocio a buscar los repuestos necesarios.


La simulación era perfecta. El hombre regresaba con los supuestos repuestos, el falso mecánico hacía de cuenta que terminaba por arreglar el vehículo que en realidad nunca había sido tocado por nadie y todos pasaban a cobrar esa enorme cadena de favores.


Según el jefe policial, hace pocos días, tres monjas que iban en un auto y cayeron en el ardid terminaron por desembolsar 20 mil pesos.


Según informó la Policía, el martes último fueron detenidos dos sospechosos de 39 años y nacionalidad peruana, que fueron sorprendidos in fraganti y habrían querido coimerar a los policías que los detuvieron en pleno Centro.


Quedaron detenidos por “tentativa de estafa” y “cohecho” por orden del fiscal Rubén Caro.


 


 


Fuente: La Voz del Interior

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