Los gastos en consumos online y el turismo, entre los permanentes y los esporádicos, definen un nivel de poder adquisitivo que escapa a la línea de la pobreza.
El consumo de ofertas por internet y el turismo de argentinos al exterior son dos de los rubros que orientan sobre qué volumen de argentinos están en condiciones de zafar, parcial o totalmente, de la motosierra del Gobierno de Milei sobre el poder adquisitivo de los ingresos de gran parte de la población.
En casi todas las provincias, en 2024, el salario promedio de los trabajadores registrados privados perdió poder adquisitivo (es decir que su sueldo les alcanzó para adquirir menos productos y servicios) respecto de 2023, según datos del Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial (OEDE) de la Secretaría de Trabajo de la Nación.
Falta una semana para la principal fecha del comercio electrónico online del año: El Hot Sale, que es cuando más cantidad de tarjetas de crédito de la existencia actual de 40 millones, entran en acción.
Las otras dos más importantes del calendario de descuentos y promociones por internet son: el Black Friday y el Cyber Monday, que se realizan en forma consecutiva y se complementan como antesala de las fiestas de fin de año.
Para tener una idea del consumo que movilizan, el último Hot Sale atrajo a más de 3.6 millones de potenciales compradores a la web oficial www.hotsale.com.ar.
Según un trabajo de investigación en la universidad Siglo XXI, el 65% de los encuestados participa de estos eventos comerciales, pese a que el 70% de éstos considera desmotivante que en estas fechas se perciba un aumento de los precios con antelación a las promociones.
Escapadas de compras
Por el lado de los viajes fuera de las fronteras, el INDEC registró el verano último más de 3,7 millones, con un incremento mayor al 50% de incremento que en el período estival de 2024, al que se agrega el casi millón 300 mil que cruzó a países limítrofes nada más que para hacer compras.
Podría haberse interpretado que el aumento respecto del año pasado obedeció a una mejora en los ingresos, de no haber sido que, simultáneamente, la entrada de turistas del extranjero se redujo un -30,7% y la explicación no es otra que Argentina se tornó más cara en dólares que el vecindario regional.
Además, el nivel de los viajeros quedaría determinado por los principales destinos a los que fueron: Brasil (32,8%), seguido por Chile (22,9%) y Uruguay (16,3%).
El otro parámetro de ponderación es que de los 2.599.600 en total contabilizados, el 66,7% salió del país por la vía terrestre; el 24,2% lo hizo por vía aérea; y el 9,1% optó por la vía fluvial/marítima.
Recomposición de clases sociales
De acuerdo con la pirámide socioeconómica elaborada por la consultora W, dirigida por Guillermo Oliveto, sólo el 22% de la población (la clase alta y la media alta) dispondrían de recursos como para consumir viajes.
Un 35% quedaría excluido por estar abajo de la línea de pobreza.
Significa que un 43% militaría en las clases medias bajas cuyos ingresos se ubican entre $1.750.000 y $2.100.000 mensuales.
Asalariados formales regidos por convenios, monotributistas de categorías de la mitad hacia arriba, comerciantes, que cobran por encima del costo de la canasta general, aunque tengan que afrontar costos de vivienda, jubilados de escalas superiores y «de privilegio» podrían tener excedentes eventuales o «tarjetear» para “permitidos”, como cibercompras o escapadas.
Oliveto escribió en La Nación: «El índice que mide globalmente la distribución del ingreso –el coeficiente de Gini– fue mejor, sin dudas, al del primer trimestre de 2024, cuando se llegó a un valor de desigualdad peor que el de Paraguay o Ecuador».
Estudioso de la movilidad de clases sociales, diferenció:
La clase alta, aun asumiendo que ahora debe controlar sus gastos al detalle, se siente fuera de peligro. Recuperó la posibilidad de proyectar. Se está “poniendo al día.
La clase media alta logró atravesar el cimbronazo del año pasado sobre sus gastos fijos –colegio privado, expensas, combustible, prepagas, luz, servicios– y hoy “llega”. Con lo justo, pero “llega”. Sabe que no se puede equivocar porque no le sobra “nada”, pero “ya cruzó”.
La clase media baja dice que “no compra primeras marcas de nada” y que ya está viendo degradación en su consumo, porque “el mes termina el día 20″. Resignada, se conforma con no caer en la marginalidad.
El consumo, barómetro del bienestar
La franja social intermedia asocia la idea de estar bien con la posibilidad de consumir, lo cual se vincula de modo directo y lineal con la disponibilidad, con la capacidad de concretar sus deseos, sostiene.
Según la época, se modifica el qué consumir y el año tiene instancias claves, además de las fiestas y las vacaciones, como el Día de la Madre, Día del Niño, del Padre, San Valentín, entre las principales, además de los eventos como el Hot Sale, el Cyber Monday y el Black Friday.
Como a la mayoría de los consumidores no le sobra el dinero, no se comportan como en décadas pasadas, donde predominaba la lógica de un mercado de oferta:
“Las nuevas generaciones, como los millennials, centennials y la generación alfa, demandan experiencias, autenticidad, transparencia y valores que conecten con su identidad”, indicó Mariela Mociulsky, CEO de Trendsity-.
En este contexto, el reflejo del consumo se ve en el contraste entre el que se hace entre el que se realiza por internet y el general.
Mientras el masivo arrastra retrocesos desde hace más de un año, medido por las ventas de los supermercados y autoservicios, el online registró en 2024 un incremento excepcional del 181% en facturación respecto al año anterior, acompañado por un significativo aumento del 176% en el ticket promedio de 2024, de acuerdo con datos del reciente informe anual de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE).
Facturación
En ese aspecto, cobra relevancia el comportamiento de una plataforma especializada, que mostró un extraordinario aumento en la facturación total, con una variación del 104,53% entre los primeros trimestres de 2024 y 2025.
Registró «un incremento en la cantidad de comprobantes emitidos del 30,68% en el primer trimestre del año en comparación con el mismo período del año anterior. Además, el ticket promedio creció considerablemente, pasando de $32.420 en 2024 a $50.716 en 2025, lo que representa un aumento del 56,45%», afirma Lorena Comino, CEO de Facturante.
Las provincias con mayor volumen de transacciones han sido: Buenos Aires (30,40%), Ciudad Autónoma de Buenos Aires (18,31%), Córdoba (5,31%), Santa Fe (4,63%) y Neuquén (2,06%), consolidándose como plazas clave para el comercio electrónico nacional.
El informe anual de CACE destaca que el 42% de las ventas en 2024 se concentraron en AMBA, seguido por el resto de la provincia de Buenos Aires (17%) y la región del Litoral (13%), lo que indica un amplio margen para la expansión futura hacia otras regiones menos explotadas, como NOA (7%) y Cuyo (5%).
Las categorías más populares incluyen productos para el hogar, electrodomésticos, artículos deportivos, cosmética y perfumería, indumentaria, accesorios para autos y motos, productos infantiles y materiales de construcción.
Fuente: NA