18/10/2020

El toque de queda nocturno durante cuatro semanas fue la medida ante el aumento de los casos de coronavirus. París no conocía un toque de queda desde 1961.


París quedó silenciosa y sus calles, vacías, con negocios, restaurantes y barres cerrados, a raíz del toque de queda que comenzó a regir anoche a partir de las 21 tras el aumento de casos de coronavirus en Francia, que ayer batió el récord de 32.000 contagios en un día.


Ante la imparable segunda ola de coronavirus, el Gobierno del presidente Emmanuel Macron decretó el miércoles pasado una nueva emergencia sanitaria para todo el país.


Se trata de segunda emergencia sanitaria desde el inicio de la pandemia, la primera fue entre el 17 de marzo y el 11 de mayo, cuando el Gobierno impuso el confinamiento.


En esta ocasión, la medida principal es el toque de queda nocturno, de 21 a 6 horas durante cuatro semanas, en las nueve ciudades más afectadas, entre ellas, la capital francesa.


París no conocía un toque de queda desde 1961, año en que, durante la guerra de Argelia, el Ejecutivo lo decretó para los trabajadores musulmanes argelinos.


El Barrio Latino, uno de los lugares más bulliciosos de París, frecuentado por los estudiantes y los turistas, se vació rápidamente para las 21, informó la agencia de noticias AFP.


Las autoridades desplegaron un refuerzo de 1.350 policías y gendarmes para hacer aplicar el nuevo dispositivo en París y su periferia inmediata, pero anoche no hubo infractores ni multas.


Los locales de comida para llevar eran los únicos abiertos y por las calles circulan casi exclusivamente las motos y bicicletas de los repartidores y los colectivos nocturnos, en su mayoría casi vacíos.


Además de París, el toque de queda concierne las ciudades de Lyon (centro este), Lille (norte), Toulouse (suroeste), Montpellier (sur), Saint-Etienne (centro), Aix-Marseille (sur), Ruan (norte) y Grenoble (sureste).


Desde el inicio de la pandemia, Francia registra 876.342 infectados y 33.325 muertos.

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