27/07/2020

El presidente Alberto Fernández pidió este lunes "no aflojar" y que no "dividan" al Gobierno de los trabajadores, y reiteró su propósito de que la CGT y la CTA logren la "unidad" en una sola central obrera, al encabezar por videoconferencia la apertura del plenario nacional de la Central de Trabajadores de la Argentina.


"Tenemos que estar más juntos que nunca", aseveró el mandatario, quien puso como ejemplo la "unidad política" que logró el Frente de Todos con la vicepresidenta Cristin Kirchner y el titular de la Cámara baja, Sergio Massa, el año pasado, cuando le ganaron a Mauricio Macri, de Juntos por el Cambio.


Además, el jefe de Estado insistió en la necesidad de "reescribir la economía pensando en un gran acuerdo" en el que todos los sectores sean "actores y partícipes y donde todos ganen".


"No hay que aflojar, que no nos dividan, que no nos separen", reclamó Fernández y reiteró su frase "primero los últimos", del 10 de diciembre, al asumir, e instó a "hacer todo lo necesario para sacar de la pobreza a los argentinos y devolverles la dignidad a los que han perdido el trabajo".


En paralelo, al encabezar por videoconferencia la apertura del Plenario Nacional de la CTA, junto a su titular, Hugo Yasky, el Presidente expresó: "Me encantaría que así como pudimos lograr la unidad política con Cristina y Sergio, pudiera lograrse la unidad de los trabajadores. Porque tenemos que estar más juntos que nunca”.


“Alberto sabe perfectamente bien a quién representa, y cuento con ustedes y ustedes conmigo, porque el primer compromiso lo tengo con los que me votaron. Y de eso no deben dudar. Cuando nos convencieron que no podíamos convivir con nuestras diferencias, nos gobernó (Mauricio) Macri”, dijo.


En esa línea, enfatizó: “No debemos dividirnos más y, si la coyuntura nos divide, ya habrá tiempo para juntarnos. Pero que no nos hagan equivocar, que no nos enfrenten".


"Sepan que acá tienen un compañero, que eventualmente ejerce la Presidencia, pero que nunca se olvida que es un compañero de todos ustedes”, reafirmó e indicó que sabe que lo "acusan de dialoguista", pero afirmó que "las decisiones hay que construirlas no imponerlas".


En otro tramo de su discurso, Fernández dijo que la "hoja de la economía está en blanco y tenemos que reescribirla con un gran acuerdo en el que todos seamos actores, partícipes, y todos ganemos", en vez de "un acuerdo en el que algunos ganan la gran tajada y otros se llevan los restos".


El Presidente, en ese plano, propuso un "acuerdo sobre qué país" queremos y manifestó su propuesta: "Queremos construir un país integrado en el que todos tengamos voz, donde todos votemos, y un país que podamos reconstruir de nuevo”.


Más adelante, el Presidente sostuvo que se propuso la "obligación de preservar las empresas y las fuentes de trabajo, y que aquel que esté trabajando tenga la seguridad de que el Estado ayuda a pagar los sueldos a su empleador”.


"Estamos viviendo un tiempo difícil y único en la Argentina y en el mundo que nos obliga a repensar el presente y el futuro -reflexionó-. Nadie sabe a ciencia cierta dónde está el final de esta enfermedad que nos toca vivir, pero tenemos que integrar a todos los sectores de la sociedad”.


En otro pasaje de su discurso, advirtió: "Créanme, es una gran tentación tener la lapicera para firmar decretos. Pero lo que más quisiera es un acuerdo para definir qué sociedad queremos construir".


En esa dirección, el Presidente propuso un "país integrado, donde todos tengamos voz, un país que podamos reconstruir de nuevo y repensarlo. Y allí los dirigentes gremiales tienen mucho que hacer".


"Los de la CTA son auténticos dirigentes sindicales. Tienen gremios importantísimos, como, por ejemplo, el gremio de la educación. Porque la riqueza de las naciones está en la educación y también la representación de los trabajadores del Estado", concluyó Fernández.

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