07/01/2020

El vicegobernador Carlos Arce hizo hincapié en la importancia nutricional. “No se trata sólo de llenar la panza”, señaló. Un equipo técnico evalúa las raciones y efectúa consejos para mejorar.


Desde hace más de dos meses en Misiones se llevan adelante las acciones para cumplir con lo que establece la Ley de Emergencia Alimentaria. La normativa tiene una vigencia por 24 meses y cuenta con una serie de programas destinados a garantizar la asistencia a los sectores más vulnerables, bajo la supervisión de un consejo que lo integran funcionarios y organizaciones sociales. El vicegobernador de la tierra colorada, Carlos Arce, indicó que ya hay 115 mil beneficiarios y que el número se ampliaría debido a que quedan pendientes los convenios con los municipios.


Al respecto, en conversación con Radio República, el funcionario provincial recordó que se delinearon cuatro estrategias de trabajo.


En este sentido, remarcó que “seguimos trabajando y Misiones es la primera provincia en ejecutar la ley”. A la vez, sostuvo que una de las líneas de trabajo está asociada al “aumento de las cocinas centralizadas”. “El objetivo es llegar con platos de comida al beneficiario”, dijo.


Asimismo, detalló que “la cocina centralizada tenía -hasta este momento- 31.000 beneficiarios y se aumentó esa cantidad. Hasta hoy de esos 31.000 llevamos incorporados 38.000 beneficiarios más. Eso es bueno”. Se trata de tres cocinas que funcionan en Itaembé Miní, Santa Rita y Miguel Lanús.


En este punto, explicó que desde el consejo asesor brindan las ubicaciones y la cantidad de comensales; como así también los responsables de los comedores. “A través de un relevamiento vamos entregando las ollas; esto es a través de la georreferencia que nos dan con todos estos datos”, dijo.


En lo que refiere a la comida, el vicegobernador manifestó que “la comida la probé, pero lo que me falta probar es en el lugar, en los comedores”.
Comentó que “desde la semana pasada está trabajando un equipo técnico independiente que está conformado por el Colegio de Nutricionistas, el Colegio de Trabajadores Sociales y pasantes de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la UNaM”.


Apuntó que “se trata de un equipo técnico que acompaña no sólo con probar la comida sino también con talleres en caso de que sea necesario”. Agregó que “lo que se le pide es un informe cada fin de mes de lo que están haciendo”.


Subrayó que “se trata de un acompañamiento porque lo que necesitamos saber es la valoración del estado nutricional; por eso si es necesario se dictan talleres en los mismos comedores”.


Finalmente agregó que el objetivo es “que esto sirva para mejorar el estado nutricional y alimentario, no es sólo una cuestión de llenar la panza”.


 


Fuente: Primera Edición

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