La Secretaría de Salud de la Nación advirtió que hay circulación viral de la enfermedad en Santa Fe, Salta, Misiones y Formosa. Hay 28 casos autóctonos y 7 con antecedente de viaje. La fiebre amarilla también preocupa por los casos en Brasil.

La Dirección Nacional de Epidemiología advirtió que hay circulación viral de dengue en el país y emitió un alerta epidemiológico por los 28 casos autóctonos confirmados hasta el momento en Santa Fe, Salta, Formosa y Misiones. El sistema de salud nacional también levantó la guardia contra la fiebre amarilla por los casos en los estados brasileño de San Pablo y Paraná (también se detectó el virus en monos en las zonas selváticas del estado de Santa Catarina).

“Se insta a los equipos de salud a intensificar la vigilancia epidemiológica de casos y sensibilizar la sospecha clínica de dengue y otros arbovirus, entre ellos fiebre amarilla, en personas que hayan estado en áreas de riesgo”, se recomienda en el comunicado.

El último boletín epidemiológico de la cartera sanitaria, que no incluye la actualización que el Ministerio de Salud de Santa Fe realizó este jueves, indica que hay transmisión localizada del serotipo 1 de dengue (DEN-1) en la ciudad de Santa Fe y en las localidades salteñas de Orán y Tartagal. “También se registran casos aislados de virus dengue serotipo DEN-1 en Puerto Iguazú (Misiones), en la ciudad de Buenos Aires, y en Ingeniero Juárez (Formosa)”, precisa el informe.

En total son 28 casos confirmados que no registran antecedente de viaje. Además, hay 7 casos positivos de dengue en personas que viajaron a zonas en las que la enfermedad es endémica, como Brasil, Paraguay y Bolivia. La Secretaría de Salud informó que no se detectaron casos de otros arbovirus (virus que transmiten artrópodos, como los mosquitos) que producen enfermedades como zika y chicunguña.

Fiebre amarilla

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que Brasil atraviesa el período estacional de mayor transmisión de fiebre amarilla. “La expansión del área histórica de transmisión de la fiebre amarilla hacia áreas consideradas previamente sin riesgo ocasionó dos olas de transmisión: la primera en 2016-2017, con 778 casos en humanos (262 defunciones); y la segunda en 2017-2018, con 1.376 casos en personas (483 defunciones)”, precisó la Secretaría de Salud de la Nación.

Durante la primavera y lo que va del verano se confirmaron 12 casos en Brasil, incluidas 6 defunciones, en los municipios de El Dorado (9 casos), Jacupiranga (1 caso), Iporanga (1 caso) y Cananeia (1 caso), todos ellos en el sur del estado de San Paulo, en su mayoría trabajadores rurales. La Secretaría de Salud del estado de Paraná informó que los exámenes realizados en los monos muertos en Antonina, en el litoral de Paraná, también resultaron positivos para fiebre amarilla.

“Estos casos, así como la confirmación de circulación viral en el estado de Paraná y varias sospechas de epizootias en monos cercanas a nuestra frontera (no confirmadas), marcan el inicio de lo que podría ser una tercera ola y la progresión del brote hacia el sudeste y sur del país. Esta situación configura un aumento del riesgo para las áreas limítrofes de Argentina, fundamentalmente las provincias de Misiones y Corrientes, las que comparten similares condiciones eco-epidemiológicas y para viajeros que visiten Brasil y no estén vacunados”, indicó la Secretaría de Salud.

Las personas que van a viajar a zonas de Brasil en las que se reportaron casos (la zona de playas de Río de Janeiro —sobre todo Angra Dos Reis—, por ejemplo, y también de San Pablo) deben vacunarse. El Calendario Nacional de Vacunación contempla una dosis de la vacuna para niños y niñas de 18 meses que viven en la provincia de Misiones y Formosa y algunos departamentos de Corrientes, Chaco, Salta y Jujuy, con un refuerzo a los 11 años. La vacuna debe aplicarse preferentemente 10 días antes de la fecha de viaje y una sola dosis es suficiente para protegerse a lo largo de toda la vida. En el caso de los viajeros, la vacunación debe indicarla el médico en forma individualizada según el riesgo real de infección en el área a visitar y las condiciones personales.

Fuente: El Litoral