Una mujer con alteraciones psiquiátricas quemó un complejo edilicio en París. Hay al menos 10 muertos y decenas de heridos. Fue detenida y enviada a un neuropsiquiátrico.

La sospechosa de haber causado un incendio en un edificio de París, en el que murieron 10 personas y 37 resultaron heridas, fue ingresada en la división psiquiátrica de la Prefectura de la Policía de la capital francesa.

Fuentes judiciales indicaron que fue sometida a un examen médico y de comportamiento, tras lo cual su detención fue suspendida y se dictaminó su traspaso al centro médico.

La mujer, de alrededor de 40 años, fue arrestada en una calle cercana al lugar del drama pocos minutos después de que ocurriera, cuando, en estado de embriaguez, trataba de prender fuego a papeleras y a un vehículo estacionado.

Era conocida en el inmueble incendiado por su adicción al alcohol, sus antecedentes y su inestabilidad psíquica, que en varias ocasiones la habían llevado a ser internada en psiquiátricos.

Los testigos aseguraron ayer que durante la noche del lunes puso la música alta, lo que motivó que otro vecino, bombero de profesión, acudiera a quejarse por el intenso ruido.

Según los testimonios, hubo gritos e intercambio de insultos. La vecina comenzó a lanzar objetos por la ventana y amenazó con provocar un incendio.

La Policía acudió, pero no consideró necesario intervenir, ya que el vecino se había ido a dormir a otro lugar.

Poco después se desató el fuego, que comenzó en la segunda planta del edificio y se propagó por todo el inmueble a gran velocidad.

Diez muertos y 37 heridos, uno de ellos de gravedad, era anoche el saldo provisorio del incendio en el complejo. El siniestro obligó a la evacuación de otros dos predios, informaron medios locales .

El hecho ocurrió en un edificio de ocho pisos ubicado en el oeste de París, construido en la década de 1970.

Por la alta combustibilidad de los materiales, las llamas se extendieron rápidamente por distintos departamentos. El intenso humo terminó haciendo el resto y convirtió el lugar en una verdadera trampa mortal.

Era la noche del lunes cuando el inmueble ubicado en la calle Erlanger, junto al bosque de Bolonia, comenzó a arder y fueron necesarias más de cinco horas y el trabajo de 250 bomberos para controlar todo el desastre.

“Escuché a una mujer gritar en la calle, llorando y pidiendo ayuda”, señaló Jacqueline Ravier, quien vive al otro lado de la calle.

Según su relato, vio a un joven ennegrecido por el humo y a una mujer inmóvil en el piso.

“Fue sorprendente cuánto duró el fuego”, apuntó otra testigo.

Según precisó el informe de los bomberos, las llamas se propagaron con una inusitada velocidad y “ganaron” rápidamente todo el edificio, que terminó devastado, al punto de que los técnicos temen que las plantas superiores, las más afectadas, puedan derrumbarse de un momento a otro.

Luego de haber sido aplacado el fuego, las personas evacuadas de edificios aledaños pudieron, finalmente, volver a sus casas.

Bomberos heridos

Christopher Castaner, ministro del Interior, aseguró en el lugar de la tragedia que ocho bomberos resultaron heridos durante las tareas de extinción del fuego.

Las labores de rescate permitieron salvar la vida de medio centenar de personas que, para escapar, se agolpaban en las ventanas y en el tejado del edificio.

En total, los bomberos rescataron a 50 personas, incluidas 12 que estaban refugiadas en la terraza del edificio y que fueron evacuadas con cuerdas.

A través de la red social Twitter, el presidente francés, Emmanuel Macron, envió sus condolencias a los familiares de las víctimas y rindió homenaje al trabajo de los bomberos.

Se trata del incendio más mortífero en la capital francesa desde el provocado en agosto de 2006 en un edificio del distrito 13, cuyo autor no fue identificado y que causó 17 muertos, 14 de ellos niños.

Cinco meses antes, 24 personas habían fallecido como consecuencia del fuego en un albergue de inmigrantes situado en el centro de la ciudad, el más grave tras la Segunda Guerra Mundial.