23/01/2019

El jefe del Parlamento -de mayoría opositora-, Juan Guaidó, se autoproclamó como "presidente encargado de Venezuela" para buscar la salida del poder del mandatario Nicolás Maduro, ante una multitud de seguidores en Caracas.
 
El jefe del Parlamento, el joven opositor Juan Guaidó, se proclamó como presidente interino de Venezuela para presionar la salida del poder del mandatario Nicolás Maduro, tras lo que fue reconocido por Estados Unidos y varios países de América Latina.


"Juro asumir formalmente las competencias del Ejecutivo Nacional como el presidente encargado de Venezuela para lograr el cese de la usurpación, un gobierno de transición y tener elecciones libres", dijo desde la tarima, con la mano en el pecho, ante una multitud de seguidores en el este de Caracas.


Ingeniero de 35 años que asumió la jefatura legislativa el pasado 5 de enero, Guaidó dijo estar facultado por la Constitución. "Hoy doy el paso con ustedes, entendiendo que estamos en dictadura", dijo, enardeciendo a la gente que gritaba: "Guaidó, amigo, el pueblo está contigo".


El jefe legislativo dijo contar con el apoyo del Parlamento -de mayoría opositora- y gran parte de la comunidad internacional, que considera "ilegítimo" el segundo mandato que inició Maduro el pasado 10 de enero, por considerar que fue reelegido en mayo en unos comicios fraudulentos.


El presidente Donald Trump fue el primero en reconocerlo "oficialmente", y luego siguieron los gobiernos de Brasil, Colombia, Peru y Canadá, y el secretario general de la OEA, Luis Almagro.


"Si Maduro y sus secuaces eligen responder con la violencia (...) todas las opciones están sobre la mesa para Estados Unidos con respecto a las medidas que se puedan tomar", dijo a los periodistas un alto funcionario en Washington.


La manifestación opositora era contrarrestada por otra muchedumbre de seguidores de Maduro, que se concentraba en otros sectores de la capital y el país para rechazar lo que denuncian como un golpe de Estado en curso orquestado por Washington.


 "Hoy los lacayos del imperio apoyados directamente desde Estados Unidos dicen que hasta hoy es presidente Nicolás Maduro (...) Vénganse para (el Palacio presidencial de) Miraflores que aquí los esperamos", dijo el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, ante la multitud de oficialistas.


"Temo por nuestra gente"


Poco antes de la autoproclamación de Guaidó, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ, de línea oficialista) ordenó a la Fiscalía investigar penalmente a los integrantes del Parlamento, al acusarlo de usurpar las funciones de Maduro.


Al concluir su discurso, periodistas en la tarima le preguntaron a Guaidó si temía que lo detuvieran: "No, temo por nuestra gente que la está pasando muy mal", respondió.


Las manifestaciones ocurren en medio de la peor crisis en la historia moderna del país petrolero, que sufre escasez de alimentos y medicinas y la hiperinflación. Según la ONU, 2,3 millones de venezolanos han emigrado desde 2015.


"Yo tengo la fe y esperanza en Guaidó, un chamo (muchacho) joven que nos puede ayudar a seguir adelante, necesitamos apoyo internacional, que nos vean, nos escuchen fuera", dijo a la AFP en la concentración Florangel Rodriguez, de 49 años.


A menos de un kilómetro, en una concentración chavista, Gabriel García dijo estar "resteado" (comprometido) con Maduro: "Trump: aquí está el pueblo en la calle que no se va a doblegar", manifestó.


La marchas, primer gran pulso en las calles desde las protestas que dejaron unos 125 muertos en 2017, se desarrollan bajo tensión por disturbios que dejaron seis muertos entre la noche del martes y madrugada del miércoles en Caracas y otras ciudades del país.


Las manifestaciones coinciden con el 61 aniversario de la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Comercios y escuelas no abrieron y el tráfico vehicular era mínimo por temor a estallidos de violencia.


En Bolívar fue quemada una estatua del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013), quien fundó la revolución socialista venezolana que cumple dos décadas el 2 de febrero.


Antimotines lanzaron algunas bombas lacrimógenas en algunos sectores de Caracas, pero sin mayores incidentes.
 


Marchas y amnistía


Aunque la justicia lo declaró en desacato y anula todas sus decisiones desde 2016, el Parlamento, que considera a Maduro "usurpador", aprobó el martes dar amnistía a los militares que colaboren con un gobierno de transición.


Guaidó anunció que la oposición se está preparando para hacer una gran marcha en la primera semana de febrero.


"Ojalá esa familia militar se ponga del lado de esta Constitución, manifestó, al anunciar que la ley de amnistía se imprimirá el fin de semana.


Para el jefe legislativo, la fugaz sublevación militar del lunes demuestra que los llamados a los militares están teniendo eco.


Si bien la Fuerza Armada dice estar unida, según la oenegé Control Ciudadano unos 180 efectivos fueron detenidos en 2018 acusados de conspirar, unos 10.000 militares pidieron la baja desde 2015 y más de 4.000 desertaron de la Guardia Nacional en 2018.


La OEA, que declaró también la "ilegitimidad" del segundo gobierno de Maduro, analizará el jueves la situación de Venezuela.


Varios muertos en la previa de movilizaciones en Venezuela


Al menos cuatro muertos dejaron protestas y disturbios en Venezuela previo a las manifestaciones oficialistas y opositoras de este miércoles, primer gran pulso en las calles desde las violentas marchas de hace un año contra el presidente Nicolás Maduro.
 
Un joven de 16 años falleció la noche del martes en la popular barriada de Catia, en el oeste de Caracas, en tanto que otras tres muertes ocurrieron durante saqueos en el estado Bolívar, sureste, fronterizo con Brasil, según informes de la policía y el Observatorio de Conflictividad Social (OVCS).


Además, una estatua del fallecido presidente Hugo Chávez (1999- 2013) fue quemada en San Félix (Bolívar).


Miles de opositores marchaban a media mañana del miércoles para exigir a Maduro cesar lo que llaman la "usurpación" del poder, clamar por un gobierno de transición y elecciones.


Mientras, los seguidores del mandatario socialista, también miles, rechazaban lo que denuncian como un golpe de Estado en curso orquestado por Washington.


Comercios, escuelas, empresas e instituciones amanecieron cerradas y el tráfico vehicular era mínimo, bajo un clima de fuerte tensión. Aún están frescas en la memoria las violentas manifestaciones que dejaron unos 125 muertos entre abril y julio de 2017.


En una fecha histórica, cuando se conmemoran 61 años de la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, opositores y chavistas se concentran en varios puntos de la capital y otras ciudades, ondeando banderas de Venezuela.


Tomando impulso bajo el joven liderazgo del jefe del Parlamento de mayoría opositora, Juan Guaidó, la oposición busca superar sus fracturas y reanimar a sus seguidores, fijando una nueva hoja de ruta: "cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres".


"Vamos a cambiar Venezuela, a conquistar la democracia", había manifestado el martes Guaidó, al llamar a la población a manifestarse en todo el país.


Los chavistas buscan dar un espaldarazo al cuestionado segundo mandato de seis años que inició Maduro el 10 de enero, considerado "ilegítimo" por Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y varios países latinoamericanos.


La víspera, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, expresó su apoyo a las protestas opositoras, lo que Maduro consideró una orden para sus adversarios de "ejecutar un golpe de Estado fascista".


Temores de violencia


Las manifestaciones ocurren en medio de la peor crisis en la historia moderna del país petrolero, que sufre escasez de alimentos y medicinas y una hiperinflación que el FMI proyecta en 10.000.000% para 2019.


El colapso provocó el éxodo de 2,3 millones de personas desde 2015, según la ONU, el mayor movimiento migratorio en décadas en América Latina que ha dado lugar a brotes de xenofobia en países como Brasil, Colombia y Ecuador.


"Estamos marchando para que Guaidó se proclame presidente. No queremos a Maduro que es un usurpador. Estamos aquí para que se restituya la democracia", declaró a AFP Argenis Ramos, docente de 32 años, vestido de blanco, en el este de Caracas.


Yelitze Pariata, de 47 años y quien vive en una casa que le dio el gobierno en San Martín, centro de Caracas, dijo querer "marchar en paz para apoyar al presidente y demostrarle al mundo que el chavismo está unido".


En vísperas de las marchas, decenas de pequeñas protestas y disturbios ocurrieron en Caracas y sus cercanías. La noche del martes tanquetas antimotines recorrieron sectores de la capital.


El gobierno acusó a Pence de haber ordenado a un grupo de militares que se rebeló el lunes entregar armas a activistas de Voluntad Popular -partido de Guaidó y del encarcelado líder Leopoldo López- para desatar el caos en las marchas.


"La violencia se la dejamos a otros. No caigamos en provocaciones", pidió Guaidó, cuyo llamado a movilizarse se extiende a los migrantes venezolanos en varios países.


Los militares, la clave
 
Los ánimos se caldearon el lunes cuando, en medio de llamados opositores a la Fuerza Armada para que desconozca a Maduro, 27 militares sublevados -y luego detenidos-, robaron armas y se atrincheraron en un cuartel de Cotiza, llamando a los venezolanos a salir a las calles.


Según expertos en seguridad, el incidente evidenció el descontento en la Fuerza Armada, considerada el sostén de mandatario socialista.


Para Guaidó, quien se dice dispuesto a presidir un gobierno de transición, la sublevación militar muestra que los llamados a los militares están teniendo eco.


Aunque la justicia lo declaró en desacato y anula todas sus decisiones desde 2016, el Parlamento, que considera a Maduro "usurpador", aprobó el martes dar amnistía a los militares que colaboren con un gobierno de transición.


Si bien la Fuerza Armada dice estar unida, según la oenegé Control Ciudadano unos 180 efectivos fueron detenidos en 2018 acusados de conspirar, unos 10.000 militares pidieron la baja desde 2015 y más de 4.000 desertaron de la Guardia Nacional en 2018.


La Organización de Estados Americanos (OEA), que declaró también la "ilegitimidad" del segundo gobierno de Maduro, analizará el jueves la situación de Venezuela.


 

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