18/01/2019

El brote de hantavirus en la villa turística de Epuyén, Chubut, y los casos en Salta, Entre Ríos y la provincia de Buenos Aires despertaron alarma en la población ante la posibilidad de contraer el virus. En ese contexto, desde Salud Pública de la provincia insistieron en que en Misiones no hay casos reportados, pero eso no es motivo para no estar atentos y mantener al pie todas las medidas de higiene que se requieren este tipo de casos.


En esa línea, Liliana Arce, jefa del servicio de Infectología del hospital de Pediatría doctor Fernando Barreyro, dialogó con Radioactiva y expuso cuáles son las medidas a tener en cuenta.


“Cuando la población escucha que una enfermedad produjo muertes entra en pánico y alerta y lo que tenemos que hacer acá es no entrar en eso sino informarnos sobre la enfermedad, de qué se trata, cómo se produce y cómo la evitamos”, comenzó. “Lo primero que hay que saber es que es una enfermedad viral que vive en los roedores silvestres; no se enferman sino que están crónicamente afectados y eliminan el virus por la orina, saliva y materia fecal”, aclaró.


Asimismo, detalló que hay distintos tipos de roedores que transmiten el virus del hanta y la cepa más peligrosa es la denominada Andes sur, que está en la zona de Chubut, Río Negro y Santa Cruz: “¿Por qué es la más peligrosa? Porque es un virus que no sólo transmite el ratón a la persona sino que también se transmite de persona a persona. Los otros virus que tenemos en otras regiones, según el lugar donde se está, en esos no se demostró la transmisión de persona a persona. El nuestro, el de Misiones, que es un ratón chiquito, de color marrón y produjo un solo caso entre 2013 y 2018. Recuerdo el caso de un chico que abrió con su papá un depósito que estaba cerrado, lo limpió y ahí contrajo la enfermedad”.


La responsable en la provincia de enfermedades infecciosas en niños también sostuvo que en el centro de referencia ya comenzaron a capacitar y preparar a los médicos para detectar a tiempo la enfermedad. “En Pediatría ya estamos pasando a los médicos todas las capacitaciones, los algoritmos, los síntomas, qué estudios hay que pedir, porque esto se diagnostica por serología, por análisis de sangre, así se sabe si es hantavirus”, contó.


La importancia de la limpieza


Por otro lado hizo mención a cómo se transmite la enfermedad y cómo se la evita. “Cuando entramos en un depósito, en un lugar cerrado, una bodega o dentro de nuestra casa en una habitación que hace mucho no la abrimos, en ese lugar que puede haber madriguera de ratones, hay que tener cuidado, porque un ratón con su saliva y con su orina excreta y elimina las gotitas del virus, llega a todas las partículas de polvo y entonces cuando abrimos de golpe y entramos en eso cerrado, entra a nuestras vías respiratorias el virus y hace una lesión gravísima pulmonar y también cardíaca”, precisó.


Y siguió: “Esta enfermedad también se puede transmitir cuando acampamos cerca de áreas silvestres. Y por eso hay profesiones de riesgo como los que hacen tala, gendarmes, guardaparques, las personas que están en contacto con roedores o tienen madrigueras en sus casas. Pero también hemos hecho mucho daño al ecosistema, nos metimos en la selva, hemos talado y entonces todo lo que tenía un ciclo silvestre pasa a tener un ciclo urbano o suburbano”.


Instó a no permitir la formación de nidos de roedores. “Por ejemplo, si yo dejo restos de ropa, de colchones, de basura, esos son los lugares donde anidan los ratones. Lo otro a controlar son los cielorrasos, por eso tenemos que mirar si tenemos aberturas y tapar esos lugares para que no sean sitios de anidación. Y si tenemos un depósito en nuestra casa, lo ideal es que si hace mucho está cerrado, ventilarlo desde afuera durante 30 minutos y después, antes de entrar, rocío adentro con lavandina diluida, una parte cada 10 litros de agua, rocío todos los lugares y con eso mato el virus, pero siempre abro los ambientes que estuvieron mucho tiempo cerrados desde afuera, no desde adentro, porque si no también me puedo contaminar”, puntualizó Arce.


También recalcó que latas de bebidas, botellas o envases de tetra brick deben ser lavados antes de consumir el producto porque por lo general “los depósitos de supermercados que no tienen ventilación pueden estar contaminados con orina de ratas o su saliva y nosotros ponemos la boca en el extremo de las latas para beber”.


“Incluso el personal de salud, que Dios quiera no se atiendan casos de hantavirus acá, debe estar muy protegido, con barbijo Nº95 que es el que usamos en la influenza de 2009, un barbijo que no deja pasar nada, camisolín y estar totalmente aislados para que no llegue nada del virus”, destacó.


Una vez más insistió en la importancia de “protegerse con guantes si se va a limpiar ambientes cerrados, desmalezar las casas, sacar la basura, no tener leña, paja, basura doméstica, que a los ratones les encanta hacer nidos ahí. Y respecto a la alimentación balanceada de los perros y gatos, mantenerla cerrada y guardada porque a los ratones les gusta comer ese tipo de alimentos, y no conservar ningún recipiente con agua para que los ratones no beban de allí”. “Esta es una enfermedad que antes no ocurría porque su entorno era dentro de la selva pero los depredadores de roedores, como búhos, zorros y culebras fueron depredados y hoy tenemos las consecuencias”, cerró.


Hasta ayer Chubut tuvo 28 casos positivos, diez fatales y 90 sospechosos en estudio. Otras dos muertes se registraron en Salta y Entre Ríos, aunque no todos tienen relación entre sí porque los virus corresponden a diferentes cepas.


En tanto, Salud de la provincia de Buenos Aires confirmó cuatro casos más y los pacientes se encuentran internados.



Síntomas similares a los del dengue


“Desgraciadamente los síntomas se parecen mucho al dengue, porque es dolor de cabeza intenso, muchos dolores musculares, sobre todo dolor en la espalda y síntomas abdominales casi siempre, por eso incluso muchas veces se confunde con una apendicitis”, explicó la infectóloga Liliana Arce. Y agregó: “No presenta síntomas respiratorios, entonces a la influenza los médicos la dejamos de lado. Y si viniera un paciente con estas características, lo primero que tiene que hacer el médico es preguntarle qué hace, si tiene un empleo de riesgo, si trabaja en el sector de residuos de la municipalidad, si estuvo por la selva, si estuvo o está en contacto con roedores. Por ejemplo, el tema de las inundaciones en Entre Ríos hace que el agua entre en todas las madrigueras, entonces esa agua está re infectada. Y en esas zonas inundadas hay posibilidad de hantavirus y de leptospirosis”.


Por Esteban Bueseck
interior@elterritorio.com.ar


 


Fuente: El Territorio

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