06/12/2018

Junior y Atlético Paranaense empataron este miércoles 1-1 en Barranquilla la primera final de la Copa Sudamericana 2018.


El conjunto brasileño, que contó como titular con el argentino Luis González, abrió el marcador por intermedio de Pablo, pero luego lo igualó Junior con Yony González.


Antes del final, el equipo colombiano desaprovechó un penal en los pies de Rafael Pérez, quien estrelló su remate en el travesaño.


El desquite se jugará el miércoles 12 de diciembre, en Brasil.


El Atlético Paranaense se llevó este miércoles de Barranquilla un valioso empate 1-1 en la final de ida de la Copa Sudamericana ante el Junior, que dominó el juego pero falló un penalti en la segunda etapa y ahora tendrá que remar contracorriente en Brasil.


Los visitantes abrieron el marcador con un tanto del delantero Pablo, en el comienzo del segundo tiempo, pero el Junior reaccionó rápido e igualó dos minutos después con un gol de Yony González en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez.


Desde el inicio del partido los locales se hicieron del balón y comenzaron a presionar a los brasileños en su campo, donde el delantero Luis Díaz se hizo sentir por el costado izquierdo y el lateral Marlon Piedrahita por el derecho.


El equipo colombiano se adueñó del trámite del partido pero tuvo muchas dificultades para romper la rígida defensa del Furacão, liderada por los centrales Thiago Heleno y Léo Pereira.


Entre tanto, los brasileños, que se replegaron casi toda la etapa inicial, trataron de hacer daño al contragolpe con el veterano centrocampista argentino Lucho González como eje.


Pese a ello, el Paranaense no generó ninguna oportunidad en el arco del uruguayo Sebastián Viera y los jugadores de ataque, Nikao, Raphael Veiga, Marcelo Cirino y Pablo, pesaron poco.


El Junior, instalado en campo contrario e hilvanando largas posesiones para tratar de romper la defensa rival, tuvo el primer acercamiento al minuto 18 con una larga jugada colectiva que derivó en un centro que cabeceó el delantero Yony González, quien envió el balón cerca del horizontal.


Asimismo, Díaz, quien fue un dolor de cabeza para el lateral derecho Jonathan, tuvo al minuto 28 la oportunidad de anotar cuando mandó un remate de chalaca que salió desviado.


En el cierre de la etapa inicial, el equipo de Curitiba tomó aire y se deshizo de la presión local, aunque tampoco logró romper la defensa contraria.


Un segundo tiempo con más intención
En el comienzo del segundo tiempo, los brasileños encontraron los espacios que no hallaron en los primeros 45 minutos.


En un contragolpe, liderado por Nikao, que le ganó en el pique al lateral Germán Gutiérrez, los visitantes abrieron el marcador luego de que el extremo le filtrara un pase a Pablo, que en el mano a mano venció a Viera con un derechazo al minuto 50 y consiguió su cuarta anotación en el torneo.


Sin embargo, el Tiburón empató tan solo dos minutos después luego de un flojo despeje de Jonathan que cazó con un cabezazo en el área para que luego González con un tijeretazo de zurda enviara el balón al fondo de la red y el júbilo en el estadio Metropolitano estallara.


Tras el empate, el ritmo del partido creció y ambos equipos aprovecharon la situación para generar más oportunidades. En el club colombiano sobresalieron los desequilibrantes Barrera y Díaz, mientras que en el conjunto rojinegro fue clave el central Pereira, quien generó varias oportunidades en el juego aéreo.


El punto de inflexión llegó al minuto 73 cuando el delantero Roni le hizo una falta en su área al lateral Piedrahita, razón por la cual el peruano Diego Haro pitó un penalti que luego cobró Rafael Pérez, quien no pudo convertir porque el fortísimo remate que mandó rebotó en el horizontal.


Después de esa jugada, la intensidad del partido cayó y los locales tuvieron solo dos oportunidades, una con Luis Carlos Ruiz y otra con Jarlan Barrera, ambas atajadas por Santos.

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