01/11/2018

Las señales contradictorias del presidente electo brasileño, el ultraderechista Jair Bolsonaro, generan dudas sobre el acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), que tras casi 20 años se encuentra en la recta final, señalan diferentes analistas.
 
“El ministro de Economía ‘in pectore’ Paulo Guedes dijo el domingo a la noche que el Mercosur no era la prioridad y que preferían abrirse más al mundo, (y) la búsqueda de acuerdos bilaterales”, dice Carlos Malamud, del Real Instituto Elcano con sede en Madrid.


Esto envía “señales contradictorias”, según este analista, ya que “por un lado, busca la apertura al mundo y el Acuerdo de Asociación con la UE implica eso precisamente”, pero por el otro no quiere convertir al Mercosur “en el eje de su política exterior y comercial”.


Bolsonaro, que el domingo le ganó con 55% de los votos al izquierdista Fernando Haddad, hizo campaña prometiendo enfatizar los “acuerdos bilaterales”, una visión que choca con la negociación en curso entre el bloque europeo y el sudamericano.


El futuro mandatario de la novena economía mundial, un proteccionista de todas las horas, cuenta para su “súper ministerio” económico con Paulo Guedes, un ultraliberal de 69 años y formado en la universidad de Chicago.


Para Christophe Ventura, del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS) de París, con sus declaraciones, Guedes “pone la pelota en el campo de los socios del Mercosur para que éstos últimos, especialmente Argentina, cortejen a Bolsonaro para quedarse”.


Ésta sería una estrategia similar a la puesta en práctica antes de su llegada al poder por el presidente de EE UU, Donald Trump, para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés), en vigor desde 1994 con sus vecinos Canadá y México.


Cinco años después, Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, de un lado, y la UE, del otro, iniciaban unas negociaciones, todavía en curso, para lograr un acuerdo comercial que, de confirmarse, sería el más importante nunca firmado por el bloque europeo.


“Brasil es un socio importante en nuestras negociaciones con Mercosur (...) La UE está dispuesta a seguir reforzando esta colaboración con el nuevo gobierno”, indicó un portavoz de la Comisión Europea. Sin embargo, la incertidumbre planea en la capital europea.


Una fuente del Ejecutivo comunitario, quien quitó peso a la elección -”los cambios de gobierno son normales en ambas partes”-, reconoció que la UE está “a la espera” de conocer las intenciones de Bolsonaro, que asume el 1 de enero.


Los ministros europeos de Comercio Exterior deben abordar el estado de las negociaciones entre la UE y el Mercosur, cuya próxima ronda todavía no tiene fecha, durante un encuentro en Bruselas el 9 de noviembre.


La última ronda de negociación en septiembre se estancó en temas como la protección de las indicaciones geográficas o el ritmo de liberalización del sector de autopartes sudamericano.

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