02/10/2018

El acuerdo de último minuto fue alcanzado tras más de un año de negociaciones tensas. Se espera que sea rubricado en noviembre.


El presidente estadounidense, Donald Trump, celebró ayer el acuerdo comercial entre EE UU, México y Canadá concluido in extremis el domingo para sustituir al NAFTA, considerándolo “histórico” para el país y para el mundo.


El flamante Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA, por sus siglas en inglés) fue alcanzado tras más de un año de negociaciones para renovar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés), vigente desde 1994 y que Trump consideraba nefasto para su país.


“El acuerdo regirá sobre unos 1,2 billones (de dólares) en comercio, lo que lo convierte en el mayor acuerdo comercial en la historia de EE UU”, dijo Trump, visiblemente feliz por cumplir su promesa de campaña de renegociar el NAFTA, y considerando al nuevo pacto como “verdaderamente histórico” también “para el mundo”.


En rueda de prensa en los jardines de la Casa Blanca, Trump expresó que quiere firmar a fines de noviembre el nuevo pacto, junto con el saliente presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, con quien aseguró que las fricciones están superadas.


“Hubo mucha tensión entre él y yo”, reconoció sobre Trudeau. Pero al final “todo funcionó. ¿Saben cuándo terminó? Ayer (por el domingo) cerca de la medianoche. Es un buen hombre y ama al pueblo de Canadá”. En Ottawa, Trudeau elogió el acuerdo alcanzado como “profundamente beneficioso para nuestra economía, para las familias canadienses y para la clase media”.


Desde México, el presidente Enrique Peña Nieto dijo que conversó telefónicamente con Trump y Trudeau sobre el nuevo acuerdo, destacando en un comunicado que el texto “cumple con las expectativas” de los tres países. “Logra lo que nos propusimos al inicio: un acuerdo ganar-ganar-ganar”, escribió en Twitter Peña Nieto.


El gobierno de México indicó que busca que el nuevo acuerdo comercial sea firmado a fines de noviembre al margen de la cumbre del G20 de Buenos Aires, donde coincidirán los tres mandatarios.


El nuevo acuerdo comercial, que abarca una región de 500 millones de habitantes, aún debe ser aprobado por los legisladores de los países signatarios para entrar en vigor.


Trump aseguró tener “otras alternativas” en caso de bloqueo del pacto por parte de los legisladores, ante la posibilidad de que el gobernante Partido Republicano pierda la mayoría en el Congreso en los próximos comicios legislativos del 6 de noviembre.


La presión política era grande para tener un nuevo pacto comercial trilateral antes de la medianoche del 30 de septiembre, de manera que Peña Nieto pudiera firmarlo antes de entregar el poder a Andrés Manuel López Obrador el 1 de diciembre. El tiempo apremiaba porque, según la ley estadounidense, la Casa Blanca debe presentar el texto al Congreso 60 días antes de su firma.


Trump quería mostrar su política proteccionista de “EE UU primero” como victoriosa antes de las legislativas de noviembre, donde el gobernante partido Republicano teme perder el control del Congreso. Trudeau, que corría el riesgo de quedar fuera del entendimiento entre EE UU y México, tampoco quería aparecer como débil antes de las elecciones generales canadienses del próximo año.


Jesús Seade, representante de López Obrador en la renegociación del tratado, no objetó que el acuerdo sea firmado por Peña Nieto. El nuevo acuerdo cosechó buena reacción de los mercados.


Canadá acordó abrir su mercado lácteo a los productores estadounidenses y, a cambio, Washington no modificó las disposiciones sobre solución de controversias. Los productores lácteos canadienses reaccionaron furiosamente, diciendo que el acuerdo tendría un “impacto dramático” en su sector y acusaron a Trudeau de incumplir su palabra de que no firmaría un mal trato para los canadienses.


El nuevo acuerdo incluye más protecciones para los trabajadores, reglas medioambientales más estrictas y actualizaciones de la relación comercial para tener en cuenta el comercio electrónico, así como protecciones “innovadoras” a la propiedad intelectual. Además, EE UU consiguió que se promueva un mayor contenido estadounidense para autos libres de impuestos en el nuevo texto. Trump aclaró que los aranceles al aluminio y al acero que impuso a Canadá, México y otros países siguen vigentes.


 


 


Fuente: AFP - AP

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