14/09/2018

A través del simulacro de un incidente vial se evaluó, junto a técnicos especialistas, el Protocolo de Actuación en Siniestros Viales. De esta forma se observó la coordinación de trabajo de los organismos intervinientes en el lugar de la emergencia con el fin de aplicar políticas públicas en seguridad vial.


En la sede de la Dirección Nacional de Emergencias Sanitarias (DINESA) se realizó el primer simulacro del protocolo donde a través de la realización de un siniestro ficticio se evaluó como interviene las distintas fuerzas en el lugar del hecho.


La escena estuvo compuesta por tres vehículos siniestrados: una Peugeot Partner, un Chevrolet Meriva y una motocicleta, donde participaron actores que representaron a 12 víctimas (2 fallecidos, 6 lesionados leves y 4 graves). Del mismo formaron parte agentes de la Subsecretaria de Justicia y Política Criminal del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) del Ministerio de Transporte, la Dirección Nacional de Emergencias Sanitarias del Ministerio de Salud y Desarrollo Social, el Consejo de Bomberos Voluntarios de la República Argentina, el Ministerio Público de la Acusación de Santa Fe y Policía Federal.



Cada organismo contó con veedores expertos de distintas áreas quienes realizaron una observación exhaustiva con el objeto de realizar, en caso de ser necesario, las adecuaciones correspondientes, en una posterior jornada de análisis crítico.


“En la emergencia de un siniestro vial, muchas veces se destruyen las pruebas para el proceso judicial. Este es un reclamo de los familiares de víctimas. Necesitamos la coordinación interinstitucional de las agencias y lo plasmamos en un Protocolo aplicable en todo el país. Ahora, cada provincia deberá tomar la decisión de adoptarlo y capacitar a los operadores”, resaltó el subsecretario de Justicia y Política Criminal, del Ministerio de Justicia y DDHH, Juan José Benitez.



El proceso de elaboración del protocolo se inició con ejercicios de simulación, capacitaciones, charlas de expertos en Accidentología, recepción de llamados de emergencias, Criminalística, Comunicaciones, Psicología, Derecho, primeros auxilios, manejo seguro, respuesta organizada y actuación de los fiscales.


Su objetivo principal es validar la correcta preservación y recolección de la evidencia en la escena del hecho a los efectos de lograr procesos judiciales eficaces que permitan acreditar las correspondientes responsabilidades penales y civiles. A su vez, su utilización será fundamental en el proceso de implementación de las  políticas públicas del Gobierno dirigidas a mejorar la seguridad vial.


Este trabajo articulado es parte de un nuevo concepto en la elaboración de proyectos, en los que la participación ciudadana es uno de los ejes fundamentales. Es un proceso de gestión compartida entre el Estado y los ciudadanos, con el objetivo de lograr una herramienta de alcance nacional que brinde eficacia a la actuación de los órganos intervinientes.


“Este protocolo es sumamente importante para la seguridad vial ya que resguarda la evidencia y nos permite contar con información de calidad para conocer las causas de los siniestros. Datos vitales para trabajar en políticas públicas eficientes y llevar a cabo  acciones de prevención para lograr un futuro más seguro para todos los argentinos” declaró Carlos Pérez, Director Ejecutivo de la ANSV.


En la creación del protocolo se analizaron distintas variables con el objetivo de dotar al documento de la suficiente generalidad y flexibilidad para ser adoptado en cualquier siniestro que ocurra en el país, con las consecuentes diferencias geográficas y organizacionales.


“Logramos gestionar en colaboración y repensar la política pública como una acción conjunta entre el Estado y la sociedad poniendo el acento en el rol ciudadano este proceso es un  gran desafío que nos empuja a crecer y a trabajar para lograr objetivos reales que impacten de forma positiva  en todo el territorio nacional” concluyó Carlos  Russo, Director Nacional de Emergencias Sanitarias.


Este primer simulacro permitió evaluar y verificar lo propuesto en el Protocolo con el objetivo de validar y mejorar el procedimiento. Siendo un momento de aprendizaje y construcción de conocimiento y de trabajo articulado.



Fuente: Prensa ANSV


 


 


 

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