Para evitar algún tipo de reclamo, Boca no incluirá a "Wanchope" Abila para la ida contra Cruzeiro.

La presente Copa Libertadores de América está inundada de desprolijidades administrativas de parte de la CONMEBOL con respecto a suspensiones que adeudan  jugadores de ediciones anteriores.

Sabido es el caso de Bruno Zuculini, quien pese a deber dos fechas jugó igual para River y recién ahora la CONMEBOL lo notificó para que normalice su situación. En ese caso, el club argentino no fue sancionado porque argumentó una notificación del ente sudamericano a comienzo de temporada que excluía al mediocampista de cualquier sanción.

Boca Juniors no quiere que el delantero Ramón Abila termine de la misma manera que Zuculini, o sea sin poder jugar algún próximo partido, ya que fue suspendido por dos jornadas cuando actuaba en Huracán en 2016 y CONMEBOL no tiene registros de que haya cumplido la pena.

Es más, el atacante no estuvo en el desquite contra Libertad por octavos de final para evitar que el club paraguayo pueda iniciar alguna queja.

De esta manera, y como le restaría un partido por cumplir, Boca no utilizará nuevamente a Abila en el duelo de ida contra Cruzeiro, por cuartos de final, para asegurarse que cumplió dos juegos y poder estar tranquilo para la revancha en Belo Horizonte.

Además del caso de Zuculini, en esta edición de Libertadores hubo una desprolijidad en el Santos de Brasil, que incluyó mal al uruguayo Carlos Sánchez cuando el mediocampista debía cumplir una pena que adeudaba de su época en River.

Independiente protestó, la CONMEBOL aceptó su reclamo y le dio el partido de ida ganado por 3 a 0, resultado letal para la eliminatoria de octavos.