22/07/2018

Hace poco más de un mes la vida de la odontóloga obereña Mirta Elizabeth Alcaraz, radicada en Asunción (Paraguay) hace 30 años, tuvo un cambio rotundo. De llevar adelante un ritmo activo e independiente pasó a depender de la asistencia directa de otras personas como consecuencia de haber sufrido una presunta mala praxis en una clínica privada asunceña.


De acuerdo a lo que ella misma explicó en la denuncia que radicó en la Unidad Fiscal 10, un quiste en el ovario derecho la obligó a someterse a una intervención quirúrgica pero la presunta negligencia del médico gineco-obstetra (tocoginecólogo) Luis Iván Vyzokolan Corrales la puso al borde de la muerte. Desde ese momento se maneja en silla de ruedas, con múltiples complicaciones.


En diálogo con El Territorio, la obereña explicó que en lo que debió ser un procedimiento rutinario de fácil resolución, se operó en el sanatorio Migone de Asunción, donde el mismo médico que la atendió -y ahora es el demandado- le aseguró que en un máximo de cuatro días podría continuar su vida de manera normal. No fue así.


“El 8 de junio ingresé para una cirugía programada de histerectomía total (extracción del útero) a raíz de un quiste detectado en el ovario derecho. De acuerdo al médico, era un procedimiento rutinario que duraría aproximadamente 45 minutos y que cuatro días después estaría de vuelta en mis labores habituales, totalmente restablecida” recordó.


En esa línea, agregó que “en la sala de cirugía, con el médico y su equipo y durante el procedimiento, al retirar el útero lesionó el uréter cortando un lado sin percatarse y el otro lado se comprimió con las gasas que dejó dentro de la cavidad para parar un sangrado, matando células vivas, y cómo no orinaba, me transfundieron tres litros de suero y seguía sin poder hacerlo, y además me transfundieron tres volúmenes de sangre”.


Continuando con su relato, contó que “con todo esto, el doctor Vyzokolan cerró la herida y me derivó a la unidad de terapia intensiva por inestabilidad hemodinámica. En ningún momento se percató de la grave lesión causada o lo calló deliberadamente, lo cierto es que recién el médico terapista notó la hemorragia perioperatoria y que por la herida salía orín y sospechó que tenía una lesión en las vías urinarias. Por eso al día siguiente reingresé al quirófano y se constata la lesión de los dos uréteres colocándome dos catéteres doble J, pasando cuatro días en terapia intensiva, intubada”.


“Estando en esa unidad, el doctor Vyzokolan me da el alta ginecológica sin importarle en absoluto mi evolución, solamente porque debía viajar a Colombia para un congreso”.


La profesional obereña aseguró que como consecuencia de la intubación, tuvo derrame pleural (agua en los pulmones), taquicardia y presión alta. Recién el 16 de junio salió de alta, previo desembolso de una millonaria suma al sanatorio. También debió solventar por cuenta propia -dijo- la extracción posterior de los catéteres.


“Me siento mutilada”


Alcaraz recalcó que no hay ninguna garantía de que pueda contar con las mismas condiciones que tenía antes de la cirugía, es decir que podría quedar con graves secuelas, como se encuentra ahora. Por eso actualmente está en marcha una causa penal contra Vyzokolán.


Los hechos punibles que le serían imputados al médico son lesión, violación del deber del cuidado y violación del artículo 123 del Código Penal de Paraguay. Además, se entabló una demanda civil contra el sanatorio debido a las supuestas omisiones en las que incurrió.


“Estoy en vías de recuperación porque pasé por cuatro intervenciones. Me manejo en silla de ruedas, porque si camino, orino y no siento. Me tengo que manejar con pañal cuando toda la vida la gente que me conoce sabe que soy independiente, una mujer de lucha. Me siento mutilada”, aseguró con angustia.


Y lamentó: “Entré para una cosa y salí dañada y afectada físicamente, emocionalmente, moralmente. Parece una pesadilla de la que no voy a salir nunca, me siento mal, por eso quiero que este señor (por Vyzokolan) se haga cargo, porque si bien él está seguro y convencido de que hizo bien su trabajo, yo estuve con riesgo de vida. El daño está hecho”.


 


 


Fuente: El Terriorio

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