15/07/2018

Fue célebre su lucha contra la dictadura de Stroessner en defensa de la libertad de expresión. Fue miembro destacado de la Comisión de Libertad de Prensa de la SIP.


Falleció este sábado el director del diario ABC Color de Paraguay, Aldo Zuccolillo, famoso por su apodo de Acero y por la persecución que padeció durante la dictadura del general Alfredo Stroessner. Zuccolillo es considerado un estandarte en la defensa de la libertad de expresión en su país pero fue modélico en una época en que todo el subcontinente padecía regímenes totalitarios. El editor fue miembro de la Comisión para la Libertad de Prensa de la Sociedad Interamericana de Prensa en los años 80 y anfitrión más de una vez en Asunción de los debates de esta organización.


Tenía 89 años y había sufrido el jueves un accidente cerebrovascular. Hasta entonces mantuvo la dirección de su periódico que había fundado en 1967. El régimen militar lo clausuró en 1984 después de una extensa contienda y lluvia de sanciones por sus editoriales, las denuncias de corrupción y la demanda del regreso de la democracia. El diario volvió a circular tras la caída de la dictadura a finales de esa década.


Quien haya viajado en esos años a Paraguay como periodista y cubierto el día a día de ese brutal régimen autoritario que se extendió 34 años, seguramente paró un rato o mucho en la residencia de Acero. A los más amigos los solía recibir en la cocina junto a su mujer para comer en una pequeña mesa que hacía más íntimo el encuentro y relatar lo que iba sabiendo de la decadencia del régimen y cómo imaginaba el futuro. Esos diálogos le fascinaban y los continuaba en sus oficinas del periódico, que se mantenían abiertas a pesar de la presión de la tiranía que también buscó cerrar el edificio. ABC Color era el sitio de las noticias y del análisis y al mismo tiempo, mientras pudo circular, el vocero de la oposición que vivía en su mayoría exiliada en Buenos Aires.


Cada tanto esa legión de disidentes se lanzaba a una operación que sabían fallida de antemano. Los opositores, entre ellos el centrista Domingo Laiño, el demócrata cristiano Luis Resk o los nacionalistas hermanos Saguier, se embarcaban en un avión con rumbo a Asunción donde la policía los esperaba en el aeropuerto llamado también Alfredo Stroeer. Eran demorados frente a un gran retrato del dictador, hasta que se los volvía a embarcar en el mismo avión y devuelto a Buenos Aires. Solo ABC Color se atrevía a consignar esa aventura reiterada, o las batallas campales en las calles por las movilizaciones populares y hasta la palabra del obispo rojo, Melanio Medina, quien vivía en el Chaco y era uno de los sacerdotes que con mayor fervor combatió al autoritarismo stronista. La pasión de Zuccolillo siguió en democracia y también sus luchas. Fue blanco hasta el final de decenas de demandas por sus investigaciones y denuncias de negociados. Hacía lo que había que hacer.


 


 


Fuente: Clarín

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