13/07/2018

Uno de los momentos más esperados para todo estudiante secundario es la fiesta de egresados, que se realiza al final de ciclo de enseñanza media como corolario del paso por la escuela. Así, las familias enteras se preparan para acompañar al joven en la tan mentada noche antes de su ingreso a la universidad o al mundo laboral.


Sin embargo, en los últimos tiempos este evento se volvió un lujo para muchas familias y algunas optan por prescindir de su participación. Según manifestaron a este medio desde la Asociación de Servicios de Catering y Afines, las tarjetas pueden llegar a costar hasta 1.800 pesos las más caras y las más económicas oscilan entre los 1.300 y 1.500 pesos.


Así, una familia tipo de cinco personas puede tener de gastos más de 7.000 pesos sólo en las tarjetas para la cena y el baile. A eso se le debe sumar otros ítems como compra de ropa, zapatos, peluquería y DJ, si es que el servicio no lo incluye. Por ello, consignaron que la participación se vio resentida entre un 30 y un 50%, dependiendo de si es un colegio privado o uno de la periferia. Además, sostuvieron que ya no es parte de la gala el curso completo como se daba en años anteriores.


“La venta está muy mala. La participación bajó mucho, ya no se presenta la totalidad de los chicos como antes. Se presenta menos de la mitad”, precisó Alfonso Aquiles, propietario de una empresa de gastronomía y titular de la entidad que nuclea a todos los servicios que operan en la ciudad capital. Al respecto, develó: “Hace unos minutos un colegio donde eran 40 los egresados me vino a avisar que van a ser sólo 17 los que van a participar”.


La venta de tarjetas suele iniciarse después de las vacaciones y los colegios generalmente acuerdan la contratación del servicio de catering en los meses de febrero y marzo. Sin embargo, ocurre desde hace un tiempo que optan por reservar el servicio el año anterior a la graduación, con el fin de congelar los precios.


En ese sentido, precisó: “Estamos viendo de dejar un poco abiertos los precios porque la inflación no cede, el tema es que hay muchos servicios que cerraron contrato el año pasado y esos precios están congelados; eso en cierto punto nos perjudica porque no sabemos qué va a pasar de acá a fin de año con la inflación”, agregó Alfonso.


Para hacerle frente a los precios, muchos padres y alumnos organizan venta de pollos, empanadas, pastelitos o rifas. Y los colegios que optan por no hacer una fiesta se las ingenian para hacer una cena privada y que la fecha no pase tan desapercibida.


En tanto, del lado de los empresarios también buscan la manera de amañarse para que la caída en la actividad impacte lo menos posible en materia de rentabilidad. “Muchos para este año contrataron un servicio donde al egresado se le da la tarjeta sin cargo, se le cobra sólo al invitado, ese fue uno de los ganchos que tuvimos para seguir teniendo clientes”, contaron.


Alfonso Aquiles, hombre experimentado en el rubro de fiestas y eventos, sostuvo que hoy se sostiene porque su empresa es familiar. “Siempre fuimos los que más servicios hicimos en Posadas. Cada año tenía más de diez colegios por temporada y para este 2018 tengo sólo cuatro”, confió.


Más de 30


En Posadas, funcionan más de 30 servicios de catering habilitados por el municipio para operar. La lista completa se puede consultar en el sitio web de la Municipalidad (www.posadas.gob.ar) haciendo click en la pestaña ‘Servicios’, sección ‘Caterings Habilitados’. En este punto, Alfonso señaló: “Solíamos ser no más de quince y ahora hay más empresas prestando servicio, es insólito que haya caterings habilitados sin un espacio físico determinado”. Advirtió sobre empresas ilegales: “Como sucede siempre, los servicios de catering no habilitados son los que cobran más baratas las tarjetas, pero es un riesgo”.


En relación a los clubes que están en condiciones de albergar una fiesta de egresados, expuso que “son contados con los dedos, muy pocos, la mayoría no cuenta con un espacio físico para la cocina, los baños suelen quedar alejados y fuera del salón”.


Por otra parte, desde la entidad dijeron que la mala situación económica es similar en todas las empresas de catering. Enfatizaron que también se sienten ahogados por los altos impuestos que deben abonar. En ese punto, señalaron que el pago del canon que exige Sadaic y Aadi-Capif es altísimo (ver Un impuesto...). “Esos impuestos son una barbaridad, en muchos casos ganan más que nosotros”, apuntaron. Así se ejemplificó que “te cobran según el club y la gente que participa. Para una fiesta de 100 personas pueden llegar a cobrar hasta 40.000 pesos; eso es lo más caro de toda la organización de la fiesta”.


También se indicó que la situación es similar para diferentes tipos de eventos sociales. “Las fiestas en general mermaron muchísimo, los eventos privados bajaron y ya casi no se realizan”, dijeron.


Un impuesto polémico


Al organizar fiestas de este tipo es necesario gestionar un trámite impositivo en Sadaic y en Aadi-Capif para poder pasar música sin inconvenientes. Se trata de una autorización emitida por estas entidades que habilita la reproducción de obras y fonogramas bajo derechos de autor. La Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (Sadaic) establece para comidas con o sin show un pago del 8% sobre los ingresos totales por venta de tarjetas o menús, o a opción del usuario, el 40% del 20% de los ingresos brutos totales por cada evento. Si no se cobra tarjeta, se aplica el mismo porcentaje de arancel sobre los valores de tarjeta calculados por analogía. En el caso de las fiestas familiares, Sadaic establece el pago de un monto fijo de acuerdo a la importancia o categoría del local.


El valor de estos impuestos varía en base a múltiples factores como el horario del evento, la superficie del espacio físico y la cantidad de personas que asistirán. Si para la organización de la fiesta no se tiene en cuenta el derecho a baile pero se contrata una banda para que toque en vivo, entonces la normativa es diferente. En este caso, se debe pagar el 4% del total de los ingresos por boletería o tarjeta.


$1.800
Precio de tarjetas. Las entradas para la noche de egresados oscilan en ese precio, dependiendo del servicio y el colegio. Una familia tipo necesitaría de unos $7.000, a lo que se suma otras inversiones, como vestimenta o peluquería.


Por Esteban Bueseck
interior@elterritorio.com.ar



Fuente: El Territorio

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