12/07/2018

Debido a la compleja situación económica por la que transita el país.


La posibilidad de que la Fórmula 1 regrese a la Argentina está totalmente frenada, en especial, debido a la compleja situación económica por la que transita el país, según estimaron fuentes gubernamentales.


El contexto económico actual hace casi imposible la vuelta de la máxima categoría del automovilismo mundial a estas latitudes, dijeron las mismas fuentes.


Cada vez más deshilachado se torna el recuerdo del último paso de la Fórmula 1 por la Argentina, por el autódromo de la ciudad de Buenos Aires, allá por 1998, con victoria del alemán Michael Schumacher al comando de una Ferrari.


Dos décadas han transcurridos y desde entonces, las complejidades internas, pasos en falso, falta de una política coherente y prolongada en el tiempo, decisiones e incluso anuncios de los gobiernos de turno que se dilataron hasta esfumarse han ido frustrando una y otra vez el regreso de La Máxima.



Sumado a todo eso, una carencia de los fondos millonarios imprescindibles para poner la máquina en marcha.


Esta situación en su conjunto ha derivado en que el anhelo se haya ido postergando y todo indica que el público argentino deberá aguardar incluso más tiempo para volver a disfrutar aquí de la F1 ante el actual y complejo contexto económico, según dijeron fuentes gubernamentales.


De acuerdo con una nota publicada por el portal de internet de Diario Popular, está claro que para que la Fórmula 1 aterrice nuevamente en la Argentina, como es la intención según han dejado entrever los nuevos dueños, el conglomerado estadounidense Liberty Media, resta un camino largo y escarpado.


Buenos Aires, en carpeta, pero…


El Gobierno anterior lo tuvo entre sus metas, el actual no le ha ido en saga y hasta por ahí se deslizó que la esperada vuelta podría darse en 2019.


Sin embargo, los avatares de la Argentina, en especial en el área económica, y la incertidumbre que producen, han derivado en que los proyectos que han incluido contactos, conversaciones de grupos empresariales con los popes de la F1, hasta avalados por qué no por el gobierno nacional, no hayan conseguido levantar vuelo.


Esas conversaciones reservadas con Liberty Media se vienen extendiendo desde 2013, cuando Mauricio Macri era jefe de Gobierno de la Ciudad, y se filtraron en cierta manera con más fuerza el año pasado, cuando estuvo en Buenos Aires en agosto, revisando el autódromo porteño, el por entonces director de carreras de la F1, el inglés Charlie Whiting.


Paso a paso caminó el circuito 12 junto a gente del Automóvil Club Argentino, del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires y de la Asociación Argentina de Volantes (AAV), presidida por Juan María Traverso, que gestionó al Autódromo Oscar y Juan Gálvez luego de la salida de un concesionario privado.


Durante la inspección, Whiting dejó plasmada su visión en recomendaciones para actualizar el circuito que demandan muchos millones que aún no se vislumbran que aparezcan sobre la mesa.


Se trataba de una especie de “barajar de nuevo”, debido a la desactualización evidente del Gálvez y falencias que se profundizaron por falta de mantenimiento e inversiones.


De acuerdo con el artículo periodístico publicado por el sitio web de Diario Popular, Liberty Media apunta a reposicionar plazas tradicionales y dotar de mucho más espectáculo a las carreras mismas de la F1: tienen a la Argentina en carpeta, les interesa que los autos se hagan ver y escuchar.


Sin embargo, un entramado organizativo sumamente complejo demanda por todo concepto unos 150 millones de dólares, incluyendo los derechos por pagar, que rondarían los 50 millones, y el resto se debería aplicar en obras en el Gálvez y una variedad de aspectos organizativos y legales, se informó.


Un necesario apoyo del Gobierno


La última gran refacción del autódromo se produjo en 1994, cuando con vistas a aquel regreso de la F1 en 1995, fue construido el actual edificio de boxes, lo que demandó la demolición de los originales, que databan de la inauguración en 1951,.


Aquella obra derivó en una inversión de unos 7 millones de dólares: desde ahí en adelante, muy poco, casi nada de inversión.


Son cifras altas las que demanda la presencia de la F1 en el país, que de no contarse con el apoyo del Gobierno, son impensadas de reunir con aportes empresariales.


Desde la misma administración de Macri le bajan el pulgar en el presente a tamaños desembolsos, de acuerdo también con altas fuentes gubernamentales.


Para muestra basta un botón: se canceló el Rally Dakar, una competencia que tenía asistencia perfecta en caminos argentinos desde que se instaló en Sudamérica en 2009 (requería un desembolso de unos 6 millones de dólares).


También se suspendió la fecha mundialista del WTCR en Termas de Río Hondo, Santiago del Estero, en tanto habrá que ver qué sucede con el Gran Premio de la Argentina de MotoGP una vez cumplido el contrato que finaliza en 2019.


“Todos queremos que vuelva la Fórmula 1, pero es un proceso gradual. Vamos a empezar por llevar el Autódromo Gálvez a Grado 2 (el necesario para habilitarlo para que corra la F1 es Grado 1), y dejarlo listo para cuando se den las condiciones dar el salto para concretar ese regreso”, dijo tiempo atrás Diego Santilli, vicejefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires.


Dejó así leer entre líneas Santilli que para concretar el regreso de La Máxima falta incluso más de lo que los optimistas suponen, sin dejar de lado el factor clave que es la actual situación económica en el país, con un dólar que pegó el gran salto de público conocimiento.


Acaso, esos optimistas deban reformular los deseos y trasladarlos a 2021 o 2022.


Las turbulencias de los últimos meses han jugado en contra desde ya, las obras para readecuar al Gálvez y llevarlo a la categoría Grado 2, están en sus pasos apenas perceptibles.


 


 


Fuente: NA



 

DEPORTES