06/07/2018

El argentino fue certero y preciso en el partido entre Francia y Uruguay, sin demasiado protagonismo en el estadio de Nizhni Novgorod, al igual que sus asistentes Hernán Maidana y Juan Pablo Belatti, lo que lo posiciona como candidato para estar en la final del Mundial 2018.


El misionero, de 43 años, estuvo siempre cerca de las jugadas, no se dejó influenciar por las actitudes de algunos futbolistas que pretendieron engañarlo y sacó cuatro amarillas, dos por equipo: Rodrigo Bentancur y Cristian Rodríguez en los "Celestes" y Lucas Hernández y Kylian Mbappé en los europeos.


Este fue el cuarto partido que dirigió Pitana en el Mundial de Rusia 2018, y pasó con creces la exigencia del mismo, habida cuenta que antes del partido el DT uruguayo Oscar Tabárez había cuestionado su designación.


El argentino tiene un muy buen concepto dentro del organismo arbitral de FIFA que evalúa las acciones de los hombres que imparten justicia y es mencionado con fuerza como uno de los candidatos para dirigir la final del 15 de julio en el estadio Luzhniki de Moscú, dado que la selección albiceleste no continúa en el torneo.


Tanto Pitana como sus compañeros de dupla -Hernán Maidana y Juan Pablo Belatti- fueron eficientes en sus tareas, y como dato de color se destacaron que no se cobraron posiciones adelantadas ni se debió utilizar el VAR.


Un partido tenso que supo manejarlo


"Enjoy, enjoy, living football", le dijo Pitana a los capitanes Diego Godín y el arquero Hugo Llorís durante el sorteo inicial, donde les dio a elegir entre "Rusia o Coca Cola", tal como figura en la "moneda" oficial.


Vestido completamente de negro, Pitana se mostró enérgico con algunos jugadores como Luis Suárez, quien le recriminó una dura entrada de su compañero en el Barcelona, Samuel Umtiti.


El uruguayo le protestó airadamente a Pitana y el misionero lo llamó al orden "Suárez, Suárez, venga para acá", le dijo al tiempo que hacía señas con sus manos hacia arriba como había hecho el delantero para indicarle que no iba a tolerar más ese tipo de gestos, y advirtió al defensa galo por la acción.


Pero también advirtió a los jugadores y les recordó el uso de la tecnología, como cuando a los 22 minutos les llamó la atención a quienes estaban en el área de Uruguay ante un córner de Francia, para que frenen con los empujones y sujeciones, porque sino iba a pedir el VAR, haciendo la señal del monitor.


Tanto las amonestaciones de Lucas Hernández -por agarrón a Nahitan Nandez-, como la de Bentancur por una falta fuerte sobre Corentin Tolisso que derivó en el 1-0 francés, fueron bien sancionadas por Pitana, quien estuvo cerca e impuso el castigo necesario para las acciones.


Incluso Pitana no tuvo injerencia en los goles franceses. El primero de Raphael Varane tras un centro de Antonie Griezmann, por la falta mencionada de Bentancur a Tolisso, y el segundo un error del arquero Fernando Muslera ante un remate del propio Griezmann desde lejos.


El árbitro argentino no se dejó amilanar por la presencia de la joven estrella Mbappé, a quien retó a poco de comenzar el complemento, y con el índice izquierdo le repitió "no, no".


Incluso en el minuto 23 se armó una escaramuza que el misionero resolvió de manera salomónica, pero además bien aplicado el reglamento, porque Mbappé provocó con un taco y el "Cebolla" Rodríguez no se bancó la provocación y se acercó a recriminarle su acción al jugador del PSG, que exageró una agresión inexistente.


Forcejeos, discusiones, insultos y un Luis Suárez exaltado, además de un Pogba también enardecido, terminó con amarilla para Rodríguez y Mbappé.


Al final, en el centro del campo, se abrazó con sus colaboradores -incluido el cuarto árbitro, el iraní Reza Sokhandan-, saludó a los jugadores de ambos equipos y se retiró con la pelota bajo el brazo, con el deber de la tarea cumplida.

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