09/06/2018

La tenista rumana, número uno del mundo, le ganó la final a la estadounidense Sloane Stephens por 3-6, 6-4 y 6-1 y se consagró campeona del Abierto de Francia por primera vez en su carrera.


Halep, de 26 años, se convirtió así en la segunda rumana en ganar un Grand Slam en singles y la primera en 40 años, desde que Virginia Ruzici, su actual manager, también conquistara Roland Garros en 1978.


Halep empezó con dudas ante Stephens (10ma. en la WTA, quien a partir del lunes será cuarta), pero después de perder el primer set logró imponer su tenis y se quedó con el trofeo parisino tras dos horas y tres minutos de juego en la cancha principal Philippe-Chatrier.


La rumana había perdido sus tres primeras finales en los Grand Slam, dos en París y una en el Abierto de Australia.


Halep levantó en París su primer Grand Slam


Finalmente pudo festejar. Se le había escapado tres veces, dos de ellas en París, pero esta vez la rumana Simona Halep logró su primer torneo de Gran Slam: derrotó 3-6, 6-4 y 6-1 a la estadounidense Sloane Stephens, se quedó con el título en Roland Garros y se afirmó en el primer puesto del ranking mundial.


No fue sencilla la tarea para la europea, quien había dejado en el camino en semifinales a la española Garbiñe Muguruza, porque Stephens, 10ª en el escalafón de la WTA (el lunes subirá hasta el cuarto puesto), se mostró muy sólida y se quedó con un primer set muy cerrado.


Los fantasmas de Halep sobrevolaron el estadio Philippe-Chatrier, donde ya había perdido dos finales: en 2014 contra la rusa Maria Sharapova y el año pasado ante la letona Jelena Ostapenko (este año también cayó en la definición del Abierto de Australia contra la danesa Caroline Wozniacki).


Para colmo, la norteamericana, campeona del US Open 2017 y ganadora de las seis finales que había disputado hasta este sábado, quebró de entrada en el segundo parcial y parecía que se encaminaba hacia su segundo título de Gran Slam.


Pero la rumana mostró su temple y se mantuvo firme. Cada vez más agresiva, se recuperó, consiguió quedarse con el capítulo por 6-4 y llevó la definición al tercero. Allí fue una tromba: ganó cinco juegos al hilo ante una rival desconcertada que apenas pudo conseguir su servicio en el sexto game. De todos modos, su reacción quedó allí.


Después de dos horas y tres minutos de juego y de una devolución de Stephens que se estrelló contra la red, Halep dejó caer su raqueta, levantó sus brazos y luego cubrió su rostro con ambas manos, incrédula. Solo después de saludar a su adversaria, trepar a una de las tribunas y abrazarse con su equipo y su familia pudo soltar algunas lágrimas.


“En los últimos días no podía ni respirar. Solo intenté que no ocurriese lo que pasó el año pasado. Es increíble, no puedo creerlo, soñaba con este momento desde que comencé a jugar al tenis”, expresó la campeona justo antes de recibir el trofeo de manos de la española Arantxa Sánchez-Vicario, campeona en París en 1989, 1994, 1998.


 


Fuente: Télam - Clarin

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