09/04/2018

New York Times recorrió medio mundo con Juan Pablo Villarino y así lo calificó por su constancia para viajar a dedo y escribir en su blog.


“El día que viajé con el New York Times”. Así titula Juan Pablo Villarino en su blog el relato de una travesía a dedo que, en rigor, fue al revés: fue un equipo del prestigioso diario estadounidense el que viajó junto a él para registrar sus experiencias y luego titular una extensa nota así: “El mejor mochilero del mundo; sobre los secretos de su éxito”.


El periodista Wesley Enzinna y el fotógrafo Brent Stirton, ambos estadounidenses, siguieron los pasos de Villarino durante una semana, mientras que el joven argentino viajaba a dedo por Namibia, como parte del cruce de África de 15 meses de duración que llevó a cabo junto a Laura, su compañera.


Fueron sólo siete días con The New York Times. Pero el viaje de Juan Pablo había comenzado trece años antes. Y él ya le había puesto título a su camino nómade por 90 países: “El ser humano es intrínsecamente bueno, más allá del formato cultural”.


En su blog, “Acróbata del camino”, Villarino escribió: “En mayo de 2005 tomé la decisión de recorrer el mundo mochila al hombro, con una libreta para atrapar historias (de las que luego saldrían mis libros de relatos de viaje) y una computadora portátil para compartirlas en este blog. No podía imaginarme que un día mi historia, el fruto de 13 años de caminata, serían honrados por un medio tan prestigioso. Lo que sí era una certeza era el motivo de mi nomadismo: recorrer el mundo exclusivamente a dedo con el fin de documentar la hospitalidad de las regiones más remotas del planeta”.


Junto a su compañera Laura, el marplatense de 40 años escribió el libro “Caminos invisibles: 36.000 km a dedo”.


Libros en pareja


Laura, su compañera, lo siguió en los últimos 8 años del viaje. Ella lo contactó, inspirada por “Vagabundeando en el Eje del Mal -Un viaje a dedo en Irak, Irán y Afganistán”, uno de los libros de Villarino, ahora distinguido como el mejor mochilero del mundo por The  New York Times.


Después, llegó el primer libro que escribieron juntos: “Caminos Invisibles: 36.000 kilómetros a dedo de Antártida a las Guayanas”.


Y, tras haber hecho dedo en América Latina, África y Europa, están definiendo otro volumen con un nuevo eje: mostrar la hospitalidad de la gente de todo el mundo.


“En un mundo retratado como amenazante por los medios del establishment, donde las disputas se solucionan con guerras, muros, o lo que es peor, con desinformación, la ruta me ha convertido en un creyente de la empatía y el entendimiento intercultural”, dice Juan Pablo.


Estos mochileros argentinos viven del patrocinio de sus blogs y fueron contratados por la aerolínea Avianca para una publicidad.


Haciendo dedo


"He aparecido como un extraño en todo tipo de países y recibido ayuda de los locales, sin importar la distinción social, racial o de género”, escribió Villarino.


Y agrega: “Mis conductores y anfitriones han sido: europeos, latinoamericanos, chinos, africanos, maoríes, veganos, musulmanes, católicos, zoroastrianos, menonitas, monjes budistas, heterosexuales, homosexuales, polígamos, simplemente infieles, docentes, arquitectos, cantantes de óperas, peluqueros de mascotas, diseñadores de robots y diseñadoras de moda, jugadores de fútbol y boxeadores, millonarios con mansiones y helicópteros y campesinos con hijos y con deudas. La humanidad puede aún aprender mucho de sí misma, y de su increíble capacidad de convivencia”.


Para concluir, el incansable mochilero -oriundo de Mar del Plata, donde nació el 28 de marzo de 1978-, afirma: “Creo profundamente en la paz y la interdependencia, y en que el ser humano es intrínsecamente bueno más allá del formato cultural”.


 


 


Fuente. Clarín

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