22/03/2018

Facebook cambiará su política para compartir datos de sus usuarios con terceros, dijo el creador de la plataforma, quien habló por primera vez desde que un informe periodístico reveló el viernes que los datos personales de 50 millones de estadounidenses fueron usados políticamente en favor de la campaña de Trump.


Mediante un posteo en su perfil en la red social, el CEO de la firma aceptó "una violación de la confianza entre Facebook y las personas que comparten sus datos con nosotros y esperan que los protejamos. Tenemos que arreglar eso".


"Hemos cometido errores, hay algo más que hacer, y tenemos que dar un paso adelante y hacerlo", agregó.


Anunció también que "se van a revisar todas las aplicaciones que tuvieron acceso a grandes cantidades de información" de usuarios, y anticipó "una auditoria completa de cualquier aplicación con actividad sospechosa".


"Si encontramos a desarrolladores que han abusado de la información personal, los vamos a prohibir y vamos a informar a todos los afectados por esas aplicaciones", agregó Zuckerberg.


"Incluidos los datos a los que tuvo acceso Kogan", aseveró.


Se refirió así a Aleksandr Kogan, investigador de la universidad de Cambridge, creador de la aplicación This is your digital life (Esta es tu vida digital), con el que recopiló datos de 270.000 usuarios de Facebook, lo que le permitió acceder también a información pública de sus amigos.


De esta manera, obtuvo información personal de 50 millones de usuarios de la red social, que pasó a Cambridge Analytica, compañía que combina el análisis de las personalidades con los datos demográficos, para predecir e influir en el comportamiento masivo, según se lee en su web.


De acuerdo a un informe periodístico de The Guardian, The New York Times y CHANNEL 4, la empresa usó esa información para influir en el resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016 en las que ganó Donald Trump.


Zuckerberg reconoció que "en 2015 nos enteramos por The Guardian que Kogan había compartido datos de su aplicación con Cambridge Analytica, en contra de nuestras políticas, por lo que inmediatamente prohibimos la aplicación".


Según el CEO de Facebook, tanto el académico como la empresa de análisis "certificaron que habían eliminado todos los datos indebidamente adquiridos".


Sobre esto, Esteban Magnani, docente universitario, periodista especializado en tecnología y autor de “Tensión en la red”, escribió el lunes en Télam: "Desde Facebook aseguran que pidieron (¿ingenuos?) a Cambridge Analytica que borraran esos datos mientras ellos mismos guardan esa información y la usan cotidianamente para sus clientes".


"Pueden intentar convencernos de que lo harán respondiendo a un código ético pero lo cierto es que no sufre controles ni auditorías por organismos del Estado que respondan a un gobierno democráticamente elegido", añadió el profesional.


Y Zuckerberg aseveró que Cambridge Analytica "afirma que ya ha borrado los datos y ha accedido a una auditoría forense por una empresa que contratamos para confirmar esto. También estamos trabajando con los reguladores mientras investigan lo que pasó".


Mientras eso ocurre, el ejecutivo hizo mas anuncios: "Vamos a restringir el acceso a los datos de los desarrolladores para prevenir otros tipos de abuso", y ejemplificó diciendo que se van a eliminar permisos para obtener información de usuarios que no usen una aplicación durante tres meses.


Anticipó asimismo que "el próximo mes vamos a mostrar a todo el mundo una herramienta en la parte superior de tu sección de noticias con las aplicaciones que has usado y una manera fácil de revocar los permisos de esas aplicaciones para acceder a tus datos".


Los coletazos del escándalo están impactando en distintos lugares del mundo, sobre todo en Estados Unidos y Gran Bretaña.


La primera ministra británica, Theresa May, descartó hoy ante la Cámara de los Comunes que existan vínculos entre integrantes del Partido Conservador y Cambridge Analytic.


Ayer una comisión parlamentaria británica solicitó a Zuckerberg, que testifique en la investigación sobre el "uso indebido" de datos y el Comité de Medios, Cultura y Deportes de la Cámara de los Comunes escuchó hoy el testimonio de Sandy Parakilas, ex gerente de operaciones de Facebook a través de una videoconferencia.


Parakilas, ahora gerente de producto en Uber, dijo que los ejecutivos de Facebook que todavía están en la empresa son conscientes sobre la vulnerabilidad de los datos en la plataforma.


"Tenemos la responsabilidad de proteger los datos de los usuarios, y si no podemos entonces no merecemos servirle", afirmó Zuckerberg en su declaración, a cinco días de la crisis mas profunda que vive la red social creada por él en 2007.


En Alemania exigen explicaciones a Facebook y habría sanciones


La ministra de Justicia Katarina Barley convocó a directivos para que den explicaciones sobre el escándalo que implica a la red social, por el uso de datos de 50 millones de usuarios que la consultora Cambridge Analytica utilizó para la campaña de Donald Trump.


En una declaración a los medios en el Bundestag (Cámara Baja), la dirigente socialdemócrata dijo que convocó a su despacho en Berlín, para la semana próxima, al responsable de Facebook en Europa para una reunión y no descartó la aplicación de sanciones a la compañía.


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"Exijo una explicación sobre cómo ha podido suceder esto, si las usuarias y usuarios de cuentas alemanas se han visto afectados y qué piensa hacer Facebook para evitar que casos así se repitan", afirmó Barley citada por las agencias DPA y EFE.


La flamante ministra ponderó como un "escándalo de peso" a la utilización de datos que habrían sido utilizados en procesos electorales de distintos países, y no descartó que a la empresa estadounidense se le puedan aplicar sanciones en base a la nueva normativa europea que entra en vigor en mayo.


"Algunas compañías solo reaccionan cuando se les imponen sanciones dolorosas", indicó.


La nueva normativa comunitaria de protección de datos prevé multas de hasta el 4 % de la facturación global anual de estas empresas, lo que supondría una sanción máxima de más de 1.600 millones de euros en el caso de Facebook.


Previamente, en declaraciones publicadas hoy por diarios regionales germanos, Barley había considerado que no es aceptable que los usuarios de redes sociales sean seleccionados "en contra de su voluntad" para ser "bombardeados" con publicidad electoral o con campañas de odio hacia el oponente político.


"Este tipo de métodos electorales son un peligro para la democracia", dijo.


Los usuarios y las autoridades nacionales precisan "algoritmos más transparentes" y en este sentido, la ministra de Justicia abogó por "más trabajo a nivel europeo".


Las declaraciones de Barley continúan el posicionamiento de Merkel, que ya instó a poner a la persona "en el centro del debate" en torno al escándalo de Facebook y llamó a dar a cada usuario "la soberanía" de todos y cada uno de sus datos.


"Alemania y la Unión Europea (UE) deben poner a la persona en el centro del debate" y reivindicar "la soberanía de la persona sobre sus datos" y su derecho a decidir sobre la difusión de cada uno de ellos, defendió la canciller en su primer posicionamiento sobre este caso.


En sus primeras declaraciones después de que el escándalo de Cambridge Analytica implicara a Facebook en el presunto mal uso de los datos de los usuarios, Zuckerberg admitió ayer que la red social que dirige "cometió errores" y se vio involucrada en un "abuso de confianza".


Los datos presuntamente fueron recolectados a través de una app de predicción de personalidad llamada "thisisyourdigitallife", desarrollada por el profesor de la Universidad de Cambridge Aleksandr Kogan.


Europa pone condiciones para la compra de Monsanto por Bayer


La Comisión Europea (CE) aprobó con condiciones la compra de la agroquímica estadounidense Monsanto por parte del grupo químico y farmacéutico alemán Bayer, una operación de US$ 66.000 millones (53.724,2 millones de euros) que dará lugar al mayor gigante mundial de la fabricación de semillas y fertilizantes.


Para conseguir la aprobación, Bayer se comprometió a vender todo su negocio de semillas y parte del de fitosanitarios a su competidora alemana BASF, una operación anunciada en octubre pasado precisamente para conseguir el visto bueno comunitario, y que llevará a BASF a pagar 5.900 millones de euros, indica un cable de la agencia EFE.



"Hemos aprobado los planes de Bayer para absorber Monsanto porque los remedios propuestos por las partes, por un valor de más de 6.000 millones de euros, responden totalmente a nuestras preocupaciones en materia de competencia", dijo la comisaria europea del ramo, Margrethe Vestager, en un comunicado.


El Ejecutivo comunitario debe ahora completar la revisión de la compra por parte de BASF, y sólo cuando esta reciba también luz verde Bayer podrá completar la fusión con Monsanto.


La Comisión abrió en agosto una investigación sobre la compra de Monsanto que determinó que, de producirse sin condiciones, habría reducido la competencia en los mercados de semillas y pesticidas, en los que la estadounidense y Bayer son rivales, así como en materia de innovación.


Para responder a estos problemas, Bayer se ha comprometido a vender a BASF la casi totalidad de su negocio mundial de semillas, no sólo de colza y algodón, donde compite con Monsanto, sino también de soja y trigo para garantizar la viabilidad de BASF, que ahora no vende semillas.


También le venderá su departamento de investigación y desarrollo y su negocio de caracteres vegetales, genéticamente modificados y no modificados.


Asimismo, cederá sus activos del pesticida glufosinato y tres líneas de investigación en herbicidas no selectivos.


"A primera vista, BASF parece un comprador apropiado porque la empresa no vende ahora ni semillas ni herbicidas no selectivos y significa que las competencias en este sector serían limitadas", dijo en un comunicado la CE.


Bruselas indicó, no obstante, que ahora BASF y Bayer deben probar que la primera será capaz de desarrollar el negocio adquirido, y competir frente al actor surgido de la fusión y en el mercado agroquímico en general.


Bayer confirmó en septiembre de 2016 la compra, que le llevará a pagar 128 dólares por acción, y confía en completarla a principios de este año tras haber recibido luz verde en China.


La firma alemana está presente en 77 países y da trabajo a 116.800 personas, mientras que la estadounidense tiene presencia en 68 países, entre ellos once latinoamericanos, y emplea a 22.000 individuos.
 


 


 


 


 


 


 

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