25/01/2018

Es la empresa estatal rionegrina que acaba de vender un reactor nuclear a Holanda y hace algunos años puso en órbita un satélite hecho en la Patagonia junto con la agencia espacial más importante del mundo. Tienen contratos internacionales por casi U$S 1.000 millones y emplea a casi 1.400 personas.


¿Una empresa patagónica que exporta tecnología de punta? ¿Estatal? ¿Qué factura $ 2.870 millones anuales y tiene contratos internacionales por casi 1.000 millones de dólares? ¿Argentina año verde? No. Argentina real y desde hace varios años.


La historia de INVAP -por Investigaciones Aplicadas- es sencillamente apasionante. Aunque volvió a ganar espacio en los medios masivos en los últimos años por el lanzamiento del satélite SAC-D/Aquarius desde una plataforma de la NASA en Estados Unidos, y ahora por la venta en 400 millones de euros de un reactor nuclear a Holanda, esta empresa que tiene una dinámica de organización privada pero es enteramente estatal lleva 40 años desarrollando tecnología para los mercados mundiales.


Desde sus laboratorios ubicados en Bariloche (Río Negro), cercanos a esas dos “fábricas” de genios que son el Instituto Balseiro y el Centro Atómico Bariloche, INVAP fue armando a través de los años una estructura científica de primera línea, a la que le adosaron un perfil de gestión empresaria que redondearon una combinación casi perfecta, e inusual en los emprendimientos estatales argentinos.



El grupo fundador de INVAP Sociedad del Estado, encabezado por el reconocido Dr. Conrado Varotto, comenzó a trabajar a principios de los años ‘70 en el Centro Atómico Bariloche, de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). La provincia de Río Negro es dueña del 100% de las acciones de la empresa pero comparte la dirección con el Estado Nacional a través de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).


Ha desarrollado un abanico de negocios muy amplio: desde tecnología nuclear y aeroespacial, pasando por tecnología industrial, energías alternativas y hasta sistemas médicos. La empresa exportó reactores de investigación y producción de radioisótopos a Argelia, Egipto y Australia y ha provisto servicios de tecnología nuclear a otros veinte países. Además, fabricó satélites de baja órbita para la observación terrestre, sistemas radar y centros de radioterapia, entre otros desarrollos. Invap también es un ejemplo relación con sus casi mil quinientos empleados: transcurrido un año del ingreso a la empresa, cada empleado se convierte en tenedor de bono, lo que implica contar con una participación en las ganancias. Y en una especia de “socialismo laboral”, ese bono tiene el mismo valor para todo el personal.


El "prócer" de INVAP


Varotto es el máximo “prócer” de INVAP, el segundo hombre más importante en la historia de la empresa es, sin dudas, Héctor “Cacho” Otheguy, el presidente y gerente general desde hace más de 25 años. A él se le debe el posicionamiento internacional de la empresa, y la transformación de una selección de brillantes físicos nucleares en un equipo de “gerentes” que además de la investigación aprendieron a poner el ojo en el desarrollo de productos que tengan un enorme valor económico. Es decir, investigar y desarrollar tecnologías “vendibles” para poder seguir investigando.


“Hay muchas actividades que se fueron incrementando y potenciando en los últimos años; es un hito más dentro de esa política, que no se reduce solamente a lo que afecta a INVAP, sino que es general, donde toda la ciencia y la tecnología del país está en la mesa de decisiones al máximo nivel nacional”, afirmó Otheguy hace algunos años, destacando el apoyo que tuvo el sector en las dos gestiones presidenciales de Néstor Kirchner y Cristina Fernández.


“Antes de 2003 el país no tenía ningún plan de radarización y ahora hay proyectos muy importantes, no sólo para investigar sino también de aplicaciones tecnológicas que terminan en productos concretos, que están funcionando y se usarán por muchos años”, agregó. Que la NASA, la agencia espacial más importante del mundo, le haya confiado a la Argentina -y a Invap- un instrumento de 200 millones de dólares para lanzar al espacio, muestra el nivel de competitividad que adquirió el país. “Evidentemente, hay una política de usar la materia gris nacional para llevar adelante este tipo de proyectos”.



Empleo y facturación


Consolidando el crecimiento de la empresa, en los últimos diez años INVAP generó más de mil empleos directos nuevos, ascendiendo su nómina actual a 1.412 empleados. Cabe destacar que el volumen de ventas del último ejercicio cerrado en julio de 2017, se ha mantenido inclusive en las proporciones de ventas entre mercado local y exportaciones. Este hecho viene especialmente de la mano de la ejecución de los contratos firmados en el área nuclear con India, Argelia y Arabia Saudita, entre otros, que se vienen ejecutando a ritmo normal.


El monto a facturar por contratos firmados ascendía al año pasado a U$S 988 millones. Y la distribución por áreas de negocios es la siguiente: Espacial y Gobierno, 48,51%; Nuclear 31,66%; y TICS,19,83%.


En el último ejercicio, las ventas consolidadas alcanzaron $ 3.261millones. El 80% corresponde al mercado local y el 20% a exportaciones. Los costos directos asociados con estas ventas fueron de $ 2.870 millones, por lo que la utilidad bruta fue de $ 391 millones. Las actividades de la empresa para este período, de acuerdo con lo expresado en los Estados Financieros Consolidados al 30/06/17 han arrojado un beneficio neto de $ 25 millones. De este modo, el Patrimonio Neto al cierre del ejercicio alcanza la suma de $ 955 millones.


La empresa mantiene una alta diversificación en todas sus áreas productivas, tal como lo refleja el monto de contratos en cartera, que asegura un importante nivel de actividad futura de mediano plazo en proyectos de relevante envergadura y la generación de fondos para los próximos cuatro años.

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