16/01/2018

A ocho años de aquella fatídica competencia de Aguas Abiertas en donde murieron 8 deportistas, los familiares se reunieron como todos los 16 de enero en la Costanera de Posadas, precisamente en la capilla Stella Maris donde participaron de una misa. Franco Bacigalupi, hermano de Mauro, uno de los fallecidos, lo recordó de la mejor manera. “No hay un día que no nos acordemos y es un dolor que nunca se nos va a ir”. Por su parte, Enrique Ruseski, padre de Sebastián, otro de los que perdió la vida, dijo: “No tenemos noción del tiempo que pasa y ya van ocho años que perdimos a nuestro hijo”.


Cerca de las 10 de hoy, familiares y allegados a las víctimas de la tragedia del Parana en donde perdieron la vida ocho deportistas en 2010, se juntaron a recordar a sus seres queridos como lo han hecho durante estos largos y difícil años.


Además de participar de una misa en la capilla Stella Maris, donde los ocho fallecidos tienen cerca del monumento una placa con sus nombres y fotos, los familiares tomaron la palabra y hablaron de como llevan el día a día sin sus familiares.


Uno de los que habló fue Franco Bacigalupi, hermano de Mauro, uno de los que perdió la vida en aquel cruce del Paraná pero no por ser competidor, sino por ayudar a rescatar gente. “Todos los días recordamos a Mauro, no hay un minuto desde aquel día que no lo tengamos presente”, dijo.


Quien fuera en su momento director de Seguridad Acuatica, señaló que “uno a veces se pone a pensar porqué le pasan cosas buenas y otras tan malas. Es así, creo que el dolor no se nos va a ir nunca y es mentira que nosotros encontramos alivio con el juicio, la condena y por más que nos dieran todo el oro del mundo a mi hermano no lo vamos a recuperar”, agregó.


También fue crítico de las cosas que se han hecho mal desde aquel momento e incluso antes. “No creo que haya otra vez una competencia así, se hicieron muy mal las cosas y todo terminó en tragedia. No hay que culpar al deporte tampoco ni a los fallecidos. Siempre hay gente que dice que fueron ellos los responsables por tirarse al río y eso no es así. Acá hubo gente que hizo muy mal las cosas y se pagó muy caro”.


Por su parte, el padre de Sebastián Ruseski, otro de los fallecidos, se mostró conmovido. El tiempo parece no pasar nunca pero a la vez ya fueron ocho años que rápidamente separan hoy en día de la última vez que vieron a su hijo con vida. “No tenemos noción del tiempo, recordamos todos los días a nuestro hijo”.


Muchos dirán que con el juicio encontramos algo de alivio pero el dolor está. Igual creo que hubo otros responsables y no solamente los dos que pagaron con la condena”.


Por último, recordó algo de aquel 16 de enero del 2010. “estaba feo, mejoró algo el clima y luego volvió a ponerse mal. Yo llevé a mi hijo y la última vez que lo vi fue cuando se iba en la lancha para la largada”, dijo.



Fuente: Misiones On Line

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