04/01/2018

El puente internacional San Roque de Santa Cruz es el paso fronterizo más lento del país. Los números son básicos: hay 12 casillas para salir y solamente 4 para volver y en las madrugadas solamente funcionan dos.


Pese a ser el paso fronterizo con mayor cantidad de pases del país, superando a Puerto Iguazú-Foz de Iguazú y al propio Aeropuerto internacional de Ezeiza, carece de personal de Aduana-AFIP para realizar los controles, según explicaron empleados que trabajan en el cruce internacional.


Según fuente consultadas por Elterritorio.com, “falta personal de aduana. No es un problema de falta de personal de Migraciones. A la 1 cuando termina la guardia de los aduaneros se tienen que cerrar las casillas de regreso porque no hay quien controle y solo se pueden dejar dos casillas, porque hay un solo jefe de guardia y no quieren nombrar otros”, explicaron desde el puente internacional.


Según explicaron por cada dos casillas debe haber un jefe de guardia de Aduana, supervisando el trabajo de los ‘carrileros’, que son los que controlan los autos. Debido a la falta de nombramientos no se habilitan las casillas a la madrugada. “Los reclamos se hicieron, pero desde Buenos Aires nos viven prometiendo cosas, que nunca se cumplen”, explicaron ofuscado los trabajadores del puente.



“En los últimos días hubo compañeros que trabajaron más de 11 horas y tuvieron que volver a trabajar casi sin descanso porque Buenos Aires no manda más gente y estamos en plena temporada alta, que es cuando los paraguayos regresan a la Argentina y eso hay que sumarle el tránsito normal de todos los días”, indicaron.


“Somos el paso fronterizo con más cantidad de pases del país y con menos personal de Aduana para controlar. Hubo compañeros que salieron de su guardia y se tuvieron que quedar de largo para hacer otras tareas porque no hay personal. Se hicieron los reclamos, pero Nación no nos escucha”, indicaron los trabajadores del puente.


Un año de una promesa que quizás se cumpla en 6 meses


En la edición del 12 de enero del 2017, dos funcionarios nacionales del Ministerio del Interior le confirmaban a este medio que desde febrero pasado funcionarían diez nuevas casillas para facilitar el ingreso al país a través del puente internacional que une Posadas con Encarnación. Confirmación de palabra, que hasta ahora no se tradujo en hechos.


“A partir del 1º de febrero se habilitarán diez nuevas casillas que contarán con el personal y la tecnología para agilizar el tránsito de personas en el puente San Roque; por orden del ministro Rogelio Frigerio es nuestra prioridad solucionarlo”, afirmaba entonces el director de Fronteras de la Nación, Fernando Cafasso.


 Por su parte, el director nacional de Migraciones,  Horacio José García, hacía lo propio explicando  que “serán colocadas a la derecha del puente, donde hay un pequeño puerto que tiene salida directa a la Costanera de Posadas y de esa manera se evitarán las largas filas en ese viaducto internacional”. A días de cumplirse un año de esa promesa insatisfecha, en las últimas horas apareció en la zona un cartel de obra que afirma que se construirá un centro de frontera, que estaría listo en seis meses. En julio se sabrá si es otra promesa al aire o si esta vez es una realidad.


 


 


 


Fuente: El Territorio

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