21/11/2017

El presidente sirio, Bashar al Assad se reunió con su par ruso, Vladimir Putin, en paralelo a que Moscú y Teherán proclamaron la victoria de las fuerzas gubernamentales sirias sobre el grupo yihadista Estados Islámico (EI) y anunciaron que "la fase activa de la operación militar en Siria está llegando a su fin".


Los anuncios ocurren en la antesala del encuentro de mañana en Sochi, Rusia, donde el mandatario ruso junto a sus pares de Turquía e Irán analizarán la situación política en Siria después de meses de combates que sellaron la suerte de la organización yihadista más poderosa de la región.


La localidad turística rusa, asentada sobre el Mar Muerto, fue también el lugar elegido por Putin para recibir ayer a Al Assad, en un encuentro secreto informado recién hoy, en el que el jefe de Kremlin aseguró que las acciones militares "ahora sí se están acercando al final" y pidió centrar la atención en el futuro proceso político, según precisó la agencia estatal rusa de noticias Tass.


"En lo que se refiere a nuestro trabajo conjunto en la lucha contra los terroristas en el territorio de Siria, esta operación militar efectivamente está llegando a su término", dijo el jefe del Kremlin quien, sin embargo, recalcó que lo más importante ahora es "pasar a los procesos políticos".


Por su parte, Al Assad agradeció a los soldados rusos y afirmó que "esta gratitud se extiende a las estructuras del Estado ruso que nos han prestado asistencia. En primer lugar, al Ministerio de Defensa de Rusia, que ha estado con nosotros todo este tiempo", según consignó la agencia oficial siria Sana.


"En este periodo se han conseguido grandes logros, tantos en los campos de batalla, como en el plano político. Muchas regiones de Siria han sido liberadas de los terroristas", afirmó el presidente sirio que en raras ocasiones sale de su país y resaltó que esta operación militar "ha permitido impulsar el arreglo político en Siria".


Según el Kremlin, el encuentro entre ambos mandatarios se organizó para coordinar los esfuerzos de paz que se llevarán a cabo mañana en una cumbre entre Putin y los presidentes de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y de Irán, Hassan Rohani.


Lo cierto es que Rusia e Irán son los principales aliados militares de Damasco en la guerra civil desatada en 2011, mientras que Turquía apoya a la oposición y está en contra de la permanencia en el poder de Al Assad.


No obstante, Ankara trabaja actualmente con Moscú y con Teherán para garantizar un alto el fuego amplio y duradero en el país vecino.


En paralelo a la reunión bilateral, y mediante una carta dirigida al Ayatollah Ali Jamenei, el comandante de los Guardianes de la Revolución, Qasem SoleimanI, le informó que "el dominio demoníaco del EI ha terminado".


"Se trata de una victoria histórica para los gobiernos y pueblos de Irak y Siria, así como para Irán" señala Soleimani en la carta dirigida al líder religioso que precedió a un mensaje televisado brindado por el presidente iraní Hasan Rohani en la que agradeció los "esfuerzos para terminar con un grupo que solo trajo el mal, la miseria, la destrucción y el asesinato" de todas las fuerzas militares y políticas involucradas.


"El EI es un grupo terrorista que fue alimentado y armado por las principales potencias mundiales y algunos países reaccionarios de la región" apuntó el mandatario iraní, en alusión a Estados Unidos, Israel y Arabia Saudita.


"La mayor parte del trabajo fue realizado por el pueblo y los ejércitos de Siria, Irak y el Líbano, y nosotros les ayudamos en base a nuestro deber religioso e islámico", subrayó Rohani.


En el marco de las reuniones previas al inicio de la cumbre en Sochi, hubo una de particular relevancia en la que confluyeron los jefes del Estado Mayor de Rusia, Turquía e Irán.


Una vez finalizado el encuentro, el jefe del Estado Mayor de Rusia, el general Valeri Guerásimov, consideró que "la fase activa de la operación militar en Siria está llegando a su fin, aunque quedan una serie de problemas sin resolver".


Acompañado por sus colegas de Turquía e Irán, Hulusi Akar y Mohammad Bagheri, el general ruso destacó que "gracias a los esfuerzos comunes" de los tres países se ha conseguido "mantener la soberanía, la integridad territorial, parar la guerra civil y crear las condiciones para volver a la vida pacífica" en el país árabe.


Putin tiene previsto hablar por teléfono hoy con el presidente estadounidense, Donald Trump y con el rey de Arabia Saudita, Salman Bin Abdelaziz, con quienes se espera que aborden la crisis en Siria, según confirmó Moscú.


El premier libanés se reunió con el presidente de Egipto


El primer ministro libanés, Saad Hariri, se reunió en El Cairo con el presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, mientras en Beirut crece la tensión y la incertidumbre por la renuncia en suspenso del premier y su futuro político.


"Saad Hariri llegó a El Cairo para reunirse con el presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, quien lo invitará después a una cena en su honor", escribió el propio Hariri en su cuenta de la red social Twitter.


Poco después, la agencia de noticias egipcia MENA informó que ambos líderes se reunieron a puertas cerradas.



El primer ministro llegó a las 18.30 (las 13.30 de Argentina) al aeropuerto internacional de El Cairo, donde fue recibido por el ministro de Salud egipcio, Ahmed Emad Edin; el embajador del Líbano en el país, Antoine Azzam, y el embajador de Egipto en Beirut, Nazih Naggari.


Desde allí se dirigió al palacio presidencial Itihadiya, donde se reunió con Al Sisi, y según el gobierno local hablaron de la situación en Medio Oriente y, principalmente, en Líbano.


Hariri viajó a El Cairo desde París, a donde había llegado el sábado pasado, dos semanas después de haber anunciado su renuncia desde Riad, la capital de Arabia Saudita, y responsabilizado a Irán y su socio libanés, Hezbollah.


Este mensaje de Hariri desató una crisis política en Líbano y provocó una lluvia de rumores en todo Medio Oriente.


En París fue recibido por el presidente francés, Emmanuel Macron, el líder occidental que desde el comienzo actuó como mediador entre Arabia Saudita y la cúpula política en Líbano.


Fue el único en comunicarse con Hariri en Arabia Saudita, recibió a funcionarios libaneses en París y luego "invitó" al premier a su país, justo cuando las denuncias sobre la supuesta detención del líder en Riad crecían en Beirut y hacían temer un posible conflicto regional.


Hoy, al mismo tiempo que Hariri viajaba a Egipto, Macron habló por teléfono con el presidente de Irán, Hasan Rohani, y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y les "recordó la necesidad de preservar la estabilidad y la soberanía de Líbano y de sostener la política libanesa por fuera de cualquier conflicto regional", según un comunicado oficial.


La llegada de Hariri a París calmó los ánimos, pero las dudas se mantienen sobre su renuncia desde Arabia Saudita, una noticia que coincidió con la purga lanzada por el príncipe heredero, Mohamed bin Salman, contra príncipes, ministros y ex ministros y empresarios multimillonarios, que hoy siguen detenidos en un lujoso hotel en Riad.


Hariri abandonó finalmente la monarquía petrolera, pero dos de sus hijos quedaron en Riad, lo que alimentó aún más los rumores sobre la influencia de Arabia Saudita sobre el premier libanés.


A través de Twitter, Hariri había anunciado este fin de semana que después de su visita a Egipto volverá mañana miércoles a Líbano para participar de la fiesta nacional de la independencia y para reunirse con el presidente, Michel Aoun, un aliado de Hezbollah e Irán que acusó a Riad de haberlo forzado a renunciar.


Pese al histórico protagonismo político de Egipto en la región y especialmente entre la comunidad musulmana sunnita, Al Sisi ha actuado hasta ahora como un socio de las ofensivas lanzadas por Arabia Saudita.
--

DEPORTES