14/06/2025

A través de un proyecto de investigación, desde una chacra en Cerro Corá
reformaron una camioneta, una F-100, que utiliza como combustible carbonilla,
materia orgánica, para funcionar.


Como proyecto sustentable, Camilo Furlán junto a su familia tienen un
laboratorio de investigación en Cerro Corá donde buscan fortalecer a los
productores locales con el uso de material biodegradable para el cuidado del
medioambiente y la salud.


Ahora, el joven autodidacta de apenas 20 años, lleva adelante un proyecto
innovador: transformar basura en combustible para un vehículo.


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En diálogo con PRIMERA EDICIÓN explicó que “el proyecto que estoy llevando a
cabo de la ‘chata a basura’, una F-100 que funciona con basura como combustible,
replica el modelo de Edmundo Ramos, que es un ingeniero cordobés que básicamente
mejoró un sistema preexistente, que bueno, existe prácticamente desde los años
40”.


En febrero de este año, Camilo decidió registrar día a día el proceso de
intentar que la camioneta funcione con basura. “Consiste en un vehículo que usa
materia orgánica seca como combustible”, dijo y agregó que siguiendo los
manuales gratuitos de Ramos, que permiten emprender ajustes a proyectos propios,
como auto-basura, moto-basura o generador a basura, se propuso demostrar que era
posible hacer funcionar su camioneta sin nafta y “un sistema extremadamente
sencillo”.


Fabricó el gasificador usando el cilindro de un calefón a leña y un matafuego
como filtro: “Es tan simple como un tambor metálico con una entrada y una
salida. Así que después podés filtrar el combustible que va saliendo y lo que
hace es quemar la basura dentro de un tacho y el humo que sale es el
combustible. Ese humo va al motor como si fuese el GNC, como si fuese un gas,
sin hacer ninguna modificación y funciona”, relató.


El combustible que utiliza la camioneta es la carbonilla, un residuo de la
producción de carbón vegetal muy abundante en Cerro Corá. “No puede ser
cualquier materia orgánica seca, porque tenés que carbonizarla para que funcione
bien”, aclaró Camilo.


Para adquirir esta materia prima, contó que “cuando se produce ese carbón, un
residuo que se tira y es muy común es la carbonilla, que es un carbón que es
demasiado finito como para vendértelo y que hagas tu asado”.


 


La carbonilla, que normalmente se descarta, se convierte así en un recurso
importante. De esta manera, sostuvo que “la idea de este proyecto es demostrar
que algo que se tira es tan valioso como la nafta y tiene muy alto rendimiento”,
afirmó. De hecho, con 15 kilos de carbonilla, la camioneta puede recorrer 100
kilómetros, y una moto con el mismo sistema puede recorrer esa distancia con
solo 3,5 kilos.


Camilo destacó que el sistema de Edmundo Ramos logró una mejora clave del
sistema con la simple incorporación de agua, llegando a “duplicar el
rendimiento”. Con esta innovación logró que usar este material orgánico sea
“equivalente a los combustibles fósiles, como la nafta”, agregó. El sistema
aprovecha así insumos básicos, baratos y fáciles de conseguir, y permite que el
motor funcione sin modificaciones.


El proyecto se concretó después de unos 60 días de trabajo. “Recientemente
pudimos concretarlo, yo vengo haciendo mi revista en redes, el diario del
proceso de elaboración del proyecto, hasta que logramos hacerlo funcionar”,
recordó.


Celebró además que hasta Misiones “vino el mismísimo Edmundo Ramos desde Córdoba
el día que lo hicimos arrancar y efectivamente encendió”. Ahora, trabaja en los
ajustes finales para que la camioneta pueda recorrer la provincia y dar a
conocer el proyecto en escuelas y municipios.


 


Fuente: Primera Edición


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 



 

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