20/04/2025

El Papa, aún convaleciente, se presentó en el balcón de San Pedro y exigió respeto a la diversidad, cese del fuego en Gaza y condenó la escalada armamentística mundial.


El Papa Francisco, de 88 años, desafió su delicado estado de salud y apareció este domingo en el balcón de la basílica de San Pedro para impartir la tradicional bendición «Urbi et Orbi». Frente a 35.000 fieles, el pontífice reclamó la libertad religiosa como condición indispensable para la paz mundial. «No puede haber paz sin libertad de religión, libertad de pensamiento, libertad de expresión y respeto por las opiniones de los demás», sostuvo Francisco, quien permaneció en silla de ruedas y delegó la lectura de su mensaje a un colaborador debido a su reciente hospitalización por neumonía bilateral.


El mensaje del Papa se inscribió en un contexto global marcado por el aumento de la intolerancia religiosa y la persecución a minorías en distintos países. Según el último informe de la organización Open Doors (enero 2024), más de 360 millones de cristianos sufrieron altos niveles de persecución y discriminación en 2023, mientras que Human Rights Watch y Amnistía Internacional alertaron sobre el retroceso de libertades fundamentales en regiones como Medio Oriente, África y Asia.


Gaza, antisemitismo y crisis humanitaria: el foco en los conflictos actuales


Francisco dedicó un pasaje central de su mensaje a la situación en Gaza, donde el conflicto entre Israel y Hamas provocó una crisis humanitaria sin precedentes. El Papa exigió un cese del fuego inmediato, la liberación de los rehenes y la llegada de ayuda humanitaria. «La comunidad cristiana de Gaza, donde el terrible conflicto sigue llevando muerte y destrucción, y provocando una dramática e indigna crisis humanitaria», advirtió, en línea con los informes de la ONU y Médicos Sin Fronteras, que denunciaron ataques a hospitales y restricciones al ingreso de insumos básicos.


El Pontífice también expresó su preocupación por el «creciente clima de antisemitismo que se está difundiendo por todo el mundo». Datos recientes del Observatorio Europeo sobre el Antisemitismo (marzo 2024) confirmaron un aumento de incidentes antisemitas en Europa y América, fenómeno que se agravó tras la escalada bélica en Medio Oriente.


Crítica al armamentismo y a la lógica del miedo


En un tono crítico, Francisco condenó la escalada armamentística global y la lógica del miedo que, según él, «aísla y desvía recursos que deberían destinarse a combatir el hambre y promover el desarrollo». «La paz tampoco es posible sin un verdadero desarme», sentenció, en sintonía con los recientes informes del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI), que registró un récord en el gasto militar mundial durante 2023, superando los 2,4 billones de dólares.


El Papa instó a los líderes políticos a priorizar la ayuda a los necesitados y a rechazar la tentación de la seguridad basada en la fuerza. «Lo que está en la mira no es un mero objetivo, sino personas con un alma y una dignidad», recordó, al condenar los ataques a hospitales y trabajadores humanitarios.


A pesar de su convalecencia, Francisco mantuvo una agenda limitada pero significativa durante la Semana Santa. El sábado rezó en la basílica de San Pedro antes de la Vigilia del Sábado Santo y visitó la cárcel romana de Regina Coeli, reafirmando su compromiso con los sectores más vulnerables. La misa del Domingo de Resurrección fue oficiada por el cardenal Angelo Comastri, mientras el Papa se limitó a desear una «Buena Pascua» antes de la bendición.


En un hecho relevante, Francisco recibió brevemente al vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, en un encuentro protocolar que reflejó la complejidad de las relaciones entre la Santa Sede y la administración Trump, marcada por diferencias en temas migratorios, climáticos y de derechos humanos.


Puntos clave:


El Papa Francisco reclamó libertad religiosa, cese del fuego en Gaza y desarme global en su mensaje de Pascua.


Denunció el aumento del antisemitismo y la crisis humanitaria en Gaza, en línea con informes de la ONU y ONGs internacionales.


Criticó el récord de gasto militar mundial y pidió a los líderes políticos priorizar la ayuda a los necesitados.


A pesar de su delicado estado de salud, el Papa mantuvo una presencia activa durante la Semana Santa.


El breve encuentro con el vicepresidente estadounidense JD Vance reflejó la tensión diplomática entre la Santa Sede y Washington.


 


 


Fuente: NA - El Argentino

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