26/05/2022

El cachorro arribó al Aeropuerto Internacional de Ezeiza con la vacunación vencida junto a su tutor Franco Gavidia, jugador de handball argentino en la liga de Hungría.


Por orden del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), un perrito llamado "Coco" pasó junto a su dueño más de 36 horas varado en el aeropuerto internacional de Ezeiza porque tiene vencida la vacuna antirrábica. Finalmente, se decidió que haga la cuarentena y sea vacunado contra la rabia en un espacio cedido por la Aduana.


"No puede pasar porque le faltan papeles, la vacuna y una autorización de un veterinario húngaro que diga que está sano", había contado el dueño del perro, Franco Gavidia, en diálogo con TN.


"La vacuna venció hace nueve días. Lo que no entendieron acá en el Senasa es que yo vine de Hungría porque se declaró la alarma de nuevo (debido a la situación que atraviesa ese país europeo en medio de la guerra entre Rusia y Ucrania)", explicó el joven.


"Decidí venirme, yo viajé solo y decidí venir acá con mi mujer y mi hija que se habían quedado. No pude hacer los papeles de mi perro porque salí a las corridas por el estado de alarma", ahondó.


El Senasa dio detalles del caso a través de un comunicado. "Una mascota proveniente de Europa, que en su tránsito hizo escala en Colombia. Llegó al país sin su certificación sanitaria y sin la protección antirrábica correspondiente. El animal en cuestión es un perro de un año y medio, llamado 'Coco' que tiene vencida la vacunación correspondiente y que por eso no puede ingresar a la Argentina", detallaron en el texto.


Según la versión oficial, frente a este incumplimiento "se informó al pasajero que viajaba con el animal, del procedimiento y la necesidad de que vuelva al país de origen para completar la documentación faltante".


"Asimismo, mientras se trabajó en la tramitación de su retorno con la línea aérea, -que se realizaría en el día de hoy-, desde el Senasa se avanzó en poner al perro en custodia dentro del aeropuerto, hasta que se resuelva su regreso a origen, salvaguardando su bienestar, brindándole los cuidados y el alimento necesario", continuaron.


Según el Senasa, es deber y responsabilidad del organismo (Ley 27.233) "bregar por el estatus sanitario del país, así como la prevención, el control y la erradicación de las enfermedades que afecten tanto a la sanidad de los animales y los vegetales, la producción agropecuaria, y a la salud pública en general".


"Cabe destacar que la responsabilidad primaria en este caso compete a su dueño y a la compañía aérea, que lo trajo desde España a la Argentina, con escala en Colombia. Vale aclarar que el microchip (identificación individual de la mascota) de este animal donde se encuentran cargados todos sus datos sanitarios, corresponde a Hungría", especificaron.


Desde el organismo gubernamental aprovecharon el acontecimiento para recordar que todos los perros y gatos domésticos que ingresen a la Argentina desde cualquier país del mundo "deben presentar su Certificado Veterinario Internacional (CVI) emitido por la Autoridad Veterinaria del país de origen que contenga los requisitos sanitarios de Argentina".


El caso se viralizó en las redes, donde comenzó una campaña titulada "Liberen a Coco".


Uno de los que se sumó al pedido fue el diputado Fernando Iglesias. "Hagamos correr la bola de que Coco es un perro motochorro asesino o que formó parte del curro de las vacunas, así lo liberan. #LiberenACoco , delincuentes!", publicó en su cuenta de Twitter.


"Me sacaron como un delincuente"


Tras haber estado 48 horas entre aeropuertos y vuelos, llegaron a Ezeiza desde Colombia, pero se toparon con la inesperada barrera. El dueño de "Coco" dijo que la "solución" que le ofrecían era deportar al animal (que se vuelva a Hungría a completar los papeles) o sacrificarlo. Finalmente, se optó por vacunarlo y que haga la cuarentena en el aeropuerto.


Gavidia, jugador de handball profesional, y su familia están desesperados. Dado que vivía cerca de la frontera entre Hungría y Ucrania, recibió refugiados en su casa, según relató. "No veo a mi hija hace 8 meses, hoy es su cumpleaños, le traje a Coco que es su perro también, y no me dejan pasar", se lamentó.


"Acá no me dijeron concretamente que lo van a matar, pero con estas opciones es prácticamente lo mismo. Porque no lo van a aceptar en ningún país, por la vacuna", había remarcado Gavidia. "Además no tendría tampoco a nadie para que lo reciba en Hungría", agregó.


El hombre dijo que habló con la gente del Senasa en Ezeiza y que lo trataron "como a un delincuente". "Yo ofrecí pagar un veterinario si es necesario, y una multa o un lugar de cuarentena. Porque es algo que yo hice mal, pero quiero que se pueda solucionar acá", aseguró.


"Coco es parte de mi familia, no lo pueden deportar. Ahora no sé dónde está, porque se lo llevaron y no me dieron más información. Me sacaron como un delincuente”, se quejó.


"Es una vergüenza que no tengan lugar para un perro chiquito. Tiene un año, es cachorro, está estresado", sostuvo sobre la falta de lugar para que su mascota realice una cuarentena.

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