16/10/2019

Poco a poco, el fútbol, empieza a darle la espalda a los negocios de Torneos o al menos empieza a poner a raya a la empresa enlodada en el FIFA-Gate. Esta tarde, en la reunión de Comité Ejecutivo, Mariano Elizondo presentó la oferta formal que hizo la productora para continuar teniendo los derechos de TV internacionales de los partidos de Superliga que se vencen a fin de esta temporada, pero fue rechazada por los presidentes de los clubes.


El actual contrato de derechos internacionales de la Primera División se acordó en en 2013 entre Julio Grondona y Alejandro Burzaco, hoy con arresto domiciliario y a la espera de su condena final por la megacausa de corrupción más importante de la historia del deporte. Cuando se creó la Superliga, los derechos pasaron a ser tuteados por la entidad de Puerto Madero y, como había un vínculo anterior pero vigente, la explotación siguió en manos de Torneos. Una particularidad no menor. El original del contrato entre Torneos y AFA nunca apareció y hay serias sospechas de que en su momento fue acordado sólo de palabra, pero que no existe la firma manuscrita de Don Julio en esos papeles.


La compañía, hoy aún conducida por Ignacio Galarza, explota y revende el fútbol de Superliga a cambio de unos u$s 6.000.000 anuales. Pero ese vínculo se vence a fines de 2019, aunque como la temporada termina a mitad de 2020, Torneos retendrá esos derechos hasta el cierre de la Copa de la Superliga. En los últimos días, Torneos acercó a las oficinas de Puerto Madero una oferta superadora a la actual. La propuesta era abonar u$s 8.000.000 por año para poder revender el fútbol de primera división en el mundo hasta 2026.


Sin embargo, hoy el Comité Ejecutivo, consideró que esa oferta es insuficiente ya que desde la Superliga aspiran a recaudar más de u$s10.000.000. Además, no son pocos los presidentes que miran con desconfianza a Torneos y aseguran que es una empresa voraz que "históricamente se robó y se roba" gran parte de la torta que debería ser de los clubes a costa de contratos leoninos. Pero, parece, que los tiempos en el fútbol argentino empiezan a cambiar.


La relación entre las industrias del fútbol y la tv sufrieron cambios drásticos en los últimos años a nivel mundial. Con el aumento del consumo vía streaming el negocio va virando y los modelos se van readaptando año a año. En Europa conviven hoy diversos modelos y hasta hay ligas que ensayan OTTs propias para llegar de manera directa al hincha y a las marcas. El modelo Torneos ya parece de otro siglo, más con una cúpula que piensa que aún goza de ciertos privilegios políticos o dedazos, y que no se adapta a los nuevos tiempos.


El mes pasado, Mariano Elizondo, presidente de la Superliga encaró una gira por Europa. Mantuvo encuentros con el presidente de la Liga española, Javier Tebas, con el administrador delegado de la Liga Serie A italiana, Luigi di Siervo, y estuvo presente en el World Football Summit, donde se reunió con empresas como Sky y DAZN, entre otras. En todas las charlas, el común denominador fue la venta de los derechos internacionales. Elizondo ya viajaba con un bosquejo de negocio en la cabeza, bastante distinta al corset de Torneos. En esas charlas terminó de armar una idea para explotar esos derechos y que ingrese más dinero para los clubes.


Con Torneos afuera, la idea de Superliga es vender esos derechos de manera regional. Es decir, separar su explotación en 5 grandes mercados. Por un lado América (en donde se aspira a recaudar la mayor cantidad de dinero), Africa, Asia, China y Oceanía. Así, Superliga firmaría contratos probablemente con compañías diferentes que se dedicarían con exclusividad a cada territorio. Pero la idea no es sólo vender la señal de los partidos. Para agregarle valor al producto, la idea es desarrollar nuevos contenidos como programas de estadísticas, historia, juegos, e-sports.


En ese viaje, Elizondo hasta se trajo la oferta por parte de una Liga top de comercializar los derechos en conjunto en algunas partes del mundo. Esto podría ser interesante en regiones o países donde ninguna de las dos ligas es fuerte y le permitiría aspirar a ingresos que hoy son impensados.


En Tornes, con cierta soberbia, tenían la seguridad que podrían retener el negocio. Sin embargo, la estrategia de Galarza de pelearse durante más de un año con Superliga, no funcionó. Este revés se da en momentos en que la española Mediapro está ultimando sus negociaciones para quedarse con la mayoría accionaria de Torneos. Esas negociaciones tuvieron un freno durante el verano europeo y se retomaron a principio de septiembre. El último escollo lo puso la devaluación tras las PASO. En España aseguran que la venta se va a dar. La curiosidad es que Mediapro es otra empresa también manchada por el FIFA-Gate, con lo cual ese estigma no cesará.


Pero la caída de este contrato no es la única preocupación de Torneos y de sus eventuales compradores. Otro gran dolor de cabeza fue la megacompra de Fox por parte de Disney. Esa operación hizo que ESPN tomara control de Fox Sports. Esto incluyó despidos y un reacomodamiento gerencial en una de las señales dueñas del fútbol local, pero también incluyó la decisión de ir prescindiendo de los servicios de la productora. Es decir, que con cada negocio que Torneos pierde, su valor real de venta se hunde.


El posible cambio de gobierno es otra mala señal para Torneos. Mauricio Macri fue quien mantuvo a flote a la empresa, primero desarmando el Fútbol para Todos, y luego influyendo para que sea la productora exclusiva de Fox y Turner en los partidos del codificado. Cabe recordar que para conseguir eso, Torneos amenazó a los canales con reflotar el viejo juicio iniciado luego que Cristina Kirchner estatizara las trasmisiones. Bajo esa amenaza, Torneos consiguió su último gran contrato leonino cobrando la producción de cada partido más del doble del precio de mercado.


Los tiempos empiezan a cambiar y la industria de la tv relacionada al fútbol, también. ¿Será el fin de Torneos tal como se la conoció?.


Fuente: Doble Amarilla

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