12/07/2019

Irán exigió este viernes al Reino Unido que libere un buque petrolero propio interceptado la semana pasada frente a Gibraltar y acusó a Londres de ser un "sirviente" de Estados Unidos, mientras que el Reino Unido anunció el envío de un destructor al golfo Pérsico en medio de altas tensiones previas entre Washington y Teherán.


El canciller británico, Jeremy Hunt, dijo que recientes sucesos mostraron que la Marina necesitaba refuerzos en el golfo Pérsico, pero que su país no quiere un conflicto con Irán, un día después de que la Marina británica dijera que impidió que tres barcos militares iraníes bloquearan el paso de un petrolero británico por el estrecho de Ormuz.


También ayer, la policía de Gibraltar arrestó formalmente al capitán y el primer oficial del supertanque por presunta violación de sanciones de la Unión Europea (UE) al llevar un cargamento de petróleo hacia Siria, y hoy anunció la detención de los dos segundos de a bordo de la nave.


El vocero de la Cancillería, Abbas Mousavi, dijo a la agencia de noticias IRNA que "los pretextos legales para la captura no son válidos... la liberación del supertanque está en el interés de todos los países".


"Este es un juego peligroso y tiene consecuencias", advirtió.


La Guardia Revolucionaria negó el incidente denunciado ayer por la Marina británica en el estrecho de Ormuz, por donde pasa a diario un tercio de la producción mundial de petróleo y que Irán ha amenazado con cerrar en caso de ser agredido.


Hoy, el Ministerio de Defensa británico dijo que adelantará el relevo de su HMS Montrose, una fragata que opera en el golfo Pérsico, enviando la semana próxima al destructor HMS Duncan, un buque mucho más grande.


"Esto asegurará que el Reino Unido y sus socios internacionales pueden continuar apoyando la libertad de navegación de los barcos que transitan esta vital ruta marítima", dijo un vocero del gobierno en un comunicado.


En entrevista con la BBC, Hunt, candidato a suceder a Theresa May como primer ministro, dijo que "este es un momento para mantener la cabeza fría" y garantizar que no haya ninguna "escalada involuntaria".


Londres quiere "distender la situación" pero "tiene la responsabilidad de proteger la navegación británica", agregó.


El buque cisterna iraní capturado el 4 de julio llevaba 2,1 millones de crudo ligero, dijo hoy el jefe de gobierno de Gibraltar, Fabian Picardo.


España, que considera propio a Gibraltar, había dicho que la interceptación del barco fue a pedido de Estados Unidos, pero Picardo dijo al Parlamento local que ningún otro gobierno había solicitado la acción.


Agregó que se sospecha que el barco violó las sanciones europeas contra el gobierno del presidente sirio, Bashar al Assad, y que cualquier nación con alguna reivindicación sobre el navío o su cargamento puede presentar una demanda ante un tribunal.


El canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, ridiculizó la acusación sobre las sanciones, que, según dijo, "están destinadas a impedir que Europa compre petróleo sirio, no son sobre otro país que le venda petróleo a Siria".


"Esta es una excusa muy infantil y ridícula de los británicos", prosiguió, en entrevista con el canal de noticias libanés y pro iraní Al Mayadeen.


"Deberían anunciar oficialmente que son sirvientes de Estados Unidos y actúan en nombre de Estados Unidos", agregó.


La captura del petrolero iraní agravó tensiones ya muy altas en la región, en coincidencia con la campaña de "máxima presión" sobre Irán del presidente estadounidense, Donald Trump.


Estados Unidos ha enviado miles de soldados, un portaaviones, bombarderos y jets a Medio Oriente, y acusado a Teherán de misteriosos ataques a petroleros en el estrecho de Ormuz. El mes pasado, Irán derribó un dron militar estadounidense.


Esta semana, Irán superó el nivel de enriquecimiento de uranio fijado en el acuerdo nuclear que firmó con las potencias en 2015 en respuesta a la decisión de Trump de retirar a su país del pacto y de volver a imponer fuertes sanciones a Teherán.

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