14/11/2018

Debemos parar con el abuso del poder y el atropello a la democracia.


Como consecuencia de los últimos acontecimientos políticos en Misiones, quiero manifestar mi profunda preocupación por las actitudes poco democráticas de quienes manejan el poder en los municipios y en la provincia.


Hemos observado, una vez más, cómo las prácticas autoritarias y abusivas son moneda corriente en Misiones. Esto es prueba concreta de que cada vez hay menor calidad institucional y mayor incumplimiento de las leyes y de la Constitución Provincial.


Es por esto, que hago un urgente llamado a la prudencia a los gobernantes y además solicito una convocatoria abierta para construir un diálogo maduro y respetuoso entre oficialismo y oposición.


En las últimas horas, en Bernardo de Irigoyen, el poder renovador suspendió inexplicablemente y sin observar el debido proceso, al concejal de Cambiemos, Silvio Novelino, por una supuesta incompatibilidad de funciones.


Este preocupante hecho político, se suma a la reciente destitución del concejal de Cambiemos de Iguazú, Gabriel Llamas y a otros inconstitucionales antecedentes similares.


Son actitudes autoritarias y nos demuestran que la renovación está dispuesta a hacer cualquier cosa; inclusive a ensuciar a cualquier competidor con tal de no perder los privilegios que, evidentemente, les otorga el poder.


Nosotros no olvidamos que desde el día que decidimos involucrarnos en la política, lo hicimos para para cambiar estas viejas y dañinas prácticas.


Yo me involucré en la política para poner al Estado al servicio de las personas y para facilitar y fomentar el desarrollo de mi pueblo.


Para generar empleo y un clima favorable de inversión que permita que los misioneros podamos mejorar nuestra calidad de vida.


Sin embargo; observamos que quienes hoy aún ostentan el poder, intentan una y otra vez infundirnos miedos. Que no dudan en poner todos los recursos posibles para decirnos que NO SE PUEDE, que ni lo intentemos.


Y cada vez que lo intentamos, pretenden demostrarnos una vez más, que ELLOS son los que manejan a discreción el Estado para sus propios beneficios.


Todos los días, los renovadores demuestran que utilizan el poder, que les dio el pueblo, para hacer cualquier cosa.


Pero nosotros sabemos que el poder real está en la gente. En el ciudadano común, que ya no se banca la pelea de los políticos ni las discusiones de quienes hoy (y hace 20 años) están en el poder.


Afortunadamente, aún creo que Doña Rosa sabe que todavía estamos quienes tenemos ganas de ayudar y poner la política al servicio de la gente.


Los que queremos que las cosas cambien; los que no nos bancamos más la corrupción; los que no nos vendemos y los que vamos a parar con este atropello.


Los que trabajamos en Cambiemos, creemos en el diálogo como formador de consensos básicos que nos saquen de este estancamiento y que nos permita hacer de nuestra tierra un mejor lugar para vivir.


Fuente: Prensa Pablo Velasquez


 


 

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