28/08/2018

El anuncio llega en medio de las negociaciones para modernizar el tratado trilateral NAFTA tras 24 años de vigencia. Se espera que Ottawa se sume más adelante.


México y EE UU llegaron a un acuerdo preliminar para reemplazar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés) con un nuevo tratado dirigido a impulsar la manufactura estadounidense.


No obstante, al mismo tiempo, el presidente Donald Trump amenazó con dejar a Canadá, el tercer miembro del NAFTA fuera de cualquier nuevo pacto comercial. Al anunciar el acuerdo tentativo ayer en la Casa Blanca, el mandatario estadounidense afirmó que el nuevo tratado podría llamarse “Acuerdo Comercial EE UU-México”. Trump dijo que estaba abierto a incluir a Canadá, “si están dispuestos a negociar de manera justa”. Si bien tras el anuncio Trump habló por teléfono con el primer ministro canadiense Justin Trudeau y confió en poder “reiniciar” las conversaciones con Canadá, también amenazó con imponer nuevos aranceles a los automóviles canadienses para aumentar la presión sobre Ottawa para que llegue a un acuerdo que le agrade al magnate.


La negociadora de Canadá para el NAFTA, la canciller Chrystia Freeland, acortó una gira por Europa y viajará hoy a Washington para tratar de reanudar las negociaciones. “Sólo firmaremos un nuevo NAFTA que sea bueno para Canadá y bueno para la clase media”, aseguró Adam Austen, portavoz de Freeland, y agregó que “se requiere la firma de Canadá”.


Trump ha criticado con frecuencia el NAFTA por considerarlo un “desastre” que destruye los empleos estadounidenses. Aun así, el nuevo acuerdo está lejos de ser definitivo. Incluso si se firmara de forma oficial, tendría que ser ratificado por los legisladores de cada país.


El Congreso de EE UU no votaría sino hasta el próximo año, tras las elecciones de mitad de mandato programadas para noviembre próximo, que podrían poner fin al control de los republicanos en la Cámara de Representantes.


El anuncio del acuerdo entre EE UU y México parece una tentativa victoria en materia de relaciones públicas para Trump, una semana después de que su ex jefe de campaña fuera declarado culpable de delitos financieros y de que su ex abogado personal lo implicara en pagos realizados para comprar el silencio de dos mujeres que afirman haber tenido un amorío con el mandatario.


Los negociadores de México y EE UU trabajaron el fin de semana para reducir sus diferencias respecto al tratado NAFTA vigente desde hace 24 años. Las negociaciones empezaron hace un año y fueron complejas.


La Oficina del Representante Comercial de EE UU indicó ayer que México ha aceptado garantizar que 75% del producto automotriz sea producido dentro del bloque comercial (comparado con el 62,5% actual) para gozar de la exención de aranceles, y que entre 40% y 45% sea producido por trabajadores que ganen al menos 16 dólares la hora. Esos cambios pretenden impulsar la producción automotriz en EE UU.


Durante meses, las negociaciones estuvieron estancadas a causa de la insistencia del gobierno de Trump sobre una “cláusula de caducidad” que permitiría que la versión renegociada del NAFTA terminara después de cinco años, a menos que los tres países estuvieran de acuerdo en continuarlo. México y Canadá objetaron la propuesta.


Ayer, el gobierno de Trump y el de México (presidido por Enrique Peña Nieto) anunciaron un acuerdo al respecto: el nuevo NAFTA se mantendrá vigente durante 16 años. Después de los primeros seis años, los países revisarían el acuerdo y decidirían si es necesario actualizarlo o modificarlo. Entonces acordarían un nuevo tratado de 16 años o lo dejarían expirar.


Hubo críticas para la posible exclusión de Canadá del NAFTA. El senador republicano por Texas John Cornyn calificó el anuncio del lunes como un “paso positivo”, pero señaló que Canadá debe ser parte del pacto final. “Lo mejor será un acuerdo trilateral”, dijo.


 


Fuente: AFP - AP - EFE

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