18/08/2018

El astro argentino convirtió el gol número 6.000 de Barcelona en la Liga española abriendo el marcador de tiro libre. El equipo catalán superó al Alavés por 3 a 0 en el Nou Camp, en la primera fecha del campeonato 2018-19. A falta de ocho minutos, Coutinho estampó el segundo, y el rosarino cerró el tanteador en tiempo adicionado.


El Barcelona inició hoy su defensa del título de campeón español con una victoria por 3-0 ante el Alavés y una actuación estelar del Lionel Messi, que firmó un doblete.


Tras acumular un nuevo fracaso con su selección en el reciente Mundial de Rusia, el astro argentino regresó a la Liga española de fútbol con la puntería afinada y su clarividencia intacta.


Así, suyo fue el gol que abrió el marcador del Camp Nou en el minuto 64 del choque por la primera fecha, una lanzamiento directo de falta que engañó a todos. Desde el borde del área, el 10 aguardó a que los hombres de la barrera saltaran para colar el balón por debajo.


Suyo fue también el que cerró el duelo, en el 90', después de que el brasileño Philippe Coutinho ampliara la ventaja azulgrana en el 83'.


Barcelona superó al Alavés con un doblete de Messi


De la estrella argentina fueron también los dos balones que se estrellaron contra el palo del arco defendido por Fernando Pacheco. Y prácticamente todos los balones que llevaron peligro al área vasca, los rematara Luis Suárez o Ousmane Dembélé.


Fue así como el Barcelona pudo sumar sus tres primeros puntos en el campeonato doméstico ante un Alavés que se agazapó en su área y salió a la contra cuando pudo. El plan de Abelardo Fernández surtió efecto durante una hora, hasta que Messi dijo hasta aquí.


En su primer partido de la nueva Liga, Ernesto Valverde optó por no incluir a ninguno de los cuatro fichajes del presente mercado en su once y por adelantar a Sergi Roberto al mediocampo para acompañar a Sergio Busquets e Ivan Rakitic. Duró apenas 45 minutos.


En el segundo parcial, el entrenador azulgrana recuperó al canterano como lateral derecho, su posición más habitual, tras comprobar la inocuidad del portugués Nelson Semedo en esa posición. Coutinho, suplente en el primer tiempo, ocupó el lugar del polivalente mediocampista catalán.


Su ausencia en el once de salida, junto a la apuesta por el francés Ousmane Dembélé como acompañante de Messi y Luis Suárez y la presencia de Samuel Umtiti y Gerard Piqué en el centro de la defensa, dibujaron la idea de partido que tenía Valverde.


Sus previsiones se cumplieron sólo a medias. El Barcelona apenas sufrió en defensa, dominó claramente la posesión, pero sólo generó peligro a través de las botas del genial Messi.


El astro argentino firmó la primera ocasión azulgrana a los dos minutos de juego y, luego, hubo que esperar hasta el 37 para contar la siguiente. Fue un lanzamiento directo de falta suyo, que se estrelló contra el palo, antes de que Piqué cabeceara fuera el rechace.


Dembélé, a pase de Messi, firmó las otras dos oportunidades de los campeones en los minutos finales del primer parcial, un mano a mano que le ganó Pacheco y un disparo desde dentro del área grande que salió desviado.


Tras la pausa y ya con Coutinho sobre el césped, el Barcelona aceleró el cansino ritmo de los primeros 45 minutos y aumentó su acecho sobre el arco de Pacheco. El magistral golpeo de Messi en una de esas faltas que para el argentino son casi como un penal convirtió el claro dominio azulgrana en gol.


Desatado, el cinco veces Balón de Oro envió el balón al palo en el siguiente ataque del Barcelona y luego enlazó una serie de servicios que Luis Suárez, Dembélé y Coutinho no pudieron aprovechar. En ello tuvo mucho que ver Pacheco, que evitó la goleada con sus buenas intervenciones.


Nada pudo hacer, sin embargo, ante la gran acción de Coutinho, que recortó dentro del área a su defensor antes de cruzar el balón a donde el arquero no alcanzaba para sentenciar el duelo.


Messi, como no podía ser de otra manera, puso la guinda a un partido no demasiado brillante del vigente campeón: controló el balón con el pecho dentro del área, lo bajó, y en el segundo palo sentenció.


 


 

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