13/08/2018

La primera misión del Fondo Monetario Internacional llega en medio de señales negativas de la economía. La delegación encabezada por el italiano Roberto Cardarelli revisará durante diez días las metas de inflación, déficit y reservas comprometidas por el Gobierno de Mauricio Macri.


La primera misión del Fondo definirá si aprueba el próximo desembolso por u$s3.000 millones, en un contexto de suba del dólar y del riesgo país, y de elevada volatilidad en el mercado internacional, con epicentro en Turquía.


Los analistas advierten que el FMI debería apurar los giros trimestrales para despejar las dudas de los inversores externos sobre la Argentina, ante las dificultades que muestra el país en sus necesidades de financiamiento de corto plazo -en particular con las Letes en dólares- y el terremoto político provocado por la aparición de los cuadernos Gloria, que demostró un entramado de corrupción en la obra pública que atraviesa a la primera plana del empresariado. "Fue un error que el memorándum se extendiera hasta el 2021, tendría que haber tenido una duración de un año y medio", cuestionaba un economista preocupado por los abultados vencimientos en moneda dura que quedan hasta febrero.


En ese sentido, la lectura que realizan en el mercado es que el Fondo debería destrabar anticipadamente el dinero o lanzar una línea de contingencia para despejar el panorama hasta las elecciones de 2019 y así llevar calma a los operadores.


Sin embargo, hay motivos por los que una renegociación del entendimiento no sería viable. Para Martín Alfie, de la consultora Radar, "el staff técnico que comanda Lagarde apoya políticamente al Gobierno, pero la junta directiva conformada por los países que ponen el dinero, quieren recuperarla y por eso pusieron recaudos a la hora de dar el préstamo, para que el repago sea viable".


En el Gobierno destacan que el crédito por u$s50.000 millones, equivalente al 1.000% de la cuota que paga la Argentina al Fondo, muestra el apoyo que todavía tiene el país en la comunidad financiera internacional y en el concierto de las grandes naciones. Pero Alfie plantea que aún así no están dispuestos a arriesgarse a que "se vayan u$s20.000 millones en dos semanas" como podría ocurrir si aceleran el ritmo al que el organismo entrega el dinero en el marco del entendimiento.


Por lo pronto, la inflación interanual de junio superó la primera cota superior pautada por el Fondo, ya que estuvo arriba del 29%. Por lo tanto, los funcionarios de Hacienda y del Banco Central deberán darle las explicaciones pertinentes a los delegados del FMI. El dato oficial de julio se dará a conocer el miércoles, cuando Cardarelli vaya por su segundo día de visita. Las estimaciones preliminares vaticinan un IPC cercano al 3%.


En cuanto a las reservas, el acuerdo pone un piso de variación positiva de u$s200 millones. En junio el primer tramo del préstamo permitió cumplir holgadamente con ese requisito, pero la baja registrada en julio y lo que va de agosto, podría llevar al organismo a flexibilizar esta exigencia. A tal punto que habilitaría al Central a usar esos dólares para comprar Letes, la otra "bola de nieve" paralela a la de las Lebac que tanto preocupa al mercado o incluso más, porque se pagan en dólares pero pueden suscribirse con pesos y además no pueden ser licuadas como ocurre con los títulos emitidos por el BCRA.


Donde sí se vienen haciendo los deberes es en materia fiscal, en donde el Ejecutivo viene cumpliendo con la baja del rojo solicitada por el Fondo.


"Los inversores están hartos de Argentina", afirma exsecretario de Finanzas


El economista Guillermo Nielsen advirtió hoy que el Gobierno "tiene una gran confusión" sobre qué hacer con la economía, por lo cual aseguró que los inversores "están hartos de que no se hayan hecho modificaciones estructurales".


"Este Gobierno tiene una gran confusión desde el primer día. No tuvo un buen diagnóstico de la economía, ni una buena conducción económica, ni ministro de Economía", sostuvo el ex secretario de Finanzas.


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A su criterio, "no le viene mal al Gobierno tener un acuerdo con el FMI porque los ordena. El Fondo es el adulto que cuida al jardín de infantes".


"El Fondo tiene visiones y el rol de la contraparte argentina es explicarle qué se puede hacer y qué no", indicó.


En declaraciones radiales, Nielsen señaló además que "hay una fatiga de la comunidad inversora sobre la Argentina".


"Los fondos están hartos de que en el país no se hayan hecho las modificaciones estructurales que la comunidad inversora esperaba de este Gobierno y se están yendo. Después verán ellos como compensan las pérdidas", enfatizó.


Con respecto al vencimiento de Lebac por unos 525 millones de pesos, que operará mañana, Nielsen consideró: "no es cómodo que suceda justo en este momento por lo que está pasando con la corrida en Turquía. Pero no es una tragedia".


Asoma otro "supermartes de Lebacs" y Caputo buscará achicar el stock


El Banco Central afrontará este martes otro mega vencimiento de Lebac por unos $ 525.000 millones, con el objetivo de reducir al menos en un 25% esos vencimientos que complican el escenario financiero todos los meses.


La nueva escalada del dólar a casi $30 podría haber complicado el objetivo del presidente del BCRA, Luis Caputo, pero aún así gestiona ante bancos internacionales unos US$ 5.000 millones con el fin de limpiar del mercado letras por unos $ 140.000 millones.


Achicar en forma agresiva el stock de Lebac es uno de los objetivo comprometidos ante el FMI.


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Es que tanto el Gobierno como el Fondo Monetario coinciden en que esas letras, impulsadas con fuerza durante la gestión de Federico Sturzenegger para contener la inflación, terminaron siendo un problema para el funcionamiento de la economía.


El riesgo que afronta el Banco Central es que parte de las Lebac se vayan al dólar y provoquen una disparada aún mayor en la cotización de la divisa norteamericana, que se está apreciando en todo el mundo en el marco de una ´guerra´ comercial.


Pero Caputo confía en que el Tesoro podrá absorber una parte importante de las Lebac y profundizar el sendero ya iniciado en julio último.


Con tasas que rondan el 46% anual, el esquema de Lebac es insostenible en el mediano plazo y deja muy poco margen para las inversiones productivas, lo cual agrava la recesión ya instalada en la economía.


Tras las últimas licitaciones, el stock de Lebac se redujo de $ 1,2 billones a cerca de $ 900.000 millones.


Por las devaluaciones, medido en dólares el stock en divisas también cayó fuerte y ahora equivale a poco más de US$ 30.000 millones.


 Por eso, Caputo gestionó ante bancos internacionales un préstamo que pueda darle un duro golpe a la especulación con estas letras y, tal vez, reducir la tasas de interés.


 Se habla de un préstamo denominado "repo" de alrededor de US$ 5.000 millones.


Esos dólares se cambiarían a pesos para rescatar unos $ 140.000 millones.


Y las divisas a su vez quedarían como resguardo en caso de que los inversores que desarmaron sus posiciones quieran volver a dolarizarse, que según referentes del mercado es lo más probable.



Fuente: BAE - NA

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