19/07/2018

Es Pablo Rodríguez Anido, emigrado en los setenta. El primer ministro Trudeau lo puso al frente del Ministerio e Patrimonio y Multiculturalismo.


El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, incorporó a Juan Pablo Rodríguez Anido como nuevo ministro de Patrimonio y Multiculturalismo. Se trata de un tucumano de 51 años que emigró al país norteamericano cuando era niño, como refugiado de la última dictadura cívico militar junto a su familia.
 
Allí comenzó su carrera política donde fue diputado del Partido Liberal entre 2004 y 2011. Desde 2015 regresó a la bancada liberal en el Parlamento Federal donde ha sido secretario parlamentario de Infraestructura, responsable de los asuntos legislativos e integrante del Grupo de Amistad México-Canadá.
 
Como legislador, Rodríguez fue el impulsor del Mes de la Herencia Hispana (octubre), que ya se realiza en Toronto, en Ontario y que las organizaciones latinas, con las tiene estrecha relación, buscan celebrar a nivel nacional.
 
El padre de Pablo, Julio César Rodríguez Anido, es abogado y estuvo comprometido con la defensa de los derechos humanos. Su madre, Mónica Viaña Colombres, hacía trabajo social. Su posición política y su militancia los llevó a exiliarse del país a fines de 1974.


Rodríguez Anido se marchó de la provincia norteña siendo niño, estudió en Canadá, incursionó en la política y hoy ha alcanzado un destacado cargo en el gobierno del primer ministro Justin Trudeau y el prestigioso cargo de consejero privado de la Reina en Canadá.


Rodríguez Anido llegó al Parlamento canadiense en 2004, como representante del Partido Liberal (el partido de Trudeau). Ejerció hasta 2011 y durante ese tiempo abordó temas como la problemática del cambio climático, la protección y promoción de la cultura, el idioma y los derechos de las minorías.


En 2016, Trudeau lo designó jefe del Gobierno Federal y el año pasado le otorgaron el cargo de Jefe de la Bancada de Gobierno, cargo que implica coordinar el trabajo del Parlamento y desarrollar las estrategias parlamentarias en colaboración con la oficina del primer ministro.


“Para mí es un gran honor ocupar mi cargo. Mi oficina está a menos de 30 segundos de la del primer ministro y eso me enorgullece. Definitivamente, mi parte política se la debo a mi padre y mi parte humana, a mi madre. Por eso estoy infinitamente agradecido”, reconoce.


“Canadá era un lugar completamente distinto para mí. Ninguno entendía el idioma. Y la nieva era algo raro, algo que yo nunca había visto”, rememora Rodríguez Anido. “Cada vez que salíamos teníamos que soportar ese frío congelado que caracteriza Canadá”, agrega.


En un comienzo, los padres del ahora ministro trabajaron en lo que encontraron: él limpiaba casas y era obrero en una fábrica de cuero; ella cocinaba en bares y en un jardín de infantes. Más tarde, y gracias a las políticas inclusivas que tenía Canadá y a su sacrificio personal lograron validar títulos académicos y consiguieron trabajo como docentes universitarios. Los hijos (dos mujeres y un varón) pudieron estudiar.
Luego del colegio secundario, Rodríguez Anido se recibió de licenciado en Administración de Empresas de la Universidad de Sherbrooke, Québec, y se especializó en marketing. Durante el período como estudiante universitario se fue desarrollando su inclinación política. “Y eso a pesar de que mi padre me había aconsejado que hiciera cualquier cosa menos política”, confiesa.


Rodríguez Anido vive en Montreal con su esposa Roxana y con su hija, Beatriz. Y aunque en Canadá tuvo que conformarse con practicar hockey sobre hielo, el fútbol nunca dejé de ser una de sus grandes pasiones. Tampoco olvida sus orígenes y se mantiene como ferviente hincha de San Martín de Tucumán.



Fuente: El Tucumano - La Gaceta

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