24/05/2018

Son seis minutos que condensan 20 años. La vida de Agustín Da Silva, hasta aquí, una historia llena de necesidades y privaciones, pero también de convicción, sacrificio y talento.


Nació en un hogar muy humilde, carente de casi todo. De pequeño afrontó los peligros de la calle y tuvo que salir a trabajar. Con doce años conoció los rigores de la tarefa y sabe bien de qué se trata el hambre.


Pero nunca se refugió en la autocompasión ni se estancó en las adversidades que afrontó desde chiquito. Tiene como aliados una genética con las mejores prestaciones para correr y un corazón fuerte para aguantar, combustible imprescindible para un atleta de élite.


El 30 de noviembre del 2014, El Territorio publicó la primera nota que le hayan hecho: “Corrió de los peligros, de la marginalidad y la discriminación. Primero corría descalzo, desordenado y sin un plan”, dice aquella crónica.


El resto es más conocido. En menos de cuatro años su evolución deportiva fue notable y ya ganó varios títulos nacionales en pista y cross country, posicionándose como uno de los mejores proyectos del atletismo argentino.
14


 


Fuente: El Territorio

DEPORTES