20/04/2018

El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, anunció este viernes que su país suspenderá sus pruebas nucleares y de misiles y que cerrará el centro de ensayos nucleares que posee en el noreste de su territorio, informó la agencia norcoreana KCNA.


El presidente estadounidense, Donald Trump, celebró la "buena noticia" y aseguró que está ansioso por reunirse con Kim, un encuentro previsto para mayo o junio.


"Corea del Norte aceptó suspender todas las pruebas nucleares y cerrar un importante centro de ensayos. Esta es una muy buena noticia para Corea del Norte y para el mundo: ¡un gran progreso!. Estamos deseando celebrar nuestra cumbre", afirmó Trump en Twitter.


La noticia llegó una semana antes de la cumbre programada entre Kim y el presidente surcoreano, Moon Jae-in, a realizarse el 27 de abril en la militarizada frontera y que marcará la primera reunión entre mandatarios coreanos en 11 años.


"Desde el 21 de abril, Corea del Norte detendrá las pruebas nucleares y lanzamientos de misiles balísticos intercontinentales", anunció Kim durante el pleno del Comité Central del Partido de los Trabajadores celebrado hoy en Pyongyang.


Corea del Norte procederá también al cierre del complejo de ensayos nucleares que tiene en la región noreste del país "para garantizar la transparencia de la suspensión de los test", agregó la agencia.


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El líder norcoreano aseguró en un comunicado que su país ya no necesita realizar pruebas nucleares o de misiles balísticos intercontinentales, debido a que completó el proceso de obtener armas nucleares.


"La situación ha estado cambiado de una manera favorable", dijo Kim durante la sesión plenaria de hoy, la tercera del séptimo Comité Central del Partido de los Trabajadores de Corea, cuyo último plenario se produjo en octubre de 2017.


En aquella ocasión, Kim envió al mundo un mensaje en defensa del desarrollo nuclear de su país y lo consideró necesario para hacer frente a la política hostil de Washington en un momento en que él y Trump, intercambiaban una serie de amenazas incendiarias.


La situación actual difiere mucho a la de entonces, con un clima de notable acercamiento y la confirmación de reuniones de alto nivel entre los dos países para intentar hacer realidad la que sería la primera cumbre en la historia entre ambos Estados.


La fecha de la reunión entre Kim y Trump, si bien no tiene una fecha precisa, está prevista para fines de mayo y principios de junio.


Esta semana, Trump anunció que el director de la CIA y nominado como secretario de Estado, Mike Pompeo, había viajado a Corea del Norte en Semana Santa para reunirse con Kim, un encuentro de alto nivel que fue "muy fluido", según Trump, y que tenía como objetivo preparar el encuentro.


A raíz de estas conversaciones previas al encuentro, algunos medios informaron que una de las condiciones de Kim a la hora de valorar el posible fin de su programa nuclear sería la retirada de las tropas estadounidenses de la región.


Aunque hoy, el ministro de Defensa de Estados Unidos, James Mattis, aseguró que Washington "no va a reducir su compromiso" con Japón.


Trump se reunió esta semana en su club privado de Mar-a-Lago, en Florida, con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, al que ofreció garantías de que Washington tendrá en cuenta la seguridad de Japón, aliado histórico de Estados Unidos, cuando se reúna con el líder norcoreano.


Esta mañana, desde Washington, el ministro de Defensa, Itsunori Onodera, envió un mensaje a Corea del Norte, al comparar el ataque de Estados Unidos y sus aliados contra Siria por el presunto uso de armas químicas.


"Esta es una acción que fue tomada en represalia por el uso de armas de destrucción masiva y creo que, además, lanza un mensaje a Corea del Norte", declaró Onodera minutos antes de reunirse con su par estadounidense James Mattis.


El ministro nipón señaló que el desarrollo de armas químicas y biológicas, así como de misiles balísticos, supone "una amenaza enorme" para la región, por lo que hizo un llamado a la comunidad internacional a "hacer que Corea del Norte abandone" su programa de armamento nuclear de forma "completa, verificable e irreversible".


ETA pidió perdón a España antes de su disolución


La organización separatista vasca ETA pidió perdón a las víctimas por primera vez y se responsabilizó de forma directa del daño causado y el "sufrimiento desmedido", en un comunicado publicado hoy por el diario vasco Gara, a pocos días del anuncio oficial de su disolución definitiva.


"Somos conscientes de que en este largo periodo de lucha armada hemos provocado mucho dolor, incluidos muchos daños que no tienen solución. Queremos mostrar respeto a los muertos, los heridos y las víctimas que han causado las acciones de ETA, en la medida que han resultado damnificados por el conflicto. Lo sentimos de veras", asegura el grupo, responsable de la muerte de 850 personas en más de cinco décadas.



ETA tiene previsto hacer oficial su disolución el primer fin de semana de mayo en un acto en el País Vasco francés, un paso que llega a un año de su desarme, el 8 de abril de 2017, y seis años y medio después del cese definitivo de la lucha armada, en octubre de 2011.


En una primera reacción, el gobierno español de Mariano Rajoy valoró de forma positiva el comunicado de ETA y aseguró que es una consecuencia de la "fortaleza del Estado de derecho".


"Está bien que la banda terrorista pida perdón a las víctimas, porque las víctimas, su memoria y su dignidad, han sido determinantes en la derrota de ETA", señalaron fuentes del Ejecutivo español.


Sin embargo, las principales asociaciones de víctimas de ETA expresaron su insatisfacción porque consideran que la organización separatista pretende "justificar la violencia", "manipular la historia" y "distinguir entre víctimas".


A nivel personal, familiares de víctimas como la presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Mari Mar Blanco, pusieron en duda que el pedido de perdón sea "sincero", ya que creen que es fruto de la derrota policial de ETA y de un intento de la organización por blanquear su "pasado criminal".


El lehendakari (jefe de gobierno vasco), Iñigo Urullu, también consideró insuficiente el gesto de ETA al afirmar que espera que, en su comunicado final, el grupo "tenga la misma consideración con todas las víctimas".


Ante la sensible situación, el vocero del Ejecutivo español, Iñigo Méndez de Vigo, remarcó que el comunicado "certifica la derrota total de ETA", y reiteró que los etarras "no obtendrán jamás contrapartidas" por su disolución.


En el texto difundido, la organización asegura que en estas décadas el pueblo vasco padeció "un sufrimiento desmedido" y que "ETA reconoce la responsabilidad directa que ha adquirido en ese dolor, y desea manifestar que nada de todo ello debió producirse jamás o que no debió prolongarse tanto en el tiempo".


No obstante, añade que "hace ya mucho que este conflicto político e histórico debía contar con una solución democrática justa", para luego afirmar que "el sufrimiento imperaba antes de que naciera ETA, y ha continuado después de que ETA haya abandonado la lucha armada".


"Las generaciones posteriores al bombardeo de Gernika heredamos aquella violencia y aquel lamento", subrayaron.


Asimismo, la organización hace una mención especial a aquellas víctimas que, afirma ETA, "no tenían una participación directa en el conflicto, tanto en Euskal Herria (País Vasco) como fuera de ella" y que sufrieron, añadió, "las consecuencias de errores o decisiones erróneas".


"Sabemos que nuestra actuación ha perjudicado a ciudadanos y ciudadanas sin responsabilidad alguna. También hemos provocado graves daños que no tienen vuelta atrás. A estas personas y a sus familiares les pedimos perdón. Estas palabras no solucionarán lo sucedido, ni mitigarán tanto dolor. Lo decimos con respeto, sin querer provocar de nuevo aflicción alguna", remarcaron.


En un intento por justificar su accionar y defender a sus propias víctimas, ETA afirmó. que "entendemos que muchos consideren y expresen que nuestra actuación ha sido inaceptable e injusta, y lo respetamos, pues a nadie se le puede forzar a decir lo que no piensa o siente".


Sin embargo, "para otros muchos también han sido totalmente injustas, pese a utilizar el disfraz de la ley, las acciones de las fuerzas del Estado y de las fuerzas autonomistas que han actuado conjuntamente, y tampoco esos ciudadanos y ciudadanas merecen ser humillados".


En línea con estos argumentos, Arnaldo Otegi, coordinador general de EH Bildu e histórico líder de la izquierda abertzale (patriótica), destacó que el comunicado de ETA es "un hecho histórico sin precedentes" que supone una "contribución definitiva a la paz y la reconciliación", una tarea que "todos deben asumir".


La organización separatista vasca ETA, cuyas siglas significan "Euskadi ta Askatasuna" (Patria Vasca y Libertad), nació el 31 de julio de 1959 en el seno de un grupo de jóvenes nacionalistas forjados en la lucha contra la dictadura de Francisco Franco.


El 20 de octubre de 2011 dejó atrás 43 años de lucha armada por la creación de un País Vasco independiente de España y Francia, conflicto que dejó 914 muertos, de los cuales 850 fueron causados por los separatista, la mayoría en atentados.


El pedido de perdón de ETA, esperado desde hace años, se produjp en un momento en el que la sociedad vasca va muy por delante de la organización en lo que respecta a la reconciliación, si bien la superación del conflicto llevará décadas.


Aceptar el perdón es un gesto personal. María Isabel Maixabel Lasa, esposa del exgobernador civil de Gipuzkoa Juan Mari Jáuregui, asesinado por ETA en el año 2000, fue la primera víctima en perdonar a un etarra en el marco de un programa de reconciliación y convivencia. Ella y muchos más vascos esperaban un día como hoy, aseguró.

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