11/02/2018

Las delegaciones de los dos países desfilaron juntas y las autoridades compartieron el palco en un inusual gesto de distensión.


Una histórica y emotiva ceremonia abrió ayer los Juegos Olímpicos de invierno de Pyeongchang, donde se escenificó el acercamiento de las dos Coreas con su desfile conjunto bajo una sola bandera y lapresencia de autoridades norcoreanas.


Esta aparición de los dos países, partidos desde 1945 y técnicamente aún en guerra, fue el epicentro de la inauguración y desató una sonora ovación de los 35.000 espectadores que llenaron el estadio olímpico del condado surcoreano. Bajo la bandera con la península coreana en azul sobre un fondo blanco y liderados por la norcoreana Hwang Chung-gum y el surcoreano Won Yun-jong, más de un centenar de deportistas desfilaron entusiasmados, una estampa que no se veía en unos Juegos desde Turín 2006.


A continuación, con una conmovedora puesta en escena, se interpretó en el estadio el “Arirang”, canción tradicional coreana por excelencia que es considerada el himno no oficial de los dos países y que narra la dramática historia de dos amantes que han sido separados.


A su vez, la atención se centró casi por igual en el palco de autoridades, en el que se sentaron el presidente honorífico de Corea del Norte, Kim Yong-nam, y Kim Yo-jong, hermana del líder norcoreano Kim Jong-un, el primer miembro de la dinastía Kim en viajar al país vecino. En el palco estuvieron el vicepresidente de EE UU, Mike Pence, el primer ministro nipón, Shinzo Abe, y el presidente del país anfitrión, Moon Jae-in, artífice del deshielo olímpico.



Fuente: Télam - EFE

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