En el día 20 desde la desaparición del submarino ARA San Juan, la Armada Argentina confirmó hoy que la madrugada del 15 de noviembre pasado, horas antes de que se perdiera contacto con el sumergible, el capitán del navío hizo ocho llamadas satelitales –y no dos como se informó oficialmente desde un comienzo– en las que informó sobre una falla del buque que presuntamente pudo ser subsanada. Esto y el hecho de que las novedades sigan apareciendo con cuentagotas molestó mucho a familiares de los 44 tripulantes del submarino perdido (ver aparte).

Este martes, en una nueva conferencia de prensa, el vocero de la fuerza, capitán Enrique Balbi, confirmó la existencia de las llamadas satelitales, mientras precisó que el aviso de la Armada ARA Malvinas Argentinas se encontraba inspeccionando un “contacto” situado a unos 940 metros de profundidad, para tratar de determinar si se trata del submarino desaparecido.

Según explicó el vocero, las ocho comunicaciones que realizó el capitán de la embarcación, capitán de fragata Pedro Martín Fernández, fueron referidas a la falla que habría originado un cortocircuito y un principio de incendio en las baterías, pero señaló que presuntamente había sido subsanada.

“Desde que se produjo la falla, el comandante empezó a comunicarse por voz y por datos. Hay dos o tres de telefonía y dos de datos. En ellas, se informa la falla y después la solicitud del cambio, disminuyendo la cantidad de días en el campo de operaciones. Hubo una -llamada- que duró entre seis y siete minutos y fue el último contacto entre los jefes de operaciones”, comentó.

Balbi explicó ante la prensa que, pese a la avería que se reportó, “todos los buques mensualmente y antes de cada navegación hacen pruebas de 48 horas, equipo por equipo, sistema por sistema, válvulas, tuberías, todo se prueba antes de zarpar”.

En tanto, al referirse al “contacto” que está siendo analizado, dijo que se trata de un objeto “metálico o no metálico, detectado por el buque chileno Cabo de Hornos a 940 metros de profundidad”.

El contacto que está siendo explorado es uno de los tres que aún falta verificar, después de que otros tantos hayan sido descartados.

Balbi confirmó que se espera para las próximas horas el arribo a la zona de búsqueda del buque ruso Yantar, que lleva un equipo de exploración subacqua que alcanza los seis mil metros de profundidad, también el regreso del Víctor Angelescu y la incorporación de la nave Atlantis, con lo que serían nueve los buques que explorarían la zona.

El vocero indicó que también en las últimas horas se verificó “un nuevo contacto de unos 30 metros de largo, metálico, con varias incrustaciones, que también fue descartado”.

El oficial explicó que con el Yantar y el Atlantis, que son dos buques que llevan sumergibles para explorar a más de mil metros de profundidad, podrán analizar varios “contactos” en forma simultánea.

“La tecnología de estos buques nos va a permitir una mejor visualización o no, y determinar si los objetos se corresponden con el submarino”, indicó.

Al ser consultado por las declaraciones del ministro de Defensa, Oscar Aguad, Balbi se limitó a señalar que en cuanto a las precisiones sobre la suerte de los tripulantes del ARA San Juan y la finalización de la etapa de búsqueda y rescate, mediante el operativo SAR, existe una “sintonía” entre el funcionario y la Armada.

“Estamos en sintonía con lo que comunicó el ministro en cuanto a la finalización de la operación de rescate SAR”, aseveró al respecto, pero nada concreto dijo sobre la tripulación.

Familares enojados

Muy molestos con el ministro de Defensa, Oscar Aguad, que anoche ratificó que no hay sobrevivientes en el submarino ARA San Juan, familiares de los tripulantes consideraron “una falta de respeto a las familias y a ellos (por los 44 marinos)” que se los esté dando por muertos cuando se desconoce cuál es su paradero.

“No pueden decretar duelo cuando nuestros hijos están vivos”, advirtió Luisa Rodríguez, madre del suboficial Ricardo Alfaro Rodríguez, tras escuchar este mediodía un nuevo parte que no arrojó novedades en el operativo de búsqueda del que participan buques de la Argentina, Chile, Estados Unidos y Rusia.

Junto a otras madres y hermanas de tripulantes, Rodríguez dijo que si el gobierno nacional dispone duelo nacional por el fallecimiento de los 44 tripulantes “no los buscan más”. E insistió: “Conozco las estrategias, no vamos a aflojar”.

El grupo, que habló solo por la docena de familiares que se acercaron a dialogar con la prensa, acercó una manifestación de fe que leyó Malvinas Vallejos, hermana de Celso, también tripulante del buque desaparecido el pasado 15 de noviembre. “Pedimos señales de la Virgen de Luján, son indicios de vida y que van a ser rescatados”, dijo al citar al menos dos casos de personas que tuvieron “revelaciones” que les hacen sentir que los marinos están vivos. Entre ellos un vidente mexicano, citaron.

Todas fueron tajantes al rechazar cualquier gesto oficial que interprete el fallecimiento de los 44 tripulantes. Por eso rechazaron tanto que se declare duelo como monumentos u otras acciones. “Son héroes y a los héroes se les hace homenaje en vida, con buenos sueldos”, insistió Rodríguez.

“Aguad no nos puede venir a decir que están muertos, tiene que tener un poco más de respeto por las madres y los hijos (de los tripulantes)”, destacó Zulma Sandoval, madre de Vallejos.

A su tirno, Yolanda Mendiola, madre del cabo primero Leandro Cisneros, le pidió al presidente Mauricio Macri: “Que venga aquí y vea a ver si estamos de duelo”, dijo para resaltar el espíritu de fe generalizado entre casi medio centenar de familiares que cada día llegan a la Base Naval de Mar del Plata para escuchar el parte oficial. “Él tiene el deber de ir a buscarlos y nosotros el de esperar que los traiga”, acotó Sandoval.

Por su parte, Rodríguez le recordó al presidente que no se debe olvidar que “la mayoría de los marinos lo votaron” y también se preguntó qué haría el jefe del Estado si fuera su hija una de las tripulantes del buque. “Son 44 Antonias, hijos de la Argentina, que están ahí abajo, en el mar”, afirmó.