01/11/2017

La medida aprobada el viernes por el Parlamento catalán no es legal. Quien viole la decisión puede ir preso.


El Tribunal Constitucional español suspendió cautelarmente este martes la declaración de independencia de Cataluña aprobada el pasado viernes por el Parlamento de esa región española, al admitir a trámite un recurso presentado por el gobierno central.


"A petición del recurrente, el Tribunal aplica el artículo 161.2 de la Constitución y acuerda la suspensión cautelar de las dos resoluciones impugnadas, con las que la Cámara autonómica materializó la declaración unilateral de independencia de Cataluña", explicó la corte en un comunicado.


La mayoría independentista del Parlamento catalán aprobó el viernes la declaración de secesión, ante lo cual el gobierno español tomó una serie de medidas para intervenir la autonomía de la región, entre ellas el cese de su Ejecutivo, la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones.


También recurrió la declaración de independencia, lo que fue admitido a trámite este martes por el Tribunal Constitucional.


El tribunal dio 24 horas al Parlamento catalán para que presente sus alegaciones.


Asimismo, advirtió a la presidenta del Parlamento, Carme Forcadell, y a sus otros dirigentes que deben "impedir o paralizar cualquier iniciativa que suponga ignorar o eludir la suspensión acordada", so pena de responsabilidades, incluso penales, "en las que pudieran incurrir".


Desde 2014, la justicia española ha anulado sistemáticamente las decisiones y resoluciones del ejecutivo y del parlamento catalanes destinadas a la organización de un referéndum de autodeterminación, que finalmente se organizó el pasado 1 de octubre, aunque sin garantías electorales habituales.


En base a él, los independentistas proclamaron la secesión, ahora suspendida.


Puigdemont escapó a Bélgica y dice que no volverá a Cataluña sin garantías


El exjefe de Gobierno tiene a los separatistas desconcertados. Armó un revuelo sin precedentes y huyó. Pone condiciones para volver.


El destituido presidente de Cataluña, Carles Puigdemont, dijo hoy en conferencia de prensa en Bruselas que no busca asilo político en la capital belga pero tampoco volverá a España hasta tener "garantías", luego de demandar a la Unión Europea (UE) que reaccione frente a un Estado español que "solo entiende la razón de la fuerza".


"Podemos asegurar nuestros derechos y cumplir con nuestras obligaciones desde aquí", dijo el líder secesionista, quien pese a su destitución por parte del Ejecutivo central del conservador Mariano Rajoy insistió en que no "abandono" su cargo y seguirá "trabajando" para hacer frente a la "ofensiva altamente agresiva" del Estado español.



Puigdemont brindó una conferencia de prensa en el club de periodistas de Bruselas, al día siguiente de haber viajado de incógnito a la capital de Bélgica en medio de rumores de que iba a solicitar asilo político, una opción que su abogado admitió que estudiaba, ante la presentación por parte de la Fiscalía española de una querella en su contra por delitos de rebelión, sedición y malversación.


El ex presidente afirmó que estaba allí "para evidenciar el problema catalán en el corazón de Europa y la politización de la Justicia española al perseguir las ideas", y negó que fuera a solicitar asilo.


"Queremos evidenciar ante el mundo el gran déficit democrático que se da en el Estado español", manifestó Puigdemont, acompañado por cinco miembros de su antiguo gabinete, añadió: "No vamos a escapar a la acción de la Justicia".


No obstante, el dirigente catalán denunció la "politización de la Justicia" española y la "ausencia de imparcialidad", de ahí que, insistió que busca "libertad y seguridad" y las "garantías jurídicas que no se dan en Cataluña y España".


En ese sentido, advirtió que no regresará a su país hasta obtener la garantía de que tendrá "un proceso judicial justo" frente a un Estado español que lo quiere "meter en la cárcel" por "cumplir" su programa electoral, y que se quedará en la capital belga el tiempo que "considere necesario".


Según argumentó, la querella del Fiscal General del Estado no responde a un "deseo de Justicia sino de venganza".


Al inicio de su comparencia ante numerosos medios de prensa de todo el mundo, en la que se expresó en francés, catalán, español e inglés, Puigdemont sostuvo que ante la intervención de Cataluña por parte del Ejecutivo español, su gobierno "podía haber optado por forzar a los funcionarios para iniciar una disputa por la hegemonía", pero no lo hizo porque la resistencia habría tenido una "reacción violenta" del Estado como la del referéndum del 1 de octubre.


Tras reivindicar una vez más el carácter pacífico del movimiento independentista catalán, el dirigente pidió a la UE que "reaccione, que haga algo" porque, remarcó, Cataluña tiene "delante un Estado que solo entiende la razón de la fuerza".


Por otro lado, señaló que a los catalanes "no le dan miedo los retos democráticos", por eso, aceptará las elecciones autonómicas del 21 de diciembre y sus resultados, y pidió al gobierno español que haga lo mismo.


"Las elecciones del día 21 son un reto democrático. Si el gobierno si ha querido hacer un plebiscito sobre el artículo 155, aceptamos el desafío. Votando se resuelven los problemas", aseguró en ese sentido.


Puigemont pidió al pueblo catalán que se prepare para "un camino largo", y advirtió que pese a las dificultades, "no van a conseguir que abandonemos nuestro proyecto político".


 


 


Fuente: AFP - Télam

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